José Enrique Centén Martín / Artículo de opinión.- La política debe ser tributaria de la educación, porque la educación supone independencia del poder espiritual con respecto del temporal, y la independencia de la autoridad intelectual respecto del poder político, pero este gobierno es un claro ejemplo de representación política feudal, ha dado un paso atrás de más de doscientos años, cuando Carlos IV, para atajar los ideales y el radicalismo de la pequeña burguesía de la Ilustración por el Estado del Bienestar Social, que se basaba en la revolución científica de la ciencia y la educación, no en la política absolutista o religiosa, y para evitar que ese espíritu penetrase en la sociedad española del siglo XVIII, siguió los pasos contrarios empezando por la Educación, entonces fue cerrar la frontera con Francia para que no entrasen personas, ni ideas.
Hoy pretenden volver al medievo también en la Educación, refugiando el saber en lo privado, haciéndolo desaparecer de entre los demás hombres, antes en los conventos medievales ahora en los centros concertados y privados, también el acceso a la Universidad Pública sólo para una determinada clase social, y la Universidad privada para la élite de la burguesía o la casta política, con esas medidas puede volver la práctica de dar educación a un vástago de la familia al no poder acceder todos sus miembros a una educación superior, este gobierno ha seguido un método, empezando con el abandono en la educación pública primaria, tanto en subvenciones como medios, y distrayendo esas aportaciones en beneficios para las escuelas privadas en manos del clero en la mayoría de los casos, ahora toca a la Universidad, más pronto que tarde, para hacerla más inaccesible, no me extrañaría que desaparecieran algunas de las CCAA, para ejercer el centralismo en cada una de ellas y dedicadas a su élite.
No debemos de olvidar que la función social de la educación es preparar al individuo para el buen desempeño de la tarea que más tarde le tocará realizar en la sociedad, es decir, moldear el carácter de manera tal que se aproxime al carácter social para que sus deseos coincidan con las necesidades propias de su función, este gobierno pretende con sus últimos recortes coartar todo atisbo de una educación universal en igualdad, creando verdaderos “guetos” educativos, con el acceso a la Universidad cada vez más restringido para las clases populares,
Está claro que el proceso educativo debe de estar en función de las necesidades que surgen de la estructura social y económica de una sociedad dada, por ello el método es extremadamente importante, por cuanto representa los mecanismos que moldean al individuo según la forma prescrita con unos requerimientos sociales transformados en cualidades, y ¿cuál es su necesidad o cualidad actual, según este gobierno?, las marcadas por la directriz de su amo, “el capital”, este necesita mano de obra barata en la medida que se ajuste a su interés, unos asalariados que puedan manejar en las distintas facetas de la Industria, con una educación específica para un fin concreto, el enriquecimiento de los de siempre.
Necedades como esta son las que exaltan a esa bestia potente e inmensa que es el pueblo, “Erasmo de Rotterdam”, ya no estamos en el medievo y en cualquier momento se puede revertir el proceso.
José Enrique Centén Martín
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