Por un Sahara libre y en paz / Asociación Canaria de Amigos del Pueblo Saharaui (ACAPS).- En la noche del domingo, en las colas de facturación del aeropuerto Tenerife-Sur, se repetieron las lágrimas, últimas fotos y abrazos “hasta el verano que viene”. De una parte, familias canarias que, pese a la crisis, decidieron compartir aquello que poseen; del otro lado de veinticinco kilos de regalos humanitarios, niños y niñas de un país virtual, olvidado por la diplomacia internacional: la República Saharaui. Y es que el decidido apoyo económico y afectivo de estas ciento cincuenta y cinco familias acogentes de la provincia tinerfeña es el que ha hecho posible que, al menos en dos meses a salvo de 50 grados de media, crezcan sanos, bien alimentados y rodeados de amor, los futuros dirigentes del pueblo saharaui.
Los niños de los campamentos de expulsados de su tierra por Marruecos llegaron en julio con lo puesto y poco más. Se van sabiendo más español -además en canario- asistidos sanitariamente, con algo más de peso y nuevos afectos de por vida. “Estos son mis amigos de España para siempre”, dice Yeddu mostrando la foto de dos niños y una niña con los que ha ido a una sala de “cine, a la playa y a una fiesta del pijama” por primera vez en su vida.
AENA y la policía del aeropuerto facilitan a la ONG el complejo embarque. Se apilan para facturar maletas y mochilas con cintas de colores de identificación, entre lloros y promesas de volver. “Oj-alá, que significa si dios quiere”, dice alguien. Incluidos los directivos organizadores del programa “Vacaciones en Paz”, hay casi quinientas personas, pero ninguna de ellas sabe si el verano próximo se podrá seguir cimentando esa estratégica y honesta amistad emprendida hace 25 años. Este junio, los fondos proporcionados por la Asociación Canaria de Amigos del Pueblo Saharaui (ACAPS) y el apoyo de última hora del Parlamento de Canarias y el consistorio orotavense, permitieron fletar el avión. Las promesas verbales del Cabildo de Tenerife y diversos ayuntamientos de las Islas siguen, a día de hoy, sin materializarse.
“Si se ha podido sacar adelante el proyecto ha sido porque los padres y hermanos canarios de los niños acogidos están poniendo, con sus cuotas gran parte de los más de novecientos euros que cuesta cada pasaje”, afirma Alberto Negrín, herreño Vice - presidente de ACAPS y responsable de “Vacaciones en paz”. “Jesús decía que diéramos al prójimo lo que nos gustaría recibir. Pues bien: casi ningún político, incluidos los de derechas, está por compartir, así sean cantidades simbólicas”, como sin embargo sí que han hecho dentistas particulares de Radazul, ópticas de La Laguna, Santa Cruz, Candelaria y otros pueblos, completándoles así la asistencia sanitaria realizada por los médicos y administrativos del Servicio Canario de Salud.
Son niñas y niños de 8 a 12 años. Más de catorce horas de viaje les esperan. Canarias dista de Tiduf sólo 90 minutos en línea recta, pero Marruecos no les permite avistar desde el aire la tierra de sus abuelos.
POR UN SAHARA LIBRE Y EN PAZ
Comentarios