Orestes Martí* / Artículo de opinión.- Conocen los amigos lectores lo que hemos expuesto sobre la "Globalingua" y esa forma que tienen los llamados "servicios especiales", los tanques pensantes y los laboratorios de guerra psicológica de ir poco a poco construyendo un mundo virtual que luego, apoyados en el extraordinario aparato mediático que tienen a su disposición y en el dominio casi absoluto de las nuevas tecnologías de la InfoCom y su entramado de redes físicas y virtuales, lo van haciendo pasar por el mundo real ... y que, por cierto, una gran parte del público, se lo cree.
De este vocabulario -salido principalmente de los "tanques pensantes"-, los correspondientes a "disidente", "opositor", "rebelde", "régimen", "fuerzas democráticas", "comunidad internacional", etc, últimamente han alcanzado una extraordinaria connotación, por el empleo indiscriminado y realmente manipulador de los mismos; así como por su utilización en la justificación de las mayores atrocidades y verdaderos crímenes de lesa humanidad.
Lo triste del caso, es que tales términos son "asimilados" por una parte de aquellos que se auto titulan con términos también imprecisos como "progresistas, "demócratas de izquierda" y a veces llegan a auto calificarse como "revolucionarios"; el resultado no puede ser otro que el de una tremenda confusión en las personas a quienes llegan sus contradictorios "mensajes".
Los antecedentes y las estadísticas
Les expondremos como ejemplo, un caso reciente: el fallecimiento en Cuba -producto de un accidente automovilístico- de dos ciudadanos, bautizados por la "globalingua" como "disidentes", "opositores", etc...
En un artículo aparecido en el año 2010 (1), se reportaba unas "Estadísticas de Accidentes de Tránsito", en las que aseguraba el sitio autoblog.com, que a escala planetaria se producían 1.2 millones de muertes a causa de dichos accidentes. Por su parte, en otro informe de la época, la Organización Mundial de la Salud había ya señalado además que: "... y tienen un costo para el sector de la salud de 500.000 millones de dólares anuales a nivel mundial. Los choques en las carreteras causan 20.000.000 de lesionados cada año y una parte de las personas queda discapacitada de por vida, en detrimento de miles de familias y de la propia sociedad. Los pronósticos ... revelan que, desafortunadamente, los accidentes de esta índole pasarán de la décima a la octava causa de muerte para 2030, en todo el mundo."
En Cuba concretamente, las muertes por accidentes de tránsito siempre han sido consideradas como una verdadera plaga. De acuerdo con datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, en el año 2009: "En Cuba, los accidentes en el tráfico han oscilado entre la cuarta y quinta causa de muerte, en estos últimos años... Durante el pasado año, las víctimas fatales ascendieron a 778 personas y alrededor de 7.707 resultaron heridas. Si se comparan estas cifras con las del año precedente, los reportes indican un aumento de 835 accidentes, 96 lesionados y dos fallecidos más. Luego de que en 2006 la accidentalidad se redujo, se advierte un despunte entre 2007 y 2008"...
Los hechos
Para no caer en el campo de la especulación, basémonos en las partes del informe oficial de las investigaciones de los peritos de la Policía (2): "...el pasado 22 de julio a las 13:50 horas, un auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Granma.
En este lamentable accidente fallecieron los ciudadanos Oswaldo José Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante; mientras que resultaron lesionados leves los extranjeros Ángel Francisco Carromero Barrios y Jens Aron Modig, de ciudadanías española y sueca, respectivamente.
Durante el proceso investigativo, se precisó que el vehículo salió de La Habana sobre las 06:00 horas de ese día, conducido por Ángel Carromero, y se dirigió a Santiago de Cuba. Jens Aron viajaba en el asiento delantero derecho; Oswaldo Payá en el asiento trasero izquierdo y a su lado Harold Cepero. Estos dos últimos no llevaban puesto el cinturón de seguridad.
El tramo de la carretera en que ocurrió el accidente está en reparación y por espacio de unos dos kilómetros no se encuentra pavimentada la superficie de rodamiento, lo cual lo convierte en una especie de terraplén con abundante gravilla; por tanto, muy resbaladizo. El análisis pericial arrojó que el lugar es una vía recta que cuenta con buena visibilidad y había una señal que indicaba la existencia de hombres trabajando en su mantenimiento, precedida de otras similares que alertan a los conductores de los tramos en reparación.
Al respecto, el apartado dos del artículo 127 de la Ley 109, de seguridad vial, establece que “no se debe conducir un automóvil a una velocidad mayor de 60 kilómetros por hora en camino de tierra o terraplén”; y en el 128 que “Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, en relación con el límite general de velocidad, el que guíe un vehículo o animal por la vía debe tener pleno dominio de su movimiento y está obligado a moderar la marcha y si es preciso detenerla siempre que la circulación, estado de la vía o la visibilidad lo imponga”, en especial, “cuando la superficie está resbaladiza por agua, grasa, arena, lodo u otras sustancias o éstas puedan proyectarse hacia los vehículos y peatones”.
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio granmense de Río Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender, la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad. Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
Un equipo de la Dirección de CriminaIística integrado por: Teniente Coronel Misael Fontes Pérez, oficial de la Sección de Averías, Explosiones e Incendios (19 años de experiencia como perito); Teniente Coronel Inardi Reyes Uriarte, Jefe de la Sección Provincial de Criminalística de Granma (11 años de experiencia como perito); y el Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con Fidel Núñez Guevara, Jefe de Ingeniería del Tránsito en la provincia Granma (9 años de experiencia como perito), concluyó categóricamente que el conductor manejaba a exceso de velocidad y que el vehículo presentaba una abolladura de 67 centímetros de ancho con 45 centímetros de profundidad en el lateral izquierdo trasero, perpendicular al eje longitudinal del auto (lugar donde viajaban los fallecidos), como consecuencia de un fuerte golpe que deformó sustancialmente el monochasis y el techo, cuyas características y dimensiones se corresponden con el tronco del árbol referido.
El dictamen médico forense indica que Oswaldo Payá falleció instantáneamente a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico como resultado del fuerte impacto recibido; mientras que Harold Cepero murió en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia respiratoria aguda por tromboembolismo pulmonar graso del lóbulo superior del pulmón izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del fémur izquierdo.
Ángel Carromero declaró al Órgano de Instrucción que no recordaba haber visto la señalización que alerta sobre el estado en que se halla la vía. Añadió que irrumpió al terraplén a una velocidad que no puede precisar, debido a que no iba observando el cuentamilla y al percatarse de que transitaba sobre grava, intentó disminuir la velocidad mediante un frenazo brusco y el auto comenzó a resbalar de lado hasta impactarse contra el árbol. Jens Aron declaró que él estaba dormitando cuando sintió el frenazo y el desplazamiento lateral del vehículo; luego perdió la conciencia.
A partir del análisis lógico del tiempo de viaje (cerca de ochocientos kilómetros en menos de ocho horas, con tres paradas intermedias), las declaraciones de los testigos y el estudio pericial del lugar del hecho y el vehículo, el equipo investigativo evaluó que Ángel Francisco Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora y que frueron su falta de atención al control del vehículo, el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, las causas que determinaron este trágico accidente que costó la vida a dos seres humanos"....
La manipulación.
Lo que las estadísticas han mostrado sobre los accidentes del tránsito en Cuba -y que mostramos con anterioridad a los amables lectores-, por arte de magia de la manipulación mediática -en el caso descrito en los hechos-, se convirtió en un asesinato político y los ciudadanos fallecidos, en dos "disidentes" asesinados.
Hemos sido testigos de la forma irresponsable en que incluso antes de que las autoridades competentes llevaran a cabo las investigaciones del caso, comenzara a circular a través de la Red, un torrente incontenible de correos electrónicos. Nosotros recibimos muchísimos, la inmensa mayoría de ellos, sin solicitarlo; surgieron "de la nada" y al mismo tiempo -se podía apreciar fácilmente que los 20 millones de dólares para los fines subversivos de la guerra digital contra Cuba tiene quién los utilice-; hasta nos vimos en la necesidad de enviar una protesta a una institución que desde el interior de la propia Cuba -que no sabemos, pero nos imaginamos, cómo obtuvo nuestra dirección de correo electrónico- nos colocó en una "Lista de distribución" y nos comenzó a enviar las versiones más disparatadas de los hechos, con "especulaciones" (de alguna forma hay que llamarlo) que apuntaban a un asesinato político por parte del Gobierno cubano. Por cierto, una institución que, por otra parte, se supone que está "para sembrar el amor entre los hombres de buena voluntad", como le pusimos en nuestro correo-protesta, tanto por la manipulación como por el colocarnos en la mencionada "Lista", en la que pululan personas llenas de odio y de rencor hacia su propio país de origen.
En la "artillería pesada" de los "corresponsales", se reflejaba la mismas "matrices de opinión" que de manera apreciable ha aparecido en todos los "medios" y por todos los medios: dudas y más dudas sobre la las instituciones oficiales y sobre la prensa cubana y un supuesto "ocultismo", "opacidad" y "contubernio" para ocultar el supuesto "atentado" contra los "disidentes", los valerosos "opositores". En el caso de la prensa, ninguna alusión -desde luego- a la grosera manipulación llevada a cabo por el Miami Herald en la que "aportó" hasta una foto falsa.
En efecto, en una crónica sobre el accidente que fue publicada por El Nuevo Herald, de Miami, el lunes 23 de julio, insertó una foto falsa –ver foto 1- correspondiente a otro auto accidentado (incluso de otro color) que mostraba un impacto en la parte delantera, cuando en realidad, el auto verdadero (ver la foto 2) está golpeado por un costado y por detrás, lo que se corresponde con el informe policial.
NOTAS:
(1) "Estadísticas Accidentes de Tránsito":
-Mundialmente 1.2 millones de personas mueren anualmente en accidentes de tránsito
-Solo en los Estados Unidos, existieron el año pasado 33,963 accidentes mortales, que representan una cuarta parte del total de accidentes al año en ese país: 121,599
-A nivel mundial y traducido en tiempo, son 3,287 muertes al año por año en el mundo, equivalente a una muerte cada 15 minutos. En los Estados Unidos la cifra pasa a 94 muertes por día. Del total de muertes al año, una tercera parte tiene que ver por conducir bajos los efectos del alcohol.
-¾ partes de las muertes son hombres, ¼ parte son mujeres. Para el 2020 se espera que el número de fatalidades aumente 65%
-25% de todos los accidentes normales, tiene que ver con una persona haciendo uso del celular. Utilizar este dispositivo mientras se conduce, reduce drásticamente los reflejos de reacción de una persona, a la de un anciano de 75 años.
-Un transeúnte tiene 90% de probabilidades de sobrevivir a un accidente con un auto que los arrolle apenas a 30km/h. A velocidades superiores, las probabilidades decrecen a 50%.
(2)Partes de la Nota del Ministerio del Interior de Cuba, con fecha 27 de julio, aún sin concluir definitivamente el proceso de investigación.
(3) El estado cubano nunca fue terrorista: la muerte de Payá
(4) Comentó Raúl que ahora aspiran, con el apoyo de sus grupúsculos, a que suceda aquí lo de Libia, o lo que quieren hacer con Siria.... No se puede dirigir el mundo, y mucho menos basado en la mentira repetida, al estilo del ministro de propaganda de Hitler. El día que quieran la mesa está servida, como ya se les ha dicho. Si quieren discutir, reiteró el Presidente de los Consejos de estado y de Ministros, discutiremos, sobre derechos humanos, democracia, sobre todos esos cuentos que han inventado en los últimos años.
(5) Muerte de `disidente´cubano Oswaldo Payá: ¿inventar un asesinato para tapar la responsabilidad penal de un político español?
José Manzaneda. Coordinador de Cubainformación
(6)
-Yoani Sánchez y el caso `Payá´: la contra cubana tiene de altavoz a El País
-La mentira que faltaba: "Carromero puede ser asesinado"
-Medios ocultan dato clave en accidente de Payá: funcionario español es responsable
La lista de reproducción de vídeos:
http://www.youtube.com/playlist?list=PLA22950CD07743C3D&feature=plcp
* Orestes Martí, periodista y escritor cubano residente en Canarias.
Las Palmas de Gran Canaria
30 de julio de 2012
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