Félix Adargoma Ramírez / Artículo de opinión.- A una parte del pueblo -la dictadura fascista franquista, y la burguesía, iglesia católica y oligarquías que la sostuvo y apoyó-, la dejó aterrorizada y con el miedo metido en el cuerpo durante 40 años, a otra parte la fusiló, asesinó y la persiguió a sangre y a fuego, a otra parte la metió en la cárcel; otra parte tuvo que exiliarse. A la mayoría de las nuevas generaciones las ha dejado sin menoría histórica, ya que nuestros padres y muchos de nuestros abuelos se criaron y "educaron", obligatoriamente, en el falangismo nacional catolicismo. Así que tenemos una generaciones de jóvenes que le inculcaron, los políticos e instituciones franquistas de ayer y los de la derecha neofascistas de hoy, a no interesarse por la política, solamente quieren que sus hijos de estos hereden su hegemonía social, económica, cultural y política como clases dominantes; que las cosas no cambien, que sigan igual que siempre, aunque “cambian algo” para que todo siga igual. Y ante este panorama desolador y frustrante, tenemos a las tribus de las izquierdas, las políticas y las sindicales, divididas y enfrentadas en veinte mil chiringuitos. Esta es la cruda realidad.
Como dijo el “Che” Guevara: “Si fueramos capaces de unirnos… ¡Qué hermoso y qué cercano sería el futuro!”
Las Palmas de Gran Canaria, a 28 de mayo de 2013
Félix Adargoma Ramírez
Comentarios