René Behoteguy Chávez(*) / Artículo de opinión.- Resulta evidente que de gestionar la sanidad pública Ana Mato no entiende nada. Pero, al parecer, de física cuántica y teoría de cuerdas si que sabe un montón; sobre todo por su fascinante aportación empírica a la teoría de los universos paralelos.
Porque cuando ella afirma que pese a los recortes y cambios de política se mantienen la cobertura universal del sistema sanitario, esta aseveración solo es posible desde el supuesto de que, tanto los inmigrantes en situación irregular, como los jóvenes menores de 26 años que no han cotizado (segmentos a los que la ministra ha excluido de la cobertura del sistema de sanidad pública), han sido absorbidos; probablemente, por algún agujero de gusano y han pasado a vivir en algún universo paralelo por lo que, al no vivir en este, la sanidad sigue siendo universal.
Sin querer llegar a las honduras de la peculiar teoría física de la ministra, me permitiría dar nombre a ese particular agujero de gusano: se llama exclusión social y es probablemente el principal signo del gobierno de Mariano Rajoy.
Porque en ese universo paralelo al que conduce la exclusión social, te conviertes en un ser invisible. Ya no importa si no tienes empleo porque dejas de apuntarte al INEM, y no importa que no puedas acceder a una beca universitaria porque de todos modos no cumples el perfil para ella, y si no tienes la silla de rudas que necesitas, tampoco importa porque está todo ello fuera del catálogo de cobertura. En realidad ya no importa lo que te pase porque te caes hasta de las estadísticas que son finalmente lo que le interesa a este gobierno.
Esa misma exclusión social, la viven cotidianamente miles de millones de seres humanos, cuya muerte por pobreza, hambre o enfermedades evitables nunca fue tomada en cuenta por el poder para hacer balance de lo bien o mal que andaba la economía mundial. Porque nadie hablaba de crisis ni de “lo mal que andaban las cosas”, hace 5 años y sin embargo aún entonces un niño moría de hambre cada 5 segundos en el mundo.
Por eso ahora que el sistema comienza a mostrar su rostro más siniestro a los trabajadores y trabajadoras de Canarias, dejando claras sus prioridades al arrebatarle a las familias la educación y la sanidad para entregarle ese dinero a la banca, conviene recordar que el problema no viene de ahora, y que esta no es una crisis pasajera. Lo que estamos viviendo es producto del funcionamiento mismo del sistema que extiende el universo de la exclusión social para sostener la acumulación de los grandes empresarios, los banqueros y los especuladores financieros que son quienes finalmente gobiernan el mundo.
Recordemos que, aunque duela, Haití sigue esperando por los 12 mil millones de euros que le prometieron entre todos los países supuestamente desarrollados para su reconstrucción, mientras el Estado español, por si solo piensa entregar el doble de ese dinero a Bankia. Recordemos y entendamos que la salida no está en volver atrás, es decir a la situación anterior a los recortes, a una supuesta sociedad del bienestar que era más bien una sociedad de consumo irracional. Sino que solamente es posible solucionar los problemas reales, es decir la exclusión social y la pobreza, acabando con el sistema capitalista que es, finalmente la causa primera y real de los problemas de Canarias y del mundo.
Las Palmas de Gran Canaria 5 de junio de 2012
* René Behoteguy Chávez es miembro del Secretariado Nacional de Intersindical Canaria.
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