Pedro Fernández Arcila(*) / Artículo de opinión.- El sábado 16 tuvo lugar en Buenavista del Norte una mesa debate sobre la economía del bien común, una contribución teórica promovida por el austriaco Cristian Felber para construir un modelo alternativo frente al sistema económico actual.
La propuesta, que se está difundiendo por Tenerife a través de un grupo entusiasta de partidarios de esta nueva teoría, está revolucionando el pensamiento económico en Europa y ha tenido un antecedente práctico y autónomo en los gobiernos latinoamericanos de Evo Morales y Rafael Correa, que ya cuentan con un plan nacional del buen vivir.
Esta teoría promueve reemplazar los indicadores con los que actualmente se evalúa nuestra economía, el PIB para la macroeconomía y los beneficios financieros para las empresas, por otros indicadores que nos permitan medir si realmente estamos alcanzando la finalidad última de todo sistema económico: el bien común. Se trata de incluir en las evaluaciones económicas indicadores que el producto interior bruto es incapaz de detectar como el nivel de igualdad, cohesión o integración social, los derechos de la naturaleza, etc. De la misma manera, el beneficio financiero de las empresas nos oculta otros valores que son los realmente trascendentes como la creación de empleo, las condiciones laborales, la igualdad de género, la cooperación entre iniciativas económicas o la protección del medio ambiente.
Según una encuesta realizada por una fundación germana, nueve de cada diez alemanes y austriacos son favorables a un cambio de modelo económico. Esto quiere decir que la población de aquellos países donde siempre se han desarrollado los cambios profundos en el viejo continente son plenamente conscientes de la necesidad de ese cambio sistémico. De ahí que en estos momentos la contribución teórica de Cristian Felber, así como las aportaciones prácticas de aquellos gobiernos latinoamericanos tienen el enorme valor de ir conformando una alternativa económica al caduco y autodestructivo modelo que nos ha tocado vivir.
(*) Pedro Fernández Arcila. Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
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