Teodoro Santana * / Artículos de opinión.- Estocada 2010. La Consejería de Educación del gobierno colonial canario, en manos de CC, saca el Decreto 74/2010, que echa abajo el sistema de las listas de sustituciones. A partir de ahora, el orden de las listas de interinos y sustitutos no se establecerá por experiencia y antigüedad, sino por los resultados en las correspondientes convocatorias de oposiciones, a las que habrán de presentarse obligatoriamente.
Las profesoras y profesores que están trabajando, no sólo tienen que afrontar el aumento de alumnos por aula y la carencia de profesores de apoyo, sino que se ven desbordados por un exceso de papeleo inútil. En esas condiciones, interinos y sustitutos, con una media de edad superior a los 50 años y con jornadas largas y extenuantes, pueden ser sustituidos por jóvenes profesoras y profesores, desgraciadamente sin trabajo, en muchos casos viviendo en casa de sus padres, disponen de todo el día para preparar oposiciones.
El objetivo de la Consejería no es otro que ahorrarse el pago de trienios, derecho que los enseñantes interinos y sustitutos habían ganado judicialmente. Asunto viejo: propiciar la competencia entre los propios trabajadores para poder someterlos mejor.
Descabello 2013. La Consejería de Educación del gobierno colonial, ahora en manos del PSOE, que había prometido en la campaña electoral derogar el decreto 74/2010, se llena de orgullo y autosatisfacción y se lanza a convocar oposiciones, aplicando a machamartillo el susodicho decreto anti profesoras y profesores experimentados contra todos los sindicatos del sector. Con apenas dos meses de plazo. Ah, y con pruebas eliminatorias. Quién quede eliminado en el primer o segundo exámen, ni siquiera podrán optar a entrar en las listas. Hay que ahorrar y desahacese de los “viejos”. Y de paso, demostrar quién manda aquí.
Centenares de maestras y maestros canarios, tras décadas de ir de colegio en colegio y de isla en isla, van a ir al paro. En su mejor momento profesional, cuando más experiencia, saber hacer y madurez como enseñantes poseen. Y en una edad que los condena, en este régimen de cosas, a no volver a trabajar en la vida, a no poder pagar la casa; al desahucio y la miseria. Vuelve aquello de “pasar más hambre que un maestro de escuela”.
El Consejero –y visir del presidente colonial– que perpetra este crimen es nada más y nada menos que el jefazo supremo de la sucursal del PSOE en Canarias, una mediocridad infumable que responde al nombre de José Miguel Pérez.
Cuentan que en el ejército de Alejandro Magno había un soldado, también de nombre Alejandro, que era el compendio de los peores vicios y en el que no brillaba ninguna virtud. Enterado Alejandro el Grande, llamó al soldado a su presencia y le dio un ultimátum: “o cambias de nombre o cambias de vida”.
José Miguel Pérez, que no sólo se hace llamar “socialista” y pertenece a un partido que se atreve a tildarse de “obrero”, lleva para más escarnio el nombre del heroico maestro palmero José Miguel Pérez, primer secretario del Partido Comunista de Cuba y fundador del Partido Comunista en Canarias, asesinado por los golpistas fascistas españoles.
¿No le da vergüenza, señor Pérez (simulado)? ¿Vale todo por pisar moqueta, por darse la miserable satisfacción de acrecentar su vanidad de triste trepa? Bien debería aplicarse la máxima: cambie usted de nombre, o cambie de vida.
Y desde luego, señoritingo burócrata burgués, no vuelva a tener la desfachatez de pretender presentarse como “socialista” o siquiera “de izquierdas”. No humille encima a sus víctimas.
Comprenderá que con tipejos como usted, no solo no volverá a levantar cabeza en la vida su partido, sino que tengamos toda la razón y todo el derecho a decir que PSOE y PP (y CC) la misma mierda es.
O sea.
Teodoro Santana
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