Adolfo Padrón Berriel* / Artículo de opinión.- El anuncio, por parte del presidente del ¿gobierno?, sobre el rescate financiero español en este fin de semana, pone en evidencia el espectáculo circense en que se ha convertido la actividad política. La puesta en escena, que ni diseñada por los hermanos Marx, nos coloca en un disparadero de desconfianza absoluta hacia todo lo que se menea en Moncloa –simplemente una reedición esperpéntica de los aquelarres celebrados en Bruselas-.
Las declaraciones de Rajoy para explicar la “buena nueva” nos advierten que nada de lo que se diga, ni siquiera por el mismo, puede gozar de credibilidad, pues los buenos fulleros, deben saber guiñar el ojo y manejarse con soltura en la mentira, o cuando menos en el despiste –en pocas palabras, nuestro presidente ha venido a sentenciar que la partida siempre depende de la habilidad para esconder las cartas–. Y se fue “tan pancho”, orgulloso y feliz a ver jugar a la Roja. Y sólo le faltó repartir habanos y hacer la ola. Groucho no lo hubiera hecho mejor y es que para algunos, como él decía: La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
“¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?” Así parecía parafrasear nuestro presi al genio del humor en blanco y negro, al intentar convencernos de que el rescate –recapitalización de los bancos, reflotación financiera, … y demás eufemismos tramposos– es una auténtica bicoca, el mejor regalo de Reyes Magos en plenas vísperas del solsticio de verano: 100.000.000.000 € (se dice pronto), caídos del cielo.
Lástima: La prima de riesgo, el mismo euro-grupo y la propia Lagarde –directora gerente del FMI– se han apresurado a contradecirle y el aparente “regalo” no resulta ser tal, sino un nuevo engodo ligado a importantes contrapartidas. Es más, según muchos expertos económicos, el rescate financiero español no es un remedio eficaz para la fiebre de nuestra economía, sino que ocultará temporalmente el síntoma, para obligarnos, a lo largo de las próximas semanas, a consumir nuevos medicamentos con múltiples efectos secundarios -este es el primero de los sucesivos y crecientes rescates a los que nos veremos sometidos, nosotros y las demás victimas del contagio (Italia, Chipre, ...)- .
Genere o no mayor déficit, suponga o no un aumento de la deuda, este rescate tiene toda la pinta de ser un placebo utilizado como control del ensayo clínico al que nos someten la doctora Merkel y su equipo interdisciplinar. Ocurra lo que ocurra, a partir de este verano los ciudadanos sufriremos nuevas y mortificantes dolencias: crecimiento del número de parados, más reducciones salariales, recortes en la prestación por desempleo, más impuestos indirectos, sustracción de derechos sociales y un brutal desmantelamiento de nuestros servicios públicos, con despidos que se prevén masivos en el sector. Esto no es un vaticinio, sino el desglose del tratamiento farmacológico -264 folios- presentado en Bruselas por el ejecutivo español, bajo el título de Programa Nacional de Reformas.
Mientras tanto, el partido socialista, la alternativa política desde la óptica imperante de la alternancia, en lugar de ofrecer nuevos diagnósticos y tratamientos, se muestra más preocupado por conseguir un hueco en el equipo de matasanos, aunque sea de anestesista y promueve la posibilidad de construir, junto a PP y a los nacionalismos de derechas, un gobierno de salvación nacional.
CANARIAS, S.O.S.
La situación en nuestras islas, si según todos los índices ya pasa por ser dramática, mutará en los próximos meses a un panorama de intervención a “corazón abierto”: La sumisión al binomio turismo-ladrillo, la insuficiencia del tejido productivo, la inexistencia de un proyecto de diversificación económica, la maxi-dependencia energética y alimentaria, la progresiva fractura social y la programada minimización de las estructuras públicas, todo ello en un territorio ultra-periférico como el nuestro, hacen presagiar que la “crisis de la cochinilla”, al lado de esto, quedará sólo en un chiste. Al menos Paulino encontrará una nueva oportunidad para librar otra de sus “apasionantes batallas”. Tal vez consiga, de paso, que nadie mire para él y los 20 años de gobierno de sus siglas.
Y TODO ESTO ¿PARA QUÉ?
¡Salvar el euro! Según todos ellos. Mucho ruido para tan pocas nueces. Mucho sacrificio para tan escasa gratificación. Salvar una moneda de ricos para países absolutamente empobrecidos.
Según el FMI, la moneda única se la juega este verano y por si acaso, los mentideros europeos intentan afectar el voto de los griegos el próximo domingo 17 de junio -con amenaza de “corralito” incluida, no sea que suene la flauta y otros nos animemos a imitar a los helenos–.
Quizá sea este el momento de empezar a pensar “para la leche que da vaca, que se la quede el ternero” pues, tal y como quedaremos los enfermos, si es que sobrevivimos a la cura, será para echarse a llorar. Tal vez haya llegado el instante de bajar de la camilla y salir corriendo del quirófano, antes de que nos entuben.
A usted que está leyendo: si todavía prefiere no hacer nada; si le es más cómodo dejarse llevar y esperar futuros resultados; si aún no tiene claro solicitar una segunda opinión y un nuevo tratamiento; quédese sentado, al tiempo que le extirpan pulmón y medio, el hígado, el bazo y hasta un trozo de cerebro.
Total, mientras hay vida, hay esperanza, ¿o no?
Por si no nos vemos: le deseo feliz San Juan y bonitos fuegos.
Canarias, a 12 de junio de 2012
* Adolfo Padrón Berriel. Miembro de co.bas-Canarias y de Canarias Por La Izquierda-Si Se Puede.
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