La concejala del paro ni se inmuta / Tamaraceite Alzado.- Por María Amador - Redacción Tamaraceite Alzado. Desde aquellos años en que la concejala Carmen Guerra era presidenta de la A.V. de Lomo de los Frailes, cuando le llevo las piedras al alcalde del PSOE, Emilio Mayoral, ha llovido mucha mierda en forma de escándalos, recortes, hambre, miseria y desmembración progresiva del estado del bienestar por parte de su partido.
Con el tiempo y varios cursos de alfabetización social y política derechosa la concejala de las sevillanas y las pasiones de Cristo, ha involucionado a posturas irreconciliables con la ciudadanía, siempre desde la prepotencia desmedida, el analfabetismo funcional político y una forma de actuar calcada de otras de tiempos pasados oscuros y terribles para nuestro pueblo.
El actual y desprestigiado ministro petrolero Soria, le propuso en los años 90 meterse en política de la mano del partido de Bárcenas, “El bigotes” y el franquista Fraga. Una lucrativa propuesta que ni se pensó, poniéndosele los ojos como una caja registradora de las de antes con ringgggggg incluido, ante el pastón que se le avecinaba por vivir del cuento del politiqueo barato.
En casi 20 años de devaneos, sueldazos y de hacer política-florero en cabildos, parlamentos y senados, volvió en esta siniestra legislatura de Cardona en Las Palmas de Gran Canaria, recuperando su antiguo puesto de concejala de distrito en Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya.
Vino “fuerte”, repleta de fervor patrio y su primera acción fue colocar cadenas en la Concejalía de Distrito, para evitar que la ciudadanía pudiera acceder a su nuevo retiro de lujo en su particular palacio de invierno. Luego cambió la democrática dinámica de las Juntas de Distrito, convirtiéndolas en una especie de parlamento a la chilena de Pinochet, donde con cronometro en mano se mide el escaso tiempo de cualquier intervención o demanda ciudadana, cercenando los derechos a la participación ciudadana recogidos en la Carta Magna, generando un espacio para que los “fieles amigos” del partido ultraconservador y olé disfruten de sus privilegios, de un rodillo que nada tiene que ver con la democracia, pero si con formas de gobierno que han causado los mayores desastres de la historia de la humanidad.
Con sus trabajadores municipales hizo un barrido en Participación Ciudadana, cargándose un equipo ejemplar de educadores y trabajadores sociales, que tuvieron que salir por patas a otros servicios, para evitar una situación insostenible de terror y miedo a perder el puesto de trabajo.
En el Distrito recuperó a sus “fieles escuderas” de las etapas más negras, propiciando, según varias fuentes vecinales colaboradoras de Tamaraceite Alzado, un ambiente laboral nefasto de incertidumbre, traslados a la fuerza, desasosiego, angustia, turbación y otras barbaridades que ya son vox populi entre la ciudadanía.
Actualmente esta personaje de la nueva burguesía canaria nos observa desde su lujosa mansión en 7 Palmas, nos mira por encima del hombro a las vecinas y vecinos de su antiguo Distrito, convirtiéndose en pocos años en la concejala plenipotenciaria del desempleo masivo en esta zona de la ciudad, donde ya se están dando gravísimos casos de hambre y miseria en familias enteras, batiendo con su impresentable gestión del flamenco, las pasiones de Cristo, los jolgorios, los fiestorros y el presunto clientelismo todos los récords de desarraigo social, con barrios enteros como Ladera Alta, Tenoya, Tamaraceite, Ciudad del Campo, Hoya Andrea, etc., en situación de emergencia social, sin que se den alternativas desde un grupo de gobierno del PP entregado a los cagaderos para perros, los millonarios días de la bici y los elitistas tinglados para ricos con nombre en inglés en las lujosas zonas comerciales del municipio.
La concejala del paro sigue imparable en su vergonzoso recorrido por la senda de la prepotencia, la insensibilidad y la insolidaridad con los mayoritarios sectores empobrecidos de este Distrito, que un día fue prospero municipio, secuestrado por los fascistas que asesinaron a su alcalde Juan Santana Vega y parte de su corporación, para beneficio de los especuladores, que ahora mismo, más de 70 años después, destruyen nuestro patrimonio agrícola, ambiental y cultural, convirtiendo este pueblo en el coto privado perfecto de las sobrecogidas constructoras y los pelotazos.
Las que vivimos en este pueblo de toda la vida conocemos bien su realidad social y como no se tomen medidas urgentes de forma inmediata, esto va a derivar en un estallido social de consecuencias imprevisibles. La gente no puede más, hay niños, ancianos, familias enteras que están pasando hambre, miles de personas sin ningún tipo de ingresos, de comida, de acceso a las ayudas sociales.
Cuando esta señora concejala y su partido, si es que se deciden a hacer algo, tomen alguna medida resolutoria, ya será muy tarde porque si esto sigue así comenzarán a morir personas de hambre.
En Tamaraceite Alzado no nos pensamos resignar y antes de suicidarnos o morir de inanición, lucharemos hasta las últimas consecuencias por la dignidad de nuestro pueblo.
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