Salvador López Arnal * / Artículo de opinión.- Los hechos según se cuentan. Nueve de abril de 2012, cinco de la tarde: Felipe (por su tío, el príncipe de Asturias) Juan (por su bisabuelo, el conde de Barcelona) Froilán (por el santo patrón de Lugo; su madre, la infanta Elena, es duquesa de Lugo) y de Todos los Santos (por una singular costumbre familiar que intenta apuntar acaso a la distancia, medible en años-luz, entre el hacer y el decir históricos de los Borbones [1]), el nieto mayor de la primera autoridad del estado, el hijo de la infanta Elena (quien le ha inculcado, según la prensa del corazón, su afición por los toros) y de Jaime de Marichalar (¿aún duque de Lugo?), ha sido operado de un disparo al pie y está recuperándose en la clínica Quirón de Madrid, una institución que desde su inauguración, a finales de 2006, nació “con el firme propósito de convertirse en un referente en la sanidad privada madrileña”. En eso siguen con apoyo de la realeza.
FJF, un adolescente de 13 años que debe cursar primero de ESO (por cierto, ¿no era el 9 día lectivo en la comunidad de Madrid?), estaba en la tarde del lunes en Soria con su padre realizando ejercicios de tiro en el patio de la finca familiar (¡menuda finca!). En un descuido, ¡vaya por Dios y por Todos los Santos, algo descuidados en esta ocasión, se le disparó la escopeta de calibre 36.
La Casa Real –que se ha apresurado en asegurar que era una arma de pequeño calibre (¿lo comprobamos?)- ha emitido un comunicado en el que habla de que “el pequeño” estaba realizando “prácticas de tiro” y “estando en el patio de la casa acompañado de su padre, se le disparó una escopeta” causándole una herida en el pie derecho. ¿Y qué prácticas con esas?
Acompañado o no por su padre, haciendo o no prácticas de tiro, FJF estaba utilizando un arma a los 13 años de edad (en julio cumplirá 14). La Guardia Civil, nuestra nunca suficientemente elogiada Benemérita y cierra España, permite el uso de estas armas de “pequeño calibre” a mayores de 14 y previa autorización especial. Para conseguir el permiso, informa EFE [2], “es necesario pasar una prueba teórica, en la que se evaluará el conocimiento de las armas y el Reglamento de Armas, de acuerdo el programa de conocimientos establecido”. Además es necesario realizar un examen práctico que tiene lugar “en campos, polígonos o galerías de tiro legalmente autorizados”. Sirven para comprobar “la habilidad para el manejo y utilización de las armas que vaya utilizar el menor”.
El accidente del nieto mayor de la primera autoridad de Estado, hijo de la infanta Elena, no exenta en principio del cumplimiento de ley alguna, ha desatado una razonable polémica sobre el uso de armas en menores. ¿Por qué? Porque con 13 años no se puede obtener autorización alguna para utilizar armas según el Real Decreto 137/1993 (29 de enero Sección II Art.109). El ex Defensor del Menor, Javier Urra, ha señalado que no está permitido el uso de armas a menores de 14 años ni siquiera de aire comprimido. No vale, ha añadido con sensatez, que se alegue que el menor estaba con su padre y que la finca fuera de propiedad familiar. No se trata de Eurovegas: en las fincas reales también rigen o deben regir las normas del Estado.
Durante el informativo matinal de T5, Javier Urra ha advertido que para manejar armas “es necesario tener un equilibro mental y psicológico que se evalúa en los exámenes previos a la obtención de la licencia”. No es seguro que ese equilibrio al que se alude se dé en todos o en una parte de las personas que manejan armas pero Urra ha tenido el coraje cívico suficiente para añadir que "dejar un arma a un chaval que está en la edad del cambio, hormonado, no es lo mejor… para tener un arma hay que tener un equilibrio y un adolescente, en general, no lo tiene". Por los antecedentes y lo que se conoce de FJF -cursó estudios en un internado del Condado de Sussex, Reino Unido, durante el curso 2010-2011, para “controlar sus travesuras” (la emprendió a patadas con sus primos el día de la boda del Príncipe y doña Leticia. ¡Cosillas de hijos de príncipes!)-, tampoco parece que el adolescente accidentado tenga ese equilibrio al que aludía el ex defensor del menor.
El Partido Animalista (PACMA), sensato en esta ocasión, se pregunta en su página web [3] "¿Que prácticas de tiro realizaba Froilan junto a su padre en su finca de Soria? ¿No sería algún tipo de cacería, prohibida por su edad y tipo de arma que se le disparó? ¿Por qué Froilan, de 13 años de edad, portaba un arma cuyo uso solo se permite a mayores de 14 años?”. Por lo demás, añade el PACMA, el comentario es suyo, no es la primera vez que la familia Borbón se ve envuelta en un accidente con armas de fuego: “con 18 años, al rey Juan Carlos, se le disparó un revólver causando la muerte a su hermano Alfonso, mientras jugaban en su casa de Estoril”.
La reina Sofía, nacida en Grecia a pesar de que hasta el momento no ha enviado ningún mensaje de condolencia a la familia del fallecido farmacéutico jubilado Dimitris Christoulas, ha puesto la guinda en el nuevo desaguisado borbónico. "Con los niños siempre pasa eso" [4], ésta ha sido su curiosa explicación cuando en la mañana del 10 del abril acudió a visitar a su nieto.
La infanta Elena, por su parte, no se ha quedado muy atrás, ha declarado que era Jaime de Marichalar y no ella quien acompañaba al nieto mayor del rey. "Yo no estaba con él, estaba su padre", ha manifestado al ser preguntada por las circunstancias en las que se produjo el accidente. Y algo enigmáticamente ha añadido: "Sí, más o menos estaban de caza". ¿Y qué querrá decir eso de que más o menos estaba de caza? ¿No es esa precisamente la acusación del Partido Animalista? ¿No desmiente ese comentario el comunicado de la Casa Real? ¿No se hablaba en éste de “prácticas de tiro”? ¿Qué confianza puede tener la ciudadanía de los comunicados de la Casa Real sobre este u otros temas? ¿Pueden creerse en sus explicaciones sobre la trama Urdangarin-Borbón-Torres, por ejemplo, y la ejemplar actitud del Rey?
¡Qué familia tan modélica nuestra querida y nunca admirada suficientemente Familia Real borbónica! Mientras tanto, el tío de FJF sigue de directivo en Telefónica Internacional, su tía sigue siendo asalariada de La Caixa y sigue sin recordar los antiguos tejemanejes de Aizoon, la empresa de la que sigue siendo copropietaria, y eso sí, tras declaradas presiones políticas y para demostrar, una vez más, la independencia del poder judicial, tres jóvenes catalanes siguen detenidos en prisión preventiva por mover contenedores, formar parte de piquetes informativos y desacato a la “autoridad”. No cumplieron las leyes. Los padres de FJF sí en cambio.
Ya lo apuntó el poeta asesinado, el gran Federico, gritando hacia Roma (con mensaje anexo hacia Madrid y al resto de la península): “porque queremos el pan nuestro de cada día, /flor de aliso y perenne ternura desgranada, /porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra/ que da sus frutos para todos”.
Por cierto, por si se han olvidado, este sábado es 14 de abril. ¿Les faltaban motivos? Ya tienen otro motivo más para recordar la República de Negrín, Durriti, Nin e Ibárruri y vindicar la cada día más urgente y necesaria III República Federal Ibérica: ¡mienten como bellacos y tienen la barbaridad como norma!
PS: El juez ha desestimado el recurso y los jóvenes estudiantes catalanes deberán seguir en la cárcel. ¿Cuánto tiempo? ¿Nada podemos hacer? ¿Nada vamos a hacer?
Notas:
[1] Mábel Galaz, “El nieto mayor de los Reyes, operado tras dispararse en un pie”. El País, 10 de abril de 2012, p. 43.
[2] http://www.publico.es/espana/428894/el-nieto-mayor-del-rey-se-dispara-accidentalmente-en-el-pie
[3] http://www.pacma.es/n/12504/el_nieto_del_rey_herido_tras_dispararse_su_escopeta
[4] http://www.publico.es/espana/428926/la-reina-sofia-con-los-ninos-siempre-pasa-eso
Salvador López Arnal
Salvador López Arnal es colaborador de rebelión y El Viejo Topo y discípulo de Francisco Fernández Buey, es coautor, junto a Eduard Rodríguez Farré, de Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente. Los libros de El Viejo Topo, Mataró (Barcelona), 2008.
* Profesor-tutor de Matemáticas en la UNED y enseñante de informática de ciclos formativos en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Colabora normalmente en la revista "El Viejo Topo" y es coguionista y coeditor, junto con Joan Benach y Xavier Juncosa, de "Integral Sacristán" (El Viejo Topo, Barcelona, en prensa).
Salvador López Arnal es autor de Entre clásicos (La Oveja Roja, Madrid, en prensa).
Canarias Insurgente ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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