Francisco Javier González / Artículo de opinión.- Recuerdo que de pibe, cuando aún el insigne Caudillo –¡cuan gran espíritu guerrero en tan menguado cuerpo!– no se había construido su palacete post-mortem en Cuelgamuros, corría un chiste que, más o menos, venía a decir que reunido un Consejo de Ministros presidido por Carrero, que tampoco había aún subido al cielo con parada intermedia en un alero conventual, discutían donde enterrar a la egregia figura del Generalísimo cuando, en cumplimiento de una ley natural, nos viéramos privados de su presencia protectora para alegría de rojos y separatistas y pena inmensa de todos los fieles patriotas hispanos. Uno de los ministros presentes, con un ejemplar de “Camino” en mano e iluminado por una estampita de monseñor Escrivá, propuso que lo hicieran en Jerusalén. Rotundamente se opuso otro de tendencia juancarlista con el aplastante argumento de que, sepultado en la Ciudad Santa, igual resucitaba a los tres días. Pues bien, me parece que en Cuelgamuros solo está el de los yugos y las flechas bordados en su ya desteñida camisa azul, porque alguna mano aviesa se llevó a Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco y Bahamonde Salgado Pardo a Jerusalén y nunca ha dejado de estar entre nosotros en sucesivas reencarnaciones, transmigrando de cuerpo en cuerpo según sus necesidades. Su primer habitáculo transmigrado fue su pupilo y sucesor a Título de Rey, aunque compartiendo el honor de albergar la inmortal esencia del Caudillo con el Fraga de “la calle es mía”. Cuando el Borbón le empezaba a flaquear, a pesar del refuerzo de los Tejero, Armada y Milans del Bosch y dedicaba más esfuerzos a cazar osos beodos y acumular fortuna que a mantener incólume la llama redentora del 18 de julio, dedicó su tiempo a buscar nuevo acomodo idóneo para tan alta labor entre los acólitos del todavía AP devenido luego en PP. Allí encontró al antiguo miembro de Falange Española Independiente y de su sindicato, el Frente de Estudiantes Sindicalistas José María Alfredo Aznar. En este habitáculo tuvo que pasar por el trago de agringarse y hablar en spanglish tejano para poder bombardear Yugoslavia, enviar tropas a invadir Irak y Afganistán y apoyar el golpe de estado en Venezuela. Disgustado con su hospedador por intentar pactar con el que denominó como Movimiento de Liberación Vasco lo mandó para la FAES y se quedó a la espera de nuevas transmigraciones.
¡Aleluya! La espera ha acabado pero el alma franquista no encuentra hospedador de suficiente talla y capacidad por lo que se ve obligada a compartirse en varios. Ahora tiene, en primer lugar, a la figura conspicua de Mariano Rajoy, gallego como él y bregado ya con Aznar, capaz de poner a ETA en su lugar y de darle la verdadera dimensión a asuntillos como el vertido del Prestige al revelarnos que era, en realidad, tinta de calamar. Con la inspiración de Rouco Varela y del obispo de Alcalá –martillo de herejes y terror de gays, lesbianas y “hombres nocturnos– y compartiendo con Mariano codo con codo va Pedro Morenés en el Ministerio de Defensa, consejero y representante de la empresa española INSTALAZA, fabricante de armas –entre ellas de las humanitarias bombas de racimo– y director ejecutivo de la empresa gringa MBDA fabricante de misiles que, con ese historial, seguro albergará la pretensión de recuperar para su ministerio el antiguo nombre de Ministerio de la Guerra y que, conocedor que somos una potencia militar mundial, con soldados liberando Afganistán, Líbano, Yibuti, Bosnia y Somalia y bombardeando a los criminales libios, ha logrado que su ministerio tenga una reducción tres puntos inferior a la media del 9,6% ; en Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, antiguo alumno de los jesuitas y de la universidad católica CEU-San Pablo, que ya se distinguía en el Madrid de Tierno Galván como joven concejal iracundo, a rabo de Álvarez del Manzano, en el ataque a la revista “Madriz”, bandera del comic urbano y de la movida madrileña a la que calificaba de "porquería repugnante, pornográfica, blasfema, en el sentido jurisdiccional de la palabra, contraria a la moral y a la familia", luego alcalde de ese Madriz -ya menos castizo- del brazo y tutela de Aznar y su Botella, convirtiendo la M-30 en la frecuentemente inundada y ribereña Calle 30 y permanente aspirante a olímpico de papel cuché que, como buen servidor llevará de nuevo a las leyes las esencias patrias y la moral cristiana; en Trabajo –travestido a Ministerio de Empleo y Seguridad Social– cuenta con la ministra ideal, Fátima Bañez, que nunca ha trabajado en nada que no fuera como liberada del PP pero que, además de reducir en un 21,3% los fondos destinados a fomento del empleo, ha logrado cuajar la Reforma Laboral que devuelve gloriosamente a este país a la etapa del Sindicato Vertical; en Industria, Turismo y Comercio al canario de servicio José Manuel Soria, el “Guanarteme Petrolero”, cruzado español que nos dice desde Varsovia que “si en alguna parte del mundo hay gestos de hostilidad contra los intereses de las empresas españolas, el Gobierno los interpreta como hostilidad a España y al Gobierno de España", palanganero de REPSOL, reconquistador de Argentina, pescador de salmones noruegos en río revuelto, caballero de industria y defenestrador de las energías alternativas; en Economía y Competitividad a Luis de Guindo, que se cayó del ídem tras la fraudulenta quiebra de Lehman Brothers de quien era Consejero para Europa y presidente de su Banco de inversiones (¿?) para España y Portugal, autor confeso en FAES de la teoría económica de los recortazos que aplican ahora Rajoy&Cía; en Hacienda y Administraciones Públicas –la otra pata de los euros– tiene como celoso cancerbero guardián del Hades a Cristóbal Montoro, fogueado ya con Aznar, director del crítico feroz del “Estado del Bienestar” el Instituto de Estudios Económicos de la patronal CEOE y autor material de la más benéfica actuación fiscal de la crapulosa historia fiscal hispana, la amnistía para grandes defraudadores a un módico precio.
La lista hasta trece –incluyendo a Soraya, la “niña de Rajoy”– se hace pesada de describir, pero han logrado extraordinarios éxitos, como el de José Ignacio Wert de Educación, Cultura y Deportes, bajo cuya batuta, además de donar 27 millones de mis antiguas pesetas a la Real Academia de la Historia para terminar el grandioso Diccionario Biográfico con sus merecidísimas loas al Caudillo y al “Ausente” José Antonio, se ha logrado reducir los presupuestos en Educación en un 21,9%, los de Cultura en un 19,1%, los de I+D+i en un 25,6%; el de Ana Matos que en su ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad logra la proeza difícilmente igualable de reducir los gastos sanitarios en 365 millones €, suprimir totalmente los fondos de ayuda a la integración de inmigrantes y casi lo mismo con los de dependencia y el de García-Margallo, el decano del Consejo de Ministros que, pensando que total ya los negros y asimilados están acostumbrados al hambre y se han ganado la miseria que padecen, reduce a la mitad los gastos en cooperación internacional.
La palma de la defensa patria y de los sacrosantos principios que inspiraron el Movimiento salvador frente a la República atea y perversora se la lleva la Santa Madre Iglesia a la que se conserva íntegra su dotación económica anterior y el Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz. El Sr. Fernández Díaz va a llevar sobre sus anchas espaldas de catalán de Valladolid el llevar de nuevo la legislación al marco que tenía con el Fuero de los Españoles, criminalizando cualquier protesta social contra la política gubernamental de recortes y ajustes que los sindicatos y rojillos se han ganado con su nefasto comportamiento cogiendo préstamos a Bancos benefactores y podrán ser encarcelados los que se manifiesten y holgazaneen en plazas públicas, donde la resistencia pasiva será considerada atentado contra la autoridad y donde se considerarán "delitos de terrorismo" cualquier acción que se considere violenta, aunque haya sido provocada por la imprescindible dureza de la intervención policial. Espero que prohíban, si Dios ilumina a mis ministros, cualquier concentración no autorizada de dos o más personas no afectas al Régimen. Entendiendo que para la compra de nuevos uniformes grises como los de antaño, pelotas de gomas y camisas azules para los jefes, solo se rebaje en un 4,3% -5,3 puntos por debajo de la media- el presupuesto de Interior.
Estoy seguro que el espíritu del Caudillo tiene ahora excelentes hospedadores, por eso invito a la ciudadanía honrada de España y sus colonias africanas a gritar a pleno pulmón: ¡Viva Franco! ¡Viva Rajoy! ¡Arriba España!
Francisco Javier González
Gomera 13 de abril de 2012
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