Julio Concepción(*) / Artículo de opinión.- "El Alcalde más votado de España", fue uno, de tantos eslóganes de José Alberto Gonzalez Reverón en su última campaña electoral, pero la realidad fue, que Arona tuvo una tasa de abstención de un 51,8 %, es decir, que de cada 100 aroneros, aproximadamente 52 se quedaron en casa desencantados con la política municipal, lo que produjo que Berto fuese uno de los Alcaldes menos votado; pero ellos a lo suyo, celebración y victoria de mayorías absolutas como bolsas de cemento pa´ un PGO empresarial. El Bertismo tiene estas cosas, pa´que ver la botella media vacía, cuando nos la podemos largar hasta el fondo.
Los primeros síntomas de optimismo lo tuvimos en 2003 cuando Berto de un patada pudo sacar a Miguel Delgado del proyecto nacionalista y presentarse como candidato. Miguel Delgado tenía en su cuenta de éxito 7 concejales y Berto aspiraba a una mayoría, ¡porque cuando uno lo vale, lo vale!, pues toda su ambición se quedó en un pozo, sacó 7 concejales los mismos que su antecesor y no pudo demostrar que fuese mejor candidato que Miguel; la cosa quedó en tabla, después del Shock, los Bertistas volvierón a mirar a la botella y tras una larga etílica reflexión, sacarón el titular: “Coalición Canaria se postula como la primera fuerza política en Arona”, y así fue, botella en mano como se inicio el nuevo viaje en patera con un tripartito de mucho cuidado, con el PP de Felix Sierra y el CAN de Manolo Barrios.
La historia del Bertismo y de Coalición Canaria, esta llena de hitos vitivinícolas, donde nunca ha faltado afiliados que animara a jincar el codo; cuando la realidad se mostraba esquiva: ¡¡pa que ver las cosas como son, si podemos verlas como queremos!!. Hasta Ana Oramas le echaba una mano en la barra del optimismo en su útimo mitin electoral, confesando que pa´querellas, las suyas, que con 16 de ellas a sus espaldas, las de nuestro Berto era una bobería de mucho cuidado, promovida por "oportunistas y aventureros".
Ya queda lejos aquellos tiempos en que Berto se acercaba a felicitarme por las críticas vertidas en artículos contra la gestión cultural de Miguel Delgado en los medios de comunicación, mostrando su alegría ante las opiniones expresadas y llamando con urgencia a miembros de la oposición para decir eso de: ¡a este, le quedan dos telediarios!; o cuando me decía en la cara: “esta gente, (compañeros de su mismo partido) no saben aceptar las críticas”, hermanándose con mí pensamiento.
Hoy las tornas se han virado y ya no frecuentamos los mismos bares. Lo que ayer era crítica, hoy son injurias, calumnias y acoso a su persona y a su proyecto político. Lo que era bueno para Miguel Delgado, hoy son ofensas para él. Lo que ayer era un derecho a la opinión, hoy no son más que malos comportamientos por parte de gente rencorosa.
Ya por último Coalición Canaria en Arona nos ofrece una nueva ideología, una innovadora teoría mística: "El efecto mariposa", qué viene a decir que un aleteo aquí, produce un tsunami en China, qué una critica en un bar, produce la desestabilización de un convenio urbanístico en su despacho, haciendo temblar su bolígrafo y es por lo que ha decidido que dicha teoría se incorpore al expediente de la querella criminal contra una periodista libre como es Blanca Salazar, contra un concejal pro dignidad política, José Antonio Reverón y tres ciudadanos militantes en partidos minoritarios, Sergio Cabrera, Bentor Trujillo y servidor (Sí se puede y ANC). Todo esta querella pagada con dinero público, presentada por el Ayuntamiento de Arona y lógicamente avalada por todos los partidos que componen dicha corporación: Coalición Canaria, PP, PSOE y CAN. A menos que esta maniobra lo haya realizado a espaldas de todas estas organizaciones políticas, pero, si es así, ¿a qué esperan para pronunciarse en contra de estas arbitrariedades?. Pues nada, silencio en la oposición, al que nos tienen acostumbrados. Sí los miembros de Coalición Canaria fuesen honestos, esta querella la hubiesen pagado con dinero de su bolsillo, de su comité local, ya que es Coalición Canaria la que es cuestionada por nuestra opinión pública y no la institución.
A partir de ahora, ya sabemos lo peligroso de criticar en los bares al Alcalde de Arona; a menos que vaya a ver la Eurocopa de fútbol; y si ve una mariposa, ¡contenga la respiración!; no es cuestión de que mañana le entreguen una querella.
(*) Julio Concepción. Militante de Alternativa Sí se puede en Arona
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