José Enrique Centén Martín / Artículo de opinión.- Al igual que la dictadura lo consiguió, Rajoy también lo conseguirá, con aquél fueron dos millones de emigrantes repartidos en todo el mundo, cerca del 17% de la población activa, Rajoy superará a su maestro, por ahora hay ofertas para 100.000 enfermeros que quiere contratar Arabia Saudí, Alemania reclama técnicos, EEUU quiere científicos, África necesita cuadros intermedios, Latinoamérica mano de obra cualificada, y con la expulsión de maestros, médicos, universitarios con final de carrera, sumarán más de 6.000.000 que emigrarán y, fin del paro.
Durante décadas España ha formado a todos, ahora Rajoy los desprecia, nuestra nación los necesita, pero a él, qué más le da, repudia a nuestras mentes más claras, abandona la investigación, prefiere pagar royalties a sus amos para que dependamos del exterior, en lugar de crear riqueza propia y exportable prefiere la mano de obra abaratada con las reformas laborales, para que la empresa aquí establecida tenga mayores beneficios. Es lo que deseaba el Capital, por eso apostaron por él como dirigente, poniendo a trabajar su maquinaria propagandística a todos los niveles.
El Capital desde 1837, nos llevan acostumbrando a los pánicos monetarios y crisis comerciales procedentes de la Bolsa de Nueva York, ocurrió en 1891, 1929, 1973, 1987 y la actual, desaparecen cientos de bancos, absorbidos por las grades corporaciones bancarias. La Globalización es el último medio para que el engranaje de esta crisis empezase a funcionar, con aranceles y prohibiciones casi suprimidos, los bienes extranjeros entran rápidamente en el mercado local, afectando al empleo y los medios de subsistencia de miles de personas, estrategia para orientalizar la mano de obra en precios y jornada de trabajo en cada país.
Sin olvidarnos de la tremenda devastación que las guerras por las materias primas ha causado, estas han reforzado y llevado al extremo lo que antes se hizo en menor escala. Si a todo ello añadimos la inverosímil perdida de cultura y el atraso moral frente al siglo XIX con el abandono de la enseñanza pública, sanidad y el bienestar social, con la única intención privatizar todo por parte del Capital, financiando a dirigentes idóneos para la consecución final de sus intenciones comerciales. Logrando esa manifestación secular, condicionada en primera instancia con el ascenso al poder del hombre-masa político, fiel siervo que lleva acabo las políticas económicas dictadas por el Mercado.
Actualmente en los países donde más se está cebando estos ajustes económicos, surgen manifestaciones en contra de sus gobiernos, mejor dicho, lacayos de los financieros, y en el momento de manifestarse en contra de este totalitarismo pseudo-fascista, pasan a ser calificados inmediatamente como antisistema, comunista, radical de izquierdas…, intentando confundir a la población ocultando la realidad, esta no es otra que la demostrada por las acciones de los gobiernos, solo miran en una dirección y no en la ciudadanía, los políticos actuales no nos representan, reclamamos otra forma de gobernanza, es necesario “El Estado participativo”, donde la decisión ciudadana haga valer el interés general y no particular de los partidos políticos, por supuesto no somos antisistema, somos contrario a este sistema de representación parlamentaria, que no es lo mismo, queremos la representación real de la ciudadanía en el parlamento.
José Enrique Centén Martín
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