Los cavernarios del PP / Tamaraceite Alzado.- Participación ciudadana en Las Palmas de Gran Canaria desde la caverna del PP.
Olga Martín – Redacción Tamaraceite Alzado
El concepto de participación ciudadana del PP en general y en especial en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria roza el esperpento. Su concejala responsable, Carmen Guerra, que fue dirigente vecinal antes de emprender su meteórica carrera a las más altas cimas de la… (según Groucho Marx), no va más allá de la escala en hifi y la macroorganización de actividades religiosas o la potenciación de juergas flamencas y olé, con la participación de varias academias privadas de esta tendencia folclórica tan española y castiza. Actividades que la oposición a través de la concejala socialista, Isabel Mena, ha pedido su facturación y ya lleva esperando mes y medio por ella. Seguramente jamás se la dará para evitar que se sepa el gasto desproporcionado de dinero público en eventos alejados de la realidad social de nuestra tierra.
En su concejalía de participación se ha interrumpido una importante labor desarrollada en la anterior corporación, que esta señora se ha cargado por arte de birlibirloque, generando infinidad de problemas a su personal y desmembrando un equipo social de primera división, donde la mayoría de sus trabajadores han optado por pedir el traslado y marcharse a otros servicios con mayor sensibilidad y humanidad de sus jefes políticos. En su otra concejalía la del distrito de Tamaraceite se cargó a la persona que se encargaba de la participación y el trabajo sociocultural con un traslado fulminante.
Este desalentador panorama define la filosofía de esta concejala y de su partido. Las asociaciones de vecinos viven el desencanto y la desmoralización al ver como piden entrevistas y no se les recibe, se les ningunea y hasta las familias de los fusilados de San Lorenzo siguen esperando por los planos prometidos de las calles adjudicadas por la anterior corporación a sus familiares asesinados por el franquismo.
La Junta de Distrito de Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya, se ha convertido con la dinámica de esta concejala en una república monárquico-bananera, donde el ordeno y mando prevalece, con un trabajador municipal cronometro en mano para medir el tiempo de las intervenciones y evitar que los ciudadanos puedan expresarse y demandar sus reivindicaciones. Todo un ejemplo de democracia secuestrada.
Una dirigente vecinal nos decía estos días “que la participación ciudadana en Las Palmas de Gran Canaria es algo con lo que el PP ya ha terminado de forma practica, todos los motivos de reunión se los han cargado, incluso los que son por LEY, como el CONSEJO SOCIAL, tenía que haberse reunido antes del Pleno que aprobó el Plan General de Ordenación y lo obviaron, todos sabemos lo que eso significa”.
Es una verdadera pena que los importantes pasos que se dieron en la anterior corporación para consolidar un proceso de participación ciudadana en este municipio se queden ahora en agua de borrajas. Volvemos a los años oscuros de la derecha recalcitrante y autoritaria, donde por opinar te fulminaban o te encarcelaban y en otros casos te fusilaban.
Esta concejala teme que las mismas armas que ella utilizó para acceder al terreno político se vuelvan contra ella. Por eso le asusta sobremanera que se generen procesos sociales participativos, que las personas accedan a la Junta de Distrito, que los colectivos vecinales y sociales demanden y exijan mejores condiciones de vida para sus vecinos y vecinas.
Nunca este municipio en su historia había tenido un equipo técnico de participación ciudadana de tan alto nivel y esta concejala lo ha desarticulado. La oportunidad histórica de que por fin en esta ciudad toda la ciudadanía tuviéramos acceso a las decisiones políticas se ha desvanecido. La prepotencia y la soberbia extrema de un equipo de gobierno de la derecha cavernaria, ha terminado con la esperanza de miles de habitantes de un municipio azotado por la pobreza y los recortes sociales.
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