José Enrique Centén Martín / Artículo de opinión.- La palabra de una viceconsejera es como la palabra de dios, si no es así dimito como alcalde, fue la respuesta de D. José Antonio Hernanz Hernanz, Alcalde-presidente del Ayuntamiento de Lozoyuela. Al dudar las madres de los 17 niños de Sieteiglesias privados de comedor y de parada de autobús en su localidad de la ruta escolar existente, motivada al solicitar por escrito esa promesa del restablecimiento de dicha parada, y aceptando el pago del comedor del curso 2012-2013 hasta su expulsión el pasado día 12 de Noviembre. Solicitud lógica de estas “madres corajes” dado el proclive de los políticos a desdecirse de sus promesas tanto en campaña como posteriormente, y tras de varias reuniones con el responsable de la Comunidad y el director del CRA de Lozoyuela.
El litigio viene de atrás, con un comportamiento típico de maniobras propias de “trileros” o tratantes de feria, que realizó el director del CRA de Lozoyuela, al notificar a las madres la suspensión de dicha parada y la expulsión del comedor de los infantes de Sieteiglesias, diez días después del inicio escolar 2012-2013, obligando a recorrer diariamente 12 Km. a todos ellos para asistir a clase y comer en su casa, actitud secundada posteriormente por el responsable del DAT D. Enrique Ramos, con la pretensión de cobrar 2/3 del gasto de comedor del curso anterior usado por algunos niños, gastos contemplados en los presupuestos de la CAM del año anterior y nunca reclamados oficialmente por nadie, o ¿sólo era parte de la campaña electoral, como tantas otras cosas?
Pero lo que es totalmente reprochable, es la actitud prepotente, machista y mafiosa, manifestada por director del CRA en esa reunión del pasado día 22 de Noviembre, diciendo reiteradamente "si usan del comedor es por yo quiero", en un tono fuera de lugar, poniendo en evidencia a sus superiores y al acalde presente, típica reacción de un caciquismo trasnochado, ante las madres, supongo que a sabiendas que la mayoría de las asistentes era monoparentales, dejándolas en una frustración de impotencia difícil de explicar, le recuerdo a este personaje, que aunque monoparentales, su hijos tienen padres o familia masculina y, ante ellos, no creo que actuara de la misma manera, con su forma de actuar ha demostrado su naturaleza y poca valía para ejercer el cargo de director, cuando sólo es un funcionario pagado por los contribuyentes.
José Enrique Centén Martín
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