Rafael González(*) / Artículo de opinión.- En septiembre de 2010 presentamos nuestra primera protesta en forma de moción pidiendo que se limitaran los vuelos de aeronaves a las alturas y horarios que minimizaran las molestias y el riesgo a los vecinos de la comarca de Tacoronte-Acentejo.
Hace unos días volvimos a protestar ante las maniobras nocturnas de los helicópteros militares sobre nuestros barrios.
Sin embargo, lejos de pedir disculpas y rectificar, recientes declaraciones en la prensa de un portavoz del Mando militar en Canarias y especialmente, de la delegada del gobierno español en Canarias, la Sra. Hernández Bento, nos demuestran una vez más el desprecio que determinados políticos y militares sienten por los derechos básicos de la población tinerfeña.
La delegada del gobierno, "pide comprensión" a los vecinos, pero no les explica por qué necesariamente esas prácticas de vuelo deben hacerse sobre sus cabezas en lugar de hacerlo sobre el mar o sobre zonas no pobladas. ¿Tal vez porque nos utilizan a todos como conejillos de indias?
La delegada del gobierno intenta justificar los vuelos por "la naturaleza y fin de los mismos", es decir, el envío a Afganistán el próximo mes de mayo de determinadas tropas con base en Canarias. Esta justificación es si cabe, más odiosa que el mero acto en sí de realizar las maniobras "por sorpresa". Una vez más expresamos nuestro rechazo a la ocupación militar de un país soberano, en contra del deseo de gran parte de su población y sin contar con el visto bueno de la población del estado español, que en gran mayoría ha expresado su rechazo a las aventuras militares en Iraq y Afganistán. Mantener las ocupaciones militares en otros países contra la voluntad de la población, supone ignorar la Constitución y las leyes de un estado supuestamente democrático.
Ahora la señora delegada nos intenta vender la idea de que la seguridad es total porque se trata de unos modelos de helicópteros de última generación y cuyos tripulantes tienen experiencia en otras misiones. Sin embargo, a todos nos son familiares los accidentes de helicópteros y otros artefactos militares, supuestamente de alta tecnología y precisión de trabajo (drones, misíles, helicópteros, etc) en distintas "intervenciones militares"; y es que la mejor manera de garantizar la seguridad al 100% es no realizando los vuelos sobre nuestras viviendas.
Publica también un determinado medio de prensa en Tenerife las declaraciones de los mandos militares, que reconocen que se realizan vuelos nocturnos sin iluminación, así como tomas de tierra en distintos puntos y en diferentes condiciones de seguridad en nuestra Isla. Todo ello es reflejo del grado paulatino de militarización de la vida cotidiana que se nos intenta imponer desde los gobiernos del PP y del PsoE, más comprometidos con las maniobras de la OTAN y la venta de armas que con el bienestar de la población civil.
Por último, reiteramos que es demencial estar derrochando dinero público en mantener las tropas de ocupación, así como en realizar costosas horas de vuelo en aparatos a su vez muy caros. Todo ello realizado por el mismo gobierno que ha recortado el dinero público para la desalación de agua de consumo en casi un millón de euros, o que nos dice que no se puede destinar dinero público a financiar los gastos en la enseñanza, la sanidad o los servicios sociales.
Reiteramos nuestra petición de suprimir los vuelos nocturnos y a baja altitud sobre las zonas pobladas en Tenerife, y pedimos a la delegada del gobierno español en Canarias que rectifique sus declaraciones sobre la "necesidad" imperiosa de realizar dichas maniobras.
(*) Rafael González. Militante de Sí se puede.
Comentarios