Francisco Javier González / Artículo de opinión.- Bastó que el Presidente autonómico sacara un fisco el pico de debajo del ala para que, como en las sabandeñas “Folías de la Libertad”, se lo escachen pues, “parece que convenía que el canario no cantara”, pero ese canario no es el Presidente colonial que más que cantar, gime, sino el canario de calle, el de a pie, en paro y sin esperanza.
El pobre Paulino se quejaba en su blog personal –ignoro el plumífero que se lo redacta– de que "el PP está alejando a Canarias de España, un error que está tardando en corregir" porque “Canarias no puede recortar más su presupuesto ni ajustar más sus escasos recursos públicos” y, llegando ya al límite de su osadía, dice que "si nos siguen ahogando van a condenarnos a medidas que no hemos tomado ni queremos tomar", por supuesto que sin especificar si esas medidas consisten en aumentar los mares con su llanto o si en represalia va a prohibir la VI Feria de Abril y su flamenco en Las Palmas. Remata Paulino diciendo que si eso ocurre, la culpa será del Estado (decir que será de “España” y su maldito colonialismo está fuera de la órbita pauliniana) ya que "Canarias está cumpliendo y haciendo bien las cosas". No señor Presidente. El PP no nos aleja ni nosotros estamos lejos de nadie. Estamos en nuestro sitio del noroeste africano. Los que están lejos son ellos allá en Europa.
Es a partir de esas premisas y a la vista de los “recortes” del presupuesto que España asigna a su colonia -que van in crescendo y amenazan con seguir aumentando- cuando el discurso pauliniano alcanza su mayor carga política: “Canarias en conjunto -sus instituciones, sus partidos, sus empresarios, sus trabajadores- deben rebelarse contra esta grave discriminación. Los canarios no podemos permitir que se nos trate como ciudadanos de segunda clase, cuando, por lo demás, hemos demostrado seriedad, rigor y compromiso con la austeridad”. Por supuesto que la llamada a la rebelión del Presidente no pasa de ser un ejercicio literario. Si fuera en serio y si se dirigiera a la raíz del problema que es la dependencia colonial contaría con muchos de los que por su sumisión lo criticamos, pero desde luego que Paulino Rivero no es un libertador ni vulnerará nunca la legalidad, aunque esta “legalidad colonial” sea en último término ilegítima. Como él mismo nos dice de su biografía “Me ha gustado el texto que hay sobre mí en la Wikipedia: Paulino Rivero Baute es un político español nacido...” Paulino es español, se siente español y no piensa dejar de serlo y, como tal, seguirá haciendo lo posible para que la colonialidad continúe Está en su derecho y nosotros también en el de rebelarnos no solo contra el sostenido atraco estatal español sino también contra su gobierno que colabora y permite pervivir un sistema que nos mantiene con más del 33% de paro y más de 18 puntos sobre el ya enorme paro de la metrópoli, con los menores niveles salariales y en una situación de pobreza cada vez más generalizada.
La respuesta española no ha venido de mano del ministro jilufo, el guanarteme petrolero J.M. Soria que está muy ocupado veraneando en Lanzarote en el ilegal Hotel Volcán probablemente para, como ministro de turismo, ver como se vive en la ilegalidad. Seguro que pagará en metálico como hacía con el chalet que durante casi dos años le “alquiló” el eólico Javier Esquivel. La respuesta viene de boca de su corifeo faldero Asier Antona instando al Presidente supuestamente rebelde a “que deje de lloriquear” porque "En estos momentos, sobra el victimismo y el lloriqueo. En Canarias como en España tenemos que cumplir unos objetivos rigurosos para poder salir adelante. No cumplir no es una opción; negarse a cumplir, una irresponsabilidad". Me temo que hasta los 400 euros de los desahuciados entren en esos objetivos rigurosos.
El verdadero rostro de la derecha española y criolla asoma en seguida. Los empresarios ponen el grito en el cielo ante la retórica rebelión. Oliver Alonso, del Grupo Domingo Alonso, importador que extiende sus tentáculos por la mitad del noroeste africano y hasta la gringa Miami, se explaya en Canarias7 diciéndonos que “cómo se le puede ocurrir incitar a la rebelión a la población contra el gobierno español, ¿cómo se puede ser tan irresponsable?” razonamiento al que se apuntan todos los medianeros de la finca colonial. Son coherentes con su visión del sistema y de la sociedad de explotación. Como dice mi amigo Isidro León en su último artículo, de esta forma “Se desnudan los esbirros”.
Como en las Folías sabandeñas, el pequeño canario “que cantaba entre barrotes/desgañitó su cogote/ rompió la jaula y voló”. Voló en busca de lo que nos falta: Libertad y Dignidad.
Gomera –sin hidroaviones ni helicópteros– a 10 de agosto de 2012.
Francisco Javier González
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