Francisco González Tejera / Artículo de opinión.- En este preciso instante muchas familias del estado español sobreviven a una Navidad marcada por la miseria. Buscan algo de comida y turrón barato en los supermercados de sus barrios, haciendo colas interminables en Cáritas o en los Bancos de Alimentos, con la idea de olvidar por unos instantes la inmensa desolación, el desfalco premeditado del que estamos siendo víctimas, donde únicamente la casta político-financiera saca jugosas tajadas.
Millones de personas viven acorraladas por una banca terrorista que roba y no es condenada, amiga de una banda organizada que vive de la política, que se hace multimillonaria con una gestión al mejor estilo de los sinvergüenzas más famosos de la historia. Su peculiar “Cosa Nostra” les basta para forrarse en pocos años y montarse sus negocietes, privatizaciones y pelotazos, siempre a costa del empobrecimiento progresivo de nuestro pueblo. Ya no hay vergüenza y no se cortan a la hora de seguir recortando derechos. Todo lo hacen, según dicen, para levantar un país que los anteriores habían hundido, así se van pasando la pelota cada equis tiempo y mantienen un bipartidismo que roza el fascismo, que nos impone un “partido único”, basado en la manipulación social y el saqueo. Puras mentiras para seguir robando el patrimonio público, privatizando la sanidad y asesinando a quien no tiene medios para curarse. Dilapidando la educación pública con el objetivo de que los hijos de la clase obrera jamás puedan formarse y prosperar, convertirlos en los futuros esclavos de un sistema asesino, cuyo fin principal es consolidar ese nuevo régimen dictatorial planetario anunciado, sustentado en la brutal represión, en la explotación, en el genocidio, en las muertes masivas por hambre y en el enriquecimiento ilícito de los sucios “delincodemócratas” que ostentan el poder.
La Nochebuena ya no es buena, se torna oscura y sin magia, solo brilla en los lujosos salones de una minoría de salvapatrias de guante blanco, que ocupan cargos públicos en una pseudodemocracia vendida al poder del dinero. La tristeza inunda unas calles donde observamos a muchas personas sin rumbo, con los ojos desesperados, recorriendo zonas comerciales sin bolsas en las manos, alegrando la vista con ilusiones ficticias, imaginando lo que podrían comprar a sus hijos, soñando con ganar una lotería y salir de una gravísima situación económica, inducida premeditadamente por la casta gobernante y la delincuencia financiera.
Esta Navidad de 2012 se celebra en un estado saqueado, entre los miles de suicidios mensuales, 6 millones de personas desempleadas, 3 millones de niños bajo el umbral de la pobreza y casi 4 millones de familias sin ningún tipo de ingresos. La desesperación invade muchos hogares y una gran mayoría de personas no saben ya que hacer para poder alimentar a su prole, a unos chiquillos sin futuro, donde lo único que nos ofrece esta gentuza es limpiar la mierda de los enriquecidos, trabajar en condiciones de semiesclavitud en los casinos de los mafiosos, a los que perdonan impuestos a cambio de maletines repletos de dinero negro.
La emigración, la prostitución y la humillación de no tener nada, ni siquiera esperanza, es la alternativa futura que se ofrece a una juventud sin posibilidades ni perspectivas para el mañana. Esta es la opción que nos venden los culpables del desmantelamiento de la educación pública y que sentados junto a la curia planifican su nuevo cortijo del derecho de pernada, el abuso y el crimen, donde los “Santos Inocentes” somos la clase obrera, los que no llegamos a fin de mes, los que nos suicidamos cuando la escoria bancaria nos desahucia, los que sufrimos la bancarrota social, creada premeditadamente por aquellos que nos roban el futuro, mientras presumen con su trajes caros, desde los escaños de un parlamento sustentado en la mentira y la estafa.
Francisco González Tejera
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Fuente: http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/2012/12/decisiones-dolorosas-en-la-navidad.html
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