Lorenzo Angiolillo Fernández(*) / Artículo de opinión.- La historia es inseparable del historiador, como este lo es de la sociedad en la que vive. Parte de nuestra reconstrucción del pasado depende de nuestra propia visión del mundo y, en la medida que se plantean nuevas preguntas y cambian los métodos, se amplía y se altera el conocimiento histórico. En ocasiones se encuentran datos que en su momento llevó horas recoger; o noticias que casi pasaron desapercibidas y ya nadie recuerda dónde aparecieron. Tratamos de juntar o recopilar, en la medida de lo posible material que casi siempre gana con el tiempo, que puede inspirar líneas de investigación o ensayo, que ilumina el presente desde el pasado, para los jóvenes hoy, una diversidad de conceptos políticos y de toda índole que se usan en el común, día a día, no tienen idea de lo reciente de su surgimiento a partir de la transformaciones políticas, de la IV Republica, conceptos más genéricos como la identidad nacional y la transición política, el bolivianismo, volvieron a conformar el ideario colectivo, una razón de ser social y existencia nacional para la gran mayoría de los venezolanos, que en las décadas del 80 y 90 vieron comprometidos estos valores por la mediatización de facto de los valores esenciales de nuestra nacionalidad.
Entre las cosas o causas por la cual hoy pareciera ser normal y que siempre ha sido así esta la lucha librada hasta hace poco por las mujeres y algunos hombres venezolanos, por la igualdad de géneros los discursos en torno al derecho de las mujeres, de igualdad de genero, apenas se apagan entre nuestros oídos al cerrar los ojos frente a el machismo venezolano, o la homofobia como dijera la Diputada mexicana y luchadora feminista Marcela Lagarde a propósito de asumir el curul parlamentario: que se encuentra “madura y serena para enfrentar el duro, machista, misógino y patriarcaloso espacio de la política”.
Kate Millet de quien reproduzco la frase que encabeza y titula este articulo, además de herir orgullos, la obra académica y científica de esta luchadora, incluyo en su trabajo a dirigentes y pensadores de izquierda, como autores también y practicantes de actitudes excluyentes .En 1970 publicó Sexual Politics, su tesis doctoral. Es la obra que por primera vez analiza el patriarcado como un sistema de dominación autónomo de otros (capitalismo, racismo…). En él denuncia la misoginia y el heterosexismo de grandes literatos y pensadores de izquierdas. Estuvo en la cárcel por su activismo feminista. Secuestrada en Psiquiátricos, le fueron incautadas sus propiedades, todo por el solo hecho de declararse bisexual, y militante feminista. Este reciente pasaje en relación a un aspecto de la lucha revolucionaria y bolivariana, quizás para muchos les parece un lugar común pero es una lucha aun cruda en la etapa actual de las sociedades del mundo. Los 12 años de Revolución Bolivariana representan un espacio de protagonismo para la mujer venezolana en todos los sectores de la sociedad, como escribiera este servidor a propósito del 8 de marzo, un artículo titulado: A las madres, esposas e hijas, del mundo uníos. Sin mujeres no hay revolución, allí indique el porqué de esta sentencia, “Feminismo, anticapitalismo y liberación nacional” y el análisis de las mujeres de la izquierda Castellana que concluye entre otras cosas que: “Nos hallamos en una situación en que se necesita más de una revolución, Pero cada una de ellas sólo puede triunfar con la realización de las otras”. “La mujer de la nueva sociedad será plenamente independiente en lo social y lo económico, no estará sometida lo más mínimo a ninguna dominación ni explotación, se enfrentará al hombre como persona libre, igual y dueña de su destino”. (August Bebel, “La mujer y el socialismo”, 1879). Historia del siglo 20, 2003 Juan Carlos Ocaña.
No basta que el líder y presidente Hugo Chávez se declarara hace tiempo feminista, y que de manera efectiva haga seguimiento para que se cumpla los derechos fundamentales de la mujer venezolana, es necesario ir primero en lo personal, cambiando los conceptos, los valores éticos y la forma de apreciar a la mujer en su rol social, es necesario acabar con la hipocresía mas grande de ser masculino, el macho machote, debe dar paso a una forma natural de masculinidad, tampoco es darle rienda suelta o tratar de salir del closet, en una especie de explosión libertina, debemos internalizar y cambiar años de referencias culturales, tanto patriarcales como matriarcales erróneas o sexistas. Podremos obtener mayor seguridad social cuando se desarrolle mayor armonía en la conducta social intergeneros, así que mi forma de relacionarme con mi pareja no es un asunto personal, mi forma de interrelacionarme con las camaradas no es un asunto personal, mi forma de concebir el mundo homosexual, no es un asunto personal, como educo a mi hija no es un asunto personal, por ello como homenaje a Kate Millet repito: "Lo personal es político" pero igual afirmamos: Venezuela es Mujer y Bolivariana.
(*) Ex Embajador de la Republica Bolivariana de Venezuela. En las Antillas Neerlandesas. E Ideólogo Bolivariano.
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