Orestes Martí* / Artículo de opinión.- LOS ANALISTAS CONTINÚAN EN EL USO DE LA PALABRA.
En la primera parte de este trabajo (1), apuntamos nuestra pretensión de hacer un breve análisis de aspectos que consideramos constituyen las principales características del contexto histórico concreto más reciente del proceso bolivariano y de los retos a los que se enfrenta; sus debilidades y las amenazas (internas y externas), así como sus fortalezas y oportunidades (internas y externas).
Posteriormente el intelectual cubano y comunicador popular Ingeniero
Omar Ríos, Coordinador de HERMES Bauta, nos brindó su "visión" del tema
(2). El Comunicador Jean Araud (JA), Coordinador General de HERMES
Internacional brinda su visión y la complementa con la del periodista
cubano Manuel David Orrio, Presidente del Comité de Ética de HERMES
Internacional.
LA VISIÓN DE JEAN
JA: Para este primer capítulo, contextualizar la situación en Venezuela previo las últimas elecciones no es una tarea fácil cuando uno conoce los resultados de estas elecciones y sus implicaciones actualmente en desarrollo. Intentaremos aportar un testimonio lo más imparcial posible, recordando del momento pre-electoral las observaciones y las vivencias “in situ”.
Observar tiempos electorales es ante todo hablar de candidatos que se enfrentan en comicios. En su primer remitido el compañero y analista Omar Ríos inició su análisis con la esencial observación que “La Revolución que lideró el Comandante Chávez en Venezuela, marcó un antes y un después en la historia de este hermano país”.
Esta definición de Omar da exactamente en el punto clave. Lo primero que se debe destacar es que estas elecciones, más que el usual objetivo de ganar la “silla presidencial”, se enmarcaban en una página histórica para la Nación con la continuidad o no de su Revolución Bolivariana frente a quienes la adversan.
Esto obliga a recordar en su momento las dos candidaturas principales (entre siete candidatas y candidatos), sus orígenes, sus partidarios y sus entornos respectivos.
Por una parte, Nicolás Maduro Moros (3), Presidente de la República Encargado, debido al lamentable fallecimiento de Hugo Rafael Chavez Frías, quien en octubre pasado había ganado los comicios para ejercer la presidencia durante el periodo 2013 a 2019.
Chávez, así como el mundo lo bautizó, era el Líder y Comandante de la Revolución Bolivariana. Como sus últimas voluntades y a forma de testamento público expresó que “Si algo ocurriera, que me inhabilitara de alguna manera, mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario que obligaría a convocar, como manda la Constitución, de nuevo a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, yo se los pido de mi corazón…”.
Y gracias a su reciente campaña electoral, Chávez también dejaba a Maduro otro testamento presentado ante el Poder Electoral: “El Segundo Plan Socialista para el periodo 2013-2019” que incluye cinco grandes objetivos históricos.
Así, Nicolás Maduro era el candidato del oficialismo, y sus partidarios venían principalmente de las filas chavistas de la Revolución Bolivariana.
Como siempre ocurre en tiempos electorales, los contrincantes buscan en el pasado del adversario los defectos y las fallas. En este caso, la oposición venezolana, principalmente su oligarquía que tiene por costumbre despreciar los sectores populares, pensó encontrar un grave defecto en Maduro por su pasado de “chofer de autobús”. Esto produjo una reacción opuesta por parte de los sectores populares, de los obreros y pequeños profesionales dignos, que en Maduro reconocieron a uno de los suyos. En cuanto a Maduro, abordó un autobús y lo condujo durante parte de su campaña. El autobús llegó a ser emblemático, “Un autobús llamado Chávez, con un chofer llamado Nicolás y un motor llamado Pueblo”.
Por otra parte, Henrique Capriles Radonski (4), Gobernador del Estado Miranda y ex candidato presidencial derrotado por Chávez hacía apenas cinco meses. También Capriles disponía de una forma de herencia de sus elecciones anteriores en la materia de un programa elaborado por cuatrocientos expertos de la MUD, la Mesa de Unidad Democrática, el cual respaldaba su candidatura en base a unas sorprendentes mal llamadas “primarias”. Si la mayor parte de los partidarios de Maduro venían de los sectores populares, es algo natural que gran parte de los partidarios de Capriles los representaran los sectores de la oligarquía, las clases pudientes medias y medias altas, el sector empresarial y los grandes capitales.
Un paréntesis merece el candidato Capriles para responder a las frecuentes preguntas de analistas internacionales cuando expresan su sorpresa por esta candidatura. Estos analistas, que observan los acontecimientos venezolanos desde hace una década, se sorprenden porque, a pesar de sus antecedentes, Capriles puede ser candidato presidencial. Con cierta lógica democrática, no entienden cómo un ciudadano implicado entre otras cosas en un golpe de Estado (5), participante en el arresto ilegal de un Ministro (6) e invasor del territorio de una Embajada (7), en violación de todos los convenios internacionales, pueda postularse sin mayores inconvenientes . Llama la atención que este mismo ciudadano pueda estar no sólo en libertad, sino además ser candidato presidencial. La respuesta está, simplemente, en la dimensión humana de Hugo Chávez. Víctima de un golpe de Estado, arrestado, encarcelado, deportado y probablemente sobreviviente de una orden de ejecución: Chávez indultó a los autores. Algunos opinan que Chávez tenía un “corazón demasiado grande” y que fue “demasiado permisivo”; pero, sea lo que sea, el hecho es que esto explica la candidatura de Capriles.
Pero si de verdad uno quiere comentar sobre quiénes se enfrentaban para la Presidencia de Venezuela, más allá de los candidatos Maduro y Capriles, los verdaderos grandes adversarios fueron otros.
Abiertamente, por Nicolás Maduro, un pueblo revolucionario, los chavistas que se autoproclamaron “todos somos Chávez”, una propuesta para seguir con el proceso de “socialismo bolivariano” propuesto por el Comandante Presidente y en crecimiento desde una década. Menos abiertamente, a veces tras bastidores, Washington y sus cómplices en el mundo capitalista, el neoliberalismo y los grandes medios de comunicación internacionales que pertenecen y defienden a los grandes capitales. Dichos medios, por cierto, factor fundamental durante el tiempo electoral en la “batalla mediática” manipulada a favor de Capriles, diseñada en laboratorios mediáticos ubicados en países extranjeros.
Presentes tales “contaminaciones foráneas”, no es tan fácil presentar un panorama “transparente y limpio” de esta campaña electoral. Por tal motivo, intercambié con nuestro compañero Manuel David Orrio del Rosario, Presidente del Comité de Ética de Hermes Internacional.
El amigo Manuel David es, más que yo, un experto autorizado para comentar sobre las implicaciones de una guerra mediática diseñada en laboratorios al servicio del capital, porque durante mas de una década, desde 1992 hasta el 2003, actuó como agente encubierto de la Seguridad del Estado cubano, infiltrado en los medios que difundían propaganda sucia contra Cuba, hasta que Fidel Castro en persona presentó y reveló al mundo la identidad de doce agentes de diversas “especialidades”, entre ellos él.
Así que interrogué a “Miguel”, su pseudónimo de entonces, para que nos conteste a la pregunta “En base a tu larga experiencia, ¿como evalúas los efectos que pueden tener la promoción de informaciones manipuladas desde laboratorios mediáticos internacionales sobre una campaña electoral para presidenciales?”. Esta ha sido la repuesta de Manuel David Orrio.
LA RESPUESTA DE MANUEL DAVID ORRIO
MDO:
“Dice una máxima que ‘nada nuevo hay bajo el sol’. La presentación
mediática de esos laboratorios al servicio del capital parte,
asombrosamente, de los muy conocidos Principios de Goebbels (8) para
hacer propaganda contra un adversario ideológico cualquiera. Si se
revisan a fondo las noticias o artículos publicados por los medios
opositores venezolanos, o internacionales, durante el tiempo previo a
las elecciones, se observa al instante una tendenciosidad “de manual” en
la que dichos principios rigen la “puesta en escena”.
Por ejemplo, el amigo Jean hace referencia al pasado obrero de Maduro como chofer de autobús, empleado propagandísticamente por sus adversarios electorales. Tras ese “símbolo” se oculta la intención de hacer ver a un candidato sin formación académica, por lo tanto incapaz de ejercer la jefatura del Estado. No importa que Maduro haya logrado tal formación, o por medios autodidactas cultivara refinado intelecto.
“Maduro es un bruto”, es el mensaje tras bambalinas, y lo demás se infiere. De este modo, el símbolo del “bruto” aparece como el empleo del Principio de Goebbels No. 1: “Principio de simplificación y del enemigo único: Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.”
Señalé en comentario marginal para la primera parte de esta serie que a mi entender veía como debilidad el que no se acentuara que los bajos referentes desde los cuales Venezuela bolivariana había iniciado el camino hacia un desarrollo sostenible, predeterminaban que por mucho que se había hecho, mucho quedaba por andar.
Chávez y el chavismo lograron la “feliz salvajada” de hacer ascender a Venezuela más de diez lugares en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), en poco más de un decenio. “Feliz salvajada”, sí. Quienes estamos acostumbrados a “tocar con las manos” la cotidianidad, a través de frías estadísticas, sabemos lo que significa semejante salto de calidad en la vida de millones de personas. Pero el que aún Venezuela aparezca en el lugar 71 del IDH es un dato muy revelador de cuánto falta por hacer. No es índice para enorgullecerse, a la hora de las comparaciones internacionales.
Sin embargo, este lado muy positivo, aunque aún insuficiente para las intenciones del proyecto bolivariano, apenas se aborda en el discurso mediático transnacional. En cambio, se insiste en problemas reales de la actual Venezuela como son la inflación, la criminalidad y la tenencia de armas ilegales. Sin dudas, “asignaturas pendientes” que el Presidente Maduro habrá de aprobar, espero con máximas calificaciones.
Si se retorna a Goebbels, silenciamiento de un lado y sobredimensionamiento del otro (inflación, criminalidad, armamentismo ilegal, léase AMENAZAS PARA TODOS) hace aparecer al instante, entre otros, el goebbeliano sexto Principio de Orquestación: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. Si una mentira (o media verdad también, acoto) se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
Así, tras el sobredimensionamiento mediático de problemas cuya lectura es AMENAZA PARA TODOS, se pretende crear una imagen de INCAPACIDAD GUBERNATIVA por parte del chavismo. Ahora, relaciónense Principios 1ro. y 6to.
¿Qué brota? “Maduro, el bruto, es incapaz de gobernar. Nuestras vidas, en riesgo, si elegimos al chofer”. Trigo de primera para Capriles, “asesoría” mediante de nada menos que Goebbels, el nazi genocida. Curioso, ¿verdad?
“Irrelevante” dato: no fue ni será primera ni última vez que los
adversarios del socialismo calibran insuficientemente al “instinto
popular”, ni primera ni última vez que su reflejo distorsionado de la
realidad, por razones de clase, les impide u obstaculiza objetividad a
la hora de medir empatías populares, aún en medio de zozobras como la
muerte de Chávez, o la formidable resistencia de mis compatriotas,
hambre física incluida, durante los 90 del siglo pasado. Patriótica,
antiimperialista, fidelista, socialista, esa resistencia, mientras el
bloqueo estadounidense a Cuba apretaba el dogal con leyes como la
tristemente célebre Helms-Burton. Fui parte combatiente en ese masivo y
callado heroísmo cubano. Parte, sólo parte, porque sabida mi identidad
como hombre de la Seguridad del Estado cubano, pasé más de un año en que
mi pueblo apenas me dejó caminar por las calles de La Habana. “¡Gracias, gracias, 'Migue'!”, me decían entre manos estrechadas.
Entonces, Venezuela bolivariana, aún con insuficiente conciencia política y las votaciones lo indican -- IDH avisa, avisa --, le dio par de bofetones al fantasma de Goebbels: “Un autobús llamado Chávez, con un chofer llamado Nicolás y un motor llamado Pueblo”.
PARA CONCLUIR EL BREVE ANÁLISIS "POLÍTICO"
JA: Amigo Orestes. En tu presentación ofreciste al lector una amplia y suficiente contextualización de Venezuela en este tiempo pre electoral, reseñando sus situaciones en ciencia, técnica, tecnología, economía, educación, salud pública y programas de solidaridad con el pueblo.
Salvo para quienes se dedican en negar las evidencias mediante la mala fe, no hay ninguna duda que en una década la Revolución Bolivariana liderada por el Presidente Chavez ha permitido al pueblo un paso gigante en los beneficios recibidos en salud, alimentación, educación y vivienda en un marco de identidad y soberanía nacional.
Pero si hay algo que merece un análisis complementario en este tiempo pre electoral y es lo referente al entorno humano, que no se debe olvidar, porque probablemente jugó un papel preponderante en el electorado.
Por una parte los partidarios de Maduro, como mencionado principalmente de sector de la población de revolucionarios, bolivarianos y chavistas. Al momento de las elecciones la ausencia física de Chávez se contaba en días. El pueblo bolivariano se encontraba en verdadero estado de shock psicológico con unas muy confusas sensaciones de “orfandad”, de inmensa tristeza, de rabia contra lo injusto porque también para muchos y de forma apenas simulada planeaba en el ambiente la interrogante de los verdaderos motivos de la muerte de su Líder.
Pero, al mismo tiempo, este pueblo demostró su capacidad de disciplina y de valentía frente a la adversidad. “In situ”, esto permitió observar que durante esta campaña, como es su costumbre, por parte de los bolivarianos predominaron sus cantos, sus bailes, sus mensajes de esperanza y hasta su alegría natural.
Gracias a las herramientas tecnológicas de nuestros tiempos, Chávez estaba muy presente en todas las concentraciones donde aparecía en las pantallas, declamando y cantando. El lema “Chavez Vive, la Lucha Sigue” marcaba la pauta de todos los eventos apoyando el candidato Maduro.
Maduro era el candidato de Chávez, postulándose a ser el “primer presidente chavista” de la historia venezolana, y por las circunstancias impuestas por el destino dispuso de unos escasos diez días para su campaña electoral.
Por otra parte los partidarios de Capriles, es decir los sectores de oposición. También “in situ” se podía observar su acostumbrada agresividad y sus mensajes de odio contra el adversario. Esto se reflejó en muchos mensajes de opositores que no dudaron en irrespetar la memoria de Chávez y a un pueblo en luto, en términos tan cínicos y macabros que ni siquiera se pueden escribir porque quienes los escucharan o pudiesen leer, podrían dudar de su veracidad.
En cuanto al candidato Capriles, un candidato con un perfil totalmente opuesto a su campaña anterior cuando se enfrentó a Chávez en persona.
Con un mimetismo impresionante se descubrió un sorprendente Capriles hasta con pretensiones de “bolivariano”, con un “Comando de Campaña Bolívar”. Hasta se podía observar en lo gestual de Capriles “actuaciones” recordando a Chávez. El denunciante del “fantasma maléfico del castro comunismo”, que como Gobernador hostigó a los médicos cubanos y a sus centros de salud, llegó a la “farsa propuesta” de ofrecer la nacionalidad venezolana a los mismos médicos cubanos. Sólo le faltó a Capriles presentarse en sus actos de campaña con una boina roja y mandar mensajes públicos de amistad a Fidel Castro. Por supuesto, esto es casi comentar un lugar común, el candidato Capriles, en tiempo pre-electoral, anunciaba como “premonitorio” y hecho cumplido un fraude electoral. De hecho, y de lo contrario a su oponente, se negó a comprometerse con el Centro Nacional Electoral en respectar los resultados.
Capriles tiene una manía sorprendente. Cuando ganó elecciones como pre candidato presidencial por “primarias”, como electo Alcalde o Gobernador, hasta con una mínima ventaja, jamás emitió la mínima duda del sistema electoral. Cuando Capriles pierde en las urnas le parece que este mismo sistema electoral no es fiable.
Si Maduro dispuso de unos escasos diez días para su campaña electoral, Capriles por su lado concluía un periodo de prácticamente dos años en campaña política. ¡Pequeña diferencia!
Para concluir estos entornos “in situ” en tiempo pre electoral. “In situ” en este caso es la calle y se imponía recorrer las calles de Caracas observando el entorno.
¿Qué podían ver los revolucionarios, “invisibilizado” por los grandes medios?. Acostumbrados operativos de distribución de alimentos, operatividad de sus centros de salud, obras de infraestructura, tiendas de “productos de la revolución” a precios solidarios muy concurridas, etc., pero resaltándose los numerosos edificios en construcción de la Misión Vivienda destinada a ofrecer al pueblo viviendas dignas. En resumen una ciudad funcionado normalmente.
Pero al mismo tiempo, grandes centros comerciales al estilo “Mall” made in USA, arrebatados de clientela al mismo tiempo que los restaurantes o tiendas de lujo.
En las calles y autopistas, el acostumbrado congestionamiento vehicular con una muy significante proporción de carros de última generación, con preferencia para lujosas y costosísimas camionetas tipo “4x4”.
En una palabra, las elecciones presidenciales en Venezuela se preparaban en un escenario de contraste de un socialismo pujante conviviendo con un capitalismo en excelente estado de salud, a pesar de las proyecciones mediáticas preocupadas en otros objetivos que su misión fundamental de informar.
(continúa...)
Notas:
(1) Venezuela: debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades
(2) Venezuela: debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades (II)
(3) Nicolás Maduro Moros. Político,
ex-líder sindical y diplomático venezolano. Es el actual presidente
constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, electo en los
comicios del 14 de abril del 2013.
(4) Henrique Capriles Randoski. Político y abogado venezolano. Considerado por muchos como uno de los símbolos de la llamada "nueva oposición en Venezuela"
(5) Sobre los acontecimientos, ver: El “Golpe” en Venezuela (I) y siguientes (hasta El “Golpe” en Venezuela (XX)
(6) Durante el golpe de Estado de Abril 2002, Capriles entonces Alcalde,
participó en persona a la detención del Ministro del Interior en su
domicilio y lo expuso voluntariamente al maltrato físico de una
multitud; esto, en un territorio fuera de su jurisdicción de Alcalde
(7) Ver vídeo Asalto a la Embajada de Cuba en Venezuela por Capriles durante el golpe de estado de abril 2002
(8)
Paul Joseph Goebbels (n. Rheydt1887 una de las personas más allegadas a
la figura de Adolf Hitler y uno de los máximos representantes del
Partido Nacional Socialista. Su cometido dentro del régimen fue el de
ministro de propaganda. Su legado más conocido es el de los "11 principios de la propaganda"
que no solo fueron seguidos por su partido (con un éxito evidente),
sino que actualmente siguen empleándose tal y como fueron propuestos
* Orestes Martí, periodista y escritor cubano residente en Canarias.
Las Palmas de Gran Canaria
11 de mayo de 2013
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