Francisco González Tejera / Entrevistas.- La indignación preside estos días la vida de millones de emplead@s públic@s en todo el estado español, sus movilizaciones junto al Movimiento 15M y los sindicatos no deben parar hasta generalizarse en todos los sectores de la clase obrera para tumbar este gobierno de la ultraderecha. Un gabinete presidido por un tal Rajoy, títere de la banca y de las corruptas grandes fortunas que lo utilizan como ariete de sus intereses. Los fascistas siempre se han caracterizado por no tener consistencia ideológica ni valores éticos, lo único que los une es el dinero y el expolio de todo lo público.
Los demoledores recortes sociales y laborales presentados por esta banda organizada de millonarios sin escrúpulos, son solo el comienzo de un saqueo generalizado que comenzó la noche que ganaron las elecciones. La subida del IVA hasta el 21%, donde por ejemplo han condenado a la industria del cine a su casi desaparición, la reducción de la prestación por desempleo, la supresión de la paga de Navidad al funcionariado, la subida de las tasas universitarias cerrando las puertas a sus estudios a l@s hij@s de la clase obrera, la modificación de la Ley de Costas para que los constructores arrasen por lo que queda intacto en el litoral marino, son solo unos añadidos más a las brutales reformas en contra de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Millones de personas que ya no sabemos como sacar adelante nuestras economías, mientras estos caraduras se enriquecen y gozan de sus pensiones vitalicias, sus sueldazos, comisiones, pelotazos y prebendas en el lado oscuro de su gestión política.
En Canarias un 31% de la población resiste bajo el umbral de la pobreza y sobrevive entre los indices de miseria más elevados junto a Extremadura y Andalucía de toda Europa. Esto no parece afectarle a los gerifaltes del gobierno del PP, que siguen sonriendo y aplaudiendo las decisiones de un presidente con altos grados de discapacidad moral, que cuenta entre sus diputados con acolitas tan detestables como la hija del presunto corrupto pepero Carlos Fabra, la ínclita rubia de bote, Andrea, que vociferó ante todas la televisiones un enorme ¡Que se jodan¡ contra millones de personas desempleadas al aprobarse la rebaja de la prestación. Este nuevo exabrupto de esta tribu siniestra define a un partido heredero directo de la dictadura franquista, que subsiste gracias a la ignorancia de gran parte de la clase obrera que le ha votado.
El vomito de odio de clase de la diputada Fabra es la síntesis de los principios oscuros y reaccionarios de este partido, una formación política que gobierna un país destrozado por políticas neoliberales, diseñadas para enriquecer de forma exclusiva a los poderosos, a las grandes fortunas decadentes, a una monarquía despilfarradora y medieval y a una iglesia católica anclada en los años de la inquisición, cuya curia camina entre escándalos sexuales con menores y sucios negocios de sus corruptos mercaderes de la banca ambrosiana.
Cientos de miles de personas en todo el estado estamos saliendo a las calles a protestar contra este gobierno de sátrapas burgueses, los medios de desinformación masivos al servicio del poder ocultan la verdad para evitar el efecto contagio, para dar una imagen de tranquilidad ante las vergonzosas medidas de las clases dominantes representadas por el presidente Rajoy y sus compinches. Esta lucha aunque la traten de tapar desde la manipulación informativa, no finalizará hasta destronar de sus poltronas a una casta política que pisotea los derechos más elementales de la ciudadanía.
La indignación se palpa en el ambiente y se ve en las caras de la gente, de todas las personas de buena voluntad que tocan las bocinas desde su coches para protestar y apoyar, los bocinazos de los chóferes de las guaguas puño en alto, de los camioneros cuando pasan cerca de nuestras movilizaciones. Ayer mismo nos unimos en la emoción revolucionaria emplead@s públic@s del Ayuntamiento, profesores y personal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, junto a l@s estudiantes Pre-Parad@s, que salieron por un rato de su heroico encierro en la Facultad de Humanidades, donde ya llevan 54 días exigiendo la bajada de las tasas de matricula y una educación pública gratuita y de calidad. Todos y todas nos sumamos a una lucha justa que nos une y nos hermana de forma fraternal en la búsqueda de una sociedad mejor, donde desaparezca la corrupción política y se consolide una verdadera democracia real y participativa.
Francisco González Tejera
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Fuente: http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/2012/07/el-odio-de-clase-de-la-diputada-de-la.html
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