Incendios en Canarias / Inekaren.- No es nada nuevo para nadie que la administración y la gestión de la prevención de los incendios en Canarias desde hace muchos años es un auténtico desastre. Desde Inekaren mostramos, una vez más, nuestro profundo rechazo ante tales circunstancias. De nuevo, los hechos más recientes ponen en tela de juicio la actuación de las diferentes Administraciones competentes. Cuesta comprender que a día de hoy, dada la historia que nos avala en relación a incendios forestales en las islas, no haya en Canarias equipos plenamente preparados para una extinción en plenas condiciones.
El panorama dantesco al que venimos asistiendo desde hace tres días, tiene responsables políticos a los que señalar y, aunque ahora lo prioritario sea parar el fuego que continúa comiéndose nuestros montes, no se deben depurar responsabilidades de la manera que no tienen acostumbrados. Y es que cuando se consiga poner fin a la pesadilla, no sin antes haber dejado que arrasara todo tras su paso, asistiremos al mismo espectáculo lamentable de siempre: muchas alusiones a las altas temperaturas, al viento, a la orografía complicada... en definitiva, las mismas excusas de años atrás pero ninguna responsabilidad política ni ninguna dimisión de los responsables.
¿Acaso ha cambiado algo con respecto a desastres anteriores? Dentro de un año, dos, tres...se volverán a repetir de nuevo los mismos errores. ¿Para cuándo una plataforma de hidroaviones en Canarias? ¿Cuándo será el día en que contemos con un protocolo que permita actuar con todos los recursos posibles desde el nivel 1 para evitar llegar a desastres como éste? Pero no, lo cierto es que aquí hay que esperar 48 horas para que manden los medios necesarios y, únicamente cuando ya el incendio está descontrolado, ponerse a trabajar ante una magnitud que ya imposibilita la efectividad de tales refuerzos.
Recortes que hacen que las políticas de prevención sean prácticamente nulas, escasos medios humanos, materiales y técnicos, falta de organización, mala gestión, etc. en un año de sequía como éste, claman al cielo. Pura negligencia de las pertinentes Administraciones que el pueblo no debe tolerar.
Lo triste es que no deberíamos sorprendernos, cuando el dramático escenario ante el que nos encontramos no es más que el fruto del juego que se traen con las políticas de prevención y extinción, aquéllos que en estos momentos se jactan cínicamente de ocupar el mejor lugar en la foto.
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Inekaren
Islas Canarias, Norte de África
24 de julio 2012
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