Francisco González Tejera / Artículo de opinión.- La vergonzosa actitud del gobierno español respaldando a una empresa multinacional privada como Repsol, demuestra para quien trabajan los ministros y el presidente de un país destruido por la especulación y la corrupción político-empresarial. El miedo de Rajoy a las situaciones conflictivas hizo que los ministros de industria y exteriores, Soria y Margallo, aparecieran ante los medios de comunicación para manifestar su indignación y seguir amenazando la legitima soberanía de este país sudamericano.
Los espumarajos rabiosos que emanaban de sus bocas, dejaban entrever su total apoyo a una empresa que fue privatizada en 1995 por parte de familias muy conocidas en el franquismo, miembros de la alta burguesía catalana (Vilarassau, Cortina, Molinos y otros), consolidando un emporio que ha crecido a base de pisotear derechos y de un claro juego sucio, donde se manipulan conceptos como ecología, crecimiento, eficiencia, para conseguir sus oscuros intereses financiando la desaparición y destrucción de lugares de importancia vital en el planeta como la selva amazónica.
La estrategia de esta petrolera en Latinoamérica ha sido la de aprovechar los “regalos” de gobiernos corruptos, donde el aparato del estado ha sido desarticulado y vendido al mejor postor multinacional. De esta forma han logrado operar en territorios vírgenes y con población indígena como la cuenca amazónica de Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, arrasando por bosques primarios tropicales de inmensa biodiversidad, desplazando y generando el terror y la muerte entre culturas ancestrales, que llevan miles de años habitando estas tierras heredadas de sus antepasados.
En Argentina Repsol ha protagonizado numerosos conflictos con las poblaciones indígenas, siendo muy conocido el que mantiene con las comunidades mapuches Kaxipaiñ y Paynemil de la Patagonia desde 1994, donde estos pueblos vienen denunciando la gravisima contaminación de acuíferos por parte de YPF, inundando estas aguas antes puras de metales pesados, que se han filtrado a través de los alimentos en la sangre de los integrantes de estas comunidades originarias, generando enfermedades y muertes entre su población.
La Coordinadora de Organizaciones Mapuches ha denunciado el interés de Repsol en construir una Planta Separadora y un gaseoducto que destruirá sus territorios, condenando a este pueblo a la marginalidad y la pobreza extrema, siempre en beneficio de una empresa sin escrúpulos para apropiarse de territorios que nunca han sido suyos, que son propiedad de unos indígenas, que por sus tierras están dispuestos a luchar hasta la victoria o la muerte.
La petrolera Repsol ha pasado en menos de una década de ser una empresa eminentemente española a constituirse en una de las primeras del mundo, con más del 50% de sus activos en Argentina, Trinidad , Brasil, Argelia y el Golfo Pérsico. Sus tropelías recorren el continente americano y las victimas son siempre los sectores más oprimidos y desfavorecidos, pueblos originarios que contemplan la complicidad de los gobiernos ante el poder del dinero, que hasta ahora ha logrado comprar casi todo para beneficio de las grandes corporaciones.
El gobierno argentino debe seguir con la recuperación de su patrimonio, nacionalizando o expulsando de su territorio a otras empresas igual de perjudiciales para el planeta y sus habitantes, emporios tan siniestros como Endesa, Telefónica, BBVA, Banco Santander y otras que ejercen el neocolonialismo sobre la miseria de los pueblos. El ejemplo de los gobiernos de Venezuela y Bolivia debe ser la línea a seguir para dignificar la vida de sus ciudadan@s, que las riquezas de cada país no queden en manos de especuladores de guante blanco, sino que repercutan en la calidad de vida y el bienestar de sus pueblos.
El gobierno español de Mariano Rajoy moviliza cielo y tierra para ayudar a sus amigos de Repsol, llega incluso a amenazar con “represalias” junto a sus aliados europeos a este país soberano y hermano. Lo más fuerte es que no hacen lo mismo con las personas que en el estado español sufren brutales desahucios de sus viviendas por una banca carroñera, con las que integran las vergonzosas cifras que ya superan los cinco millones de desempleos. No mueven un dedo ante cientos de miles de ciudadan@s que pasan enormes necesidades, que no tienen otra salida para poder comer que revolver contenedores de basura. Parece que para Soria, Margallo, Cospedal, Saenz de Santamaría y otros politicastros las personas humildes, mayoritarias en el estado español, no tienen ningún valor y prefieren volcarse en defender intereses particulares y privados de una empresa odiada en tantas partes del planeta.
El saqueo de Argentina se está logrando parar, felicidades a su pueblo, el mismo que acogió a tantas personas represaliadas por el franquismo, en un gesto de solidaridad sin precedentes en nuestra historia reciente. Otro fascismo globalizado, esta vez económico y neoliberal pretende seguir esquilmando un patrimonio que no les pertenece. Ahora sobran motivos para la esperanza.
Memoria del saqueo: para conocer a fondo los motivos
de la expropiación de las acciones de Repsol en YPF..
Francisco González Tejera
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Fuente: http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/2012/04/el-gobierno-de-repsol-y-el-fin-del.html
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