Teodoro Santana * / Artículos de opinión.- Con alegría he recibido la noticia de que una parte de las organizaciones de la izquierda canaria han iniciado reuniones para avanzar en la unidad. Lo que confirma que la unidad de la izquierda es posible, como ya se ha demostrado en las pasadas huelgas generales y en la creciente unidad de acción en la calle.
Sin embargo, para frenar la ofensiva general de la oligarquía es necesario que los trabajadores alcancemos un alto nivel de conciencia política y de confianza en nuestras propias fuerzas. Y el primer paso para conseguir esto consiste en acordar un Programa que recoja las reivindicaciones y las propuestas de todas y cada una de las fuerzas políticas, sindicales y sociales que conforman la izquierda anticapitalista y antiimperialista de las Islas. Y que, a la vez, marque un camino inequívoco hacia el Socialismo, defendiendo y popularizando las medidas anticapitalistas que suponen la única salida posible a la crisis. Lo que pasa necesariamente por arrebatarle el Poder económico a la oligarquía financiera, nacionalizando la banca y poniendo inmediatamente en circulación los inmensos recursos, que se mantienen acumulados e inactivos en las cajas fuertes de los banqueros, para poner en marcha un amplio plan de inversión pública productiva que reactive el empleo y el consumo y, al mismo tiempo, asegurar una renta básica de subsistencia a todos los parados y a todas las víctimas sociales de la crisis capitalista.
Sólo un programa de ese tipo hará creíble una alternativa unitaria de la izquierda. Que debe concretarse, además, en el impulso de un amplio movimiento organizativo, en base a comités obreros y populares, para poner en pie, cuanto antes, un frente unitario de resistencia popular.
Por el contrario, una propuesta puramente reformista, de parcheo del capitalismo, de “Estado democrático y social de derecho”, de capitalismo “de rostro humano”, de regreso a los “viejos buenos tiempos”, sólo conduciría a la frustración y a la derrota.
Y, a mi entender, y sirva como aportación, los puntos imprescindibles para ese Programa transformador de unidad de la izquierda deben ser, al menos:
- Nacionalización de toda la banca y de los sectores estratégicos de la economía (seguros, energía, agua, transportes, comunicaciones, sanidad, educación).
- Salida del Estado español del euro, de la Unión Europea y de la OTAN. Abolición del régimen borbónico y su sustitución por una República Confederal Socialista, por decisión libre de los pueblos de las naciones hoy sometidas al Estado oligárquico monopolista español.
- Fiscalidad altamente progresiva. Disminución de los impuestos al consumo. Eliminación de la RIC y del REA. Lucha contra el fraude fiscal y la evasión de capitales. Gravamen sobre el patrimonio, las sucesiones y las rentas del capital.
- Sistema universal de garantía de Renta Básica de subsistencia. Seguro de desempleo durante todo el tiempo que el trabajador se mantenga en esa situación. Pensiones dignas, equivalentes al menos al Salario Mínimo Interprofesional.
- Igualdad de todos los trabajadores. Rechazo a las leyes de extranjería o de residencia.
- Inversión pública productiva. Intensiva en creación de empleo. Respetuosa con el medio ambiente natural y el entorno social y cultural.
- Creación de un potente, moderno y eficiente sector público que, en combinación armónica con los sectores privado y cooperativo, garantice el desarrollo planificado sostenible e impulse el ciclo económico productivo, sano, regular y libre de la especulación y de las crisis.
- Configuración de un nuevo modelo económico sostenible, autocentrado, equilibrado y no dependiente, basado en el turismo de calidad, la agricultura no contaminante, la investigación y la industria de alta tecnología.
- Liberación de Canarias del dominio del imperialismo euronorteamericano. Derecho a la Autodeterminación democrática del pueblo de las Islas. Constitución de la República Socialista Canaria.
- Soberanía alimentaria. Soberanía energética. Promoción y aprovechamiento racional de las abundantes fuentes de energía renovable del Archipiélago
- Rehabilitación de las víctimas de la represión fascista. Recuperación de los restos e inhumación con honores de todos los héroes del pueblo asesinados por la barbarie franquista.
- Solidaridad internacionalista con todos los pueblos en lucha por sus derechos nacionales y sociales. Condena del imperialismo, el colonialismo, el racismo y el sionismo.
Todos los pasos que se den hacia la unidad, por tibios e incipientes que sean, son positivos. Pero la unidad tiene que ser verdaderamente anticapitalista, esto es, estar dirigida a la construcción del Socialismo. Quienes piensan que puede hacerse con declaraciones democráticas generales, de tipo “ciudadanista” (como si estuviéramos en la época de la revolución burguesa en el París de 1789) o marginando a quienes han demostrado sobradamente ser los más firmes, consecuentes y abnegados luchadores por el Socialismo, los comunistas, demuestran sufrir delirios electoralistas de difícil cura.
Mientras tanto, adelante compañeros. Los nuevos tiempos no esperan.
Teodoro Santana
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