Salvador López Arnal(*) / Artículo de opinión.- La industria turística, entre otros asuntos, está en el fondo del viaje Real y del escenario desplegado. Se espera que, en 2012, se rebase por primera vez el millón de turistas rusos. Y este asunto, sabido es, es parte esencial de nuestro incierto futuro: turismo-más-turismo, exportación de mano de obra cualificada, algunas industrias, “mano de obra” barata-muy barata, venta de todo lo público... y suerte, mucha suerte.
Unos apuntes sobre el viaje.
Como nos sabemos todos los cuentos, tal como nos enseñara León Felipe, éste es casi innecesario recordarlo. Por si acaso habita el olvido. Se nos vendió la moto, la Harley usamericana, que la apuesta por la República o el debate sobre Monarquía o República era una memez, otro vértice trasnochado que había que superar. El Rey Borbón, el impuesto por la dictadura franquista, el que acompañó en la tribuna de la Plaza de Oriente al general golpista y criminal en los últimos fusilamientos del fascismo (no fueron los últimos asesinados desde luego), ese político institucional donde los haya -¿por qué no parece incluir el movimiento del 15M al Rey entre los políticos a los que tanto critica?-, se nos dijo una y mil veces, no importaba: reinaba, era campechano, ya no era Juan Carlos “el breve”, figuraba en los papeles como decoración, hacía algunos viajes personales para divertirse, nos costaba algún dinerito, pero no gobernaba, no estaba en el cocido de la política que contaba. Para calmar un poco a los militares golpistas en potencia y a los golpistas en acto (así, el 23-F, con todas sus tenebrosas oscuridades. Vean –no se lo pierdan- el documental de Xavier Juncosa sobre lo sucedido aquella histórica y oscurecida noche).
Era un cuento, otro más, como ahora todos sabemos. El Rey también gobierna y apoya lo que apoya. El mismo día en que las calles de toda España se llenaban de manifestantes críticos ante las últimas medidas gubernamentales, la primera autoridad del Estado, el suegro del Duque palmesano don Iñaki Urdangarin, el padre de doña Cristina Federica de Borbón y de Grecia (y también de Aizoon), apoyaba a las claras los salvajes recortes del (des)gobierno Rajoy. En Moscú, mira por donde.
Y ante Putin. Estaba de visita oficial, de poco más de 24 horas, acompañado de algunos ministros, de un nutrido grupo empresarial y de periodistas que “por fin” podían viajar de nuevo con él, como colegas, ”currando” como dijo, a pesar de estar enfermo cuando ningún trabajador, comentó entre risas algo estúpidas, lo haría en su caso (¡qué sabrá él de la nueva contrarreforma laboral!). Pues bien, ante el presidente ruso don Juan Carlos I de Borbón señaló que “las medidas de Rajoy pronto darán frutos” [1] y añadió que, además de controlar el gasto, “hay que tomar medidas que impulsen el crecimiento”. ¿No está clara su posición y, por ende, la de el Casa Real?
Nos -y les- contó además otro cuento de los suyos -español, muy español-, con sesudo trasfondo histórico, durante un brindis, durante el “almuerzo de trabajo” (¡qué bromita, doña Cristina!) que celebró con el presidente ruso: "España siempre ha salido reforzada de las crisis que ha padecido en el pasado y estamos firmemente convencidos de que en esta ocasión también lo haremos y que las medidas adoptadas pronto darán sus frutos".
¿Siempre ha salido reforzada España de todas las crisis? ¿También de la “crisis” de la guerra civil y de los miles y miles de fusilados, asesinados y exiliados? ¿No es esto un insulto a la memoria de las víctimas de aquel terrorismo de Estado de cuya tradición él forma parte?
Siguió don Juan Carlos: "Estamos haciendo un gran esfuerzo en materia presupuestaria, somos conscientes de que la austeridad y el control del gasto son requisitos imprescindibles, pero no suficientes para superar esta crisis".
De impuestos que no sean la subida del IVA ni mu, nada de nada. Prosiguió: "Para ello hemos puesto en marcha una profunda reforma estructural de la economía con el objetivo de recuperar la confianza y la credibilidad de los mercados y volver a la senda del crecimiento y la creación de empleo, principal problema de nuestro país". ¿Reforma estructural la nueva contrarreforma laboral, las agresiones a los parados, el ataque a los trabajadores públicos?¿Con eso se recupera la confianza de los mercados? ¿De eso se trata?
Dio, además don Juan Carlos, el suegro del yernísimo, una lección económica a las autoridades europeas, para que sepan de qué va la cosa, a ver si se enteran de una vez: "si no se actúa para estabilizar los mercados de deuda, no será posible que vuelva a fluir el crédito al sector privado y por tanto será imposible asegurar el crecimiento". ¿Lo han entendido?
"Rusia es un aliado estratégico y, a pesar de la distancia geográfica que nos separa, resulta muy próximo... Creemos que tenemos un enorme potencial en el que avanzar y que hay un gran margen de crecimiento”. Si lo dijera yo se me podría tachar de nostalgia soviética o expresión similar, pero lo ha dicho el Rey, don Juan Carlos de Borbón, el Rey de todos los españoles y españolas que quieran seguir siendo súbditos de su reinado y gobierno conservador-altamente conservador. Vamos, de derecha extrema de toda la vida.
Nota:
Salvador López Arnal
Salvador López Arnal es colaborador de rebelión y El Viejo Topo y discípulo de Francisco Fernández Buey, es coautor, junto a Eduard Rodríguez Farré, de Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente. Los libros de El Viejo Topo, Mataró (Barcelona), 2008.
* Profesor-tutor de Matemáticas en la UNED y enseñante de informática de ciclos formativos en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Colabora normalmente en la revista "El Viejo Topo" y es coguionista y coeditor, junto con Joan Benach y Xavier Juncosa, de "Integral Sacristán" (El Viejo Topo, Barcelona, en prensa).
Salvador López Arnal es autor de Entre clásicos (La Oveja Roja, Madrid, en prensa).
Canarias Insurgente ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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