Luis Pérez Aguado / Artículo de opinión.- Ver y no creer (porque no se entiende) el fracaso de Bankia con tanta mente privilegiada dentro de los consejos de administración. ¿No decía el ministro de Economía, y otros, que el sistema financiero español había pasado con nota los test y las pruebas europeas de esfuerzo? ¿A quién o qué protegía? Allí estaban Arturo Fernández, vicepresidente de CEOE, (ese que tanto maldice a los funcionarios y a los que quiere que expulsen sin que puedan rechistar y sin indemnizaciones), Eneida Alvarez, exdiputada del PSOE, Morán Santín de IU, Ricardo Martinez, de UGT. Interminable y curiosa resulta la lista de ¿trabajadores? miembros del PP, procedentes, principalmente de Caja Madrid que reciben sueldos millonarios.
Me pregunto si habrá algún administrativo o conserje que no pertenezca al partido de la presidenta de la comunidad madrileña, porque es imposible que se pueda meter un alfiler más en esa compañía. Allí figuran, un primo de Esperanza Aguirre, varios ex consejeros, ex secretarios y ex asesora de su gobierno, las esposas del consejero de Asuntos Sociales y la del ex secretario del PP de Madrid, del ex cuñado de Rodrigo Rato, la ex jefe del gabinete del mismo Rato cuando fue ministro, la ex cuñada del ex secretario de Empleo del gobierno de Aznar, la cuñada del vicepresidente del gobierno de Madrid, la ex teniente de alcalde del gobierno de Madrid, el ex alcalde de Majadahonda, el ex secretario de Estado de Hacienda, el ex secretario del Estado de Comercio y Turismo, el ex ministro de interior Ángel Acebes, la hija del ex ministro Zaplana, que por cierto, aún conserva sus escoltas después de que hace varios años que dejó su ministerio, mientras que se los han retirado a un juez que ha metido a muchos delincuentes en la cárcel, figurando, además, este ex ministro asesor de Telefónica con un sueldo de 600.000 euros anuales y la obligación de asistir dos veces al año a las juntas…En fin, para qué seguir.
Ya sabemos que están ahí, no por ser expertos economistas ni magníficos emprendedores, sino porque el carnet de partido le da derecho a ser de los escogidos.
Estas, y no otras, son las sagradas razones que llevan a muchos a entrar en el sacrosanto arte de la política. No es nada extraño, con estas perspectivas de futuro, que en España haya más políticos que médicos, policías y bomberos y que sea el país de Europa que triplica en políticos al que más tiene (Italia) en su territorio.
El problema de estos expertos vividores es que, una vez dentro, siguen trabajando por “su” bien común y “su” interés general, buscando puestos inexistentes e inútiles, hechos a la medida para nuevos protegidos del círculo de familiares y amigos.
Una vez asegurado el futuro de los suyos, con sueldos millonarios que no merecen, y en puestos estratégicos y de mando se puede privatizar escuelas y hospitales –que también van a manos de los íntimos– donde puedan estar separados del resto del populacho para evitar el contagio de funestos pensamientos sociales e ideales caducos sobre derechos humanos. Se les pagarán, con dinero público, estaría bueno, clases individuales con profesor, como ha hecho el ministro de Economía destinando 685.000 euros para que los altos cargos –que pueden pagárselas– reciban clases de inglés, francés y alemán en sus propios despachos, mientras se le hurta, sin ningún tipo de sonrojo, el dinero destinado a Educación y a becas para jóvenes que lo tienen crudo para seguir sus estudios ¡muy bonito, si señor!
Todo es cuestión de estrategia.
Hay que demostrar que lo público no funciona. Esta es la consigna para poder privatizar. Antes de los recortes, la lista de espera para una resonancia magnética en el Hospital de Guadalajara, por poner un ejemplo, era de 28 días. Ahora es de 250. Como a los pacientes no les apetece morir tienen que acudir a clínicas privadas para resolver sus males. Así se demuestra que el Hospital no funciona y se privatizan servicios y hospitales. ¿Quién se beneficia en esta ocasión? Pues Capio Sanidad.
En Castilla La Mancha, con igual método, cuatro hospitales han pasado a manos del sector privado. Casualmente a Capio Sanidad. Buena parte de la sanidad madrileña, y otras siete comunidades autónomas están ya en manos del Grupo Capio.
Pero ¿qué es Capio? Pues una empresa privada relacionada con el negocio inmobiliario. En 2007, fue objeto de una OPA por parte de la multinacional Apart Partners SA (APSA), una entidad financiera de capital riesgo con base en el Reino Unido que opera en Hong Kong y otros países.
Si miramos quienes son los máximos accionistas y vocales nos encontramos con personas como la hermana del consejero de Sanidad de Castilla La Mancha, que es vicedirectora de investigación de Capio, del marido de la presidenta de la misma comunidad o de Rodrigo Rato, ex ministro de Economía, quién –igual que hizo Botín del Banco de Santander– negó la existencia de la burbuja inmobiliaria, que siendo presidente del Fondo Monetario Internacional, no vio venir la crisis, y que ahora deja la presidencia de Bankia llevándose un buen pico y a quién, curiosamente, no se le aplicará la nueva reforma laboral.
Esta es la coherencia de la que nos hablan nuestros dirigentes políticos. Ver… para no creer.
Referencia en Canarias Insurgente: Ver para no creer (I)
Luis Pérez Aguado
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