Cristina Calandre Hoenigsfeld / Artículo de opinión.- Quiero indicarles que discrepo totalmente de la carta al director de Miguel Teixidor, que con el título La Residencia de Estudiantes fue publicada en el diario El País del pasado martes 10 de abril del 2012.
Las mismas personas que han gestionado la “ejemplar” Residencia durante más de 30 años, gestionan también la Fundación Giner de los Rios, y ha sido destruido su importante patrimonio histórico en ambas instituciones. En el caso de la primera, han talado los árboles centenarios y cimentado el Refugio antiaéreo que existe debajo desde 1937. Fue construido por la República para el Hospital de Carabineros que estuvo funcionando durante la Guerra de España y fue dirigido por mi abuelo, el doctor Luis Calandre Ibáñez. El edificio tenía la máxima protección como Bien de Interés Cultural (BIC).
En el caso de la segunda, han dejado la fachada de la casa de Giner, pero la han derribado por dentro; han tirado su tejado y variado sus dimensiones, han destruido el emblemático jardín y dos pabellones escolares históricos del arquitecto institucionista Bernardo Giner de los Ríos.
No dudo que las personas que dirigen la Residencia editen libros “que embelesan todos los sentidos”, ya que financiación nunca les faltó; pero lo que no se dice en esa carta es que han ocultado la verdad histórica republicana de la Residencia y han destruido el patrimonio histórico de ésta y del emblemático recinto de la Institución Libre de Enseñanza en Martínez Campos, como fue denunciado en la página web Salvar la ILE que firmaron 3.000 personas.
Nota: Esta carta la ha dirigido la firmante a la dirección del diario El País como réplica a la que se cita en su contenido. Como es sabido, la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes fueron instituciones educativas muy ligadas a la cultura del republicanismo español. Aprovecho la ocasión para recomendar el excelente libro de Raquel Vázquez Ramil, recientemente publicado por la editorial Akal, Mujeres y educación en la España contemporánea: la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Señoritas de Madrid. Coincidiendo además con el día de la fecha, que el destino ha querido que haya venido casi a coincidir a su vez con la caída de Juan Carlos I (al parecer en un campamento de caza de elefantes situado en Botsuana), este Lazarillo recomienda la lectura de otro texto de su buena amiga Cristina Calandre Hoenigsfeld: En memoria de los médicos republicanos exiliados y depurados por el fascismo. Lazarillo
+@Lances de Juan Carlos I el Cazador
Una foto del Rey en Botsuana
Los elefantes africanos, como los asiáticos, están en peligro de extinción. Las personas los matan para conseguir el marfil de sus colmillos. También destruyen los bosques y praderas donde viven estos animales. En el año 1900 había entre 5 y 10 millones de elefantes. En 1979 solo quedaban 1,3 millones. Otros 600.000 elefantes africanos fueron asesinados entre 1979 y 1989. Ese año algunos países prohibieron la venta de marfil y crearon zonas protegidas para estos mamíferos. A pesar de esto, solo unos 400.000 o 500.000 elefantes viven en estado salvaje en la actualidad. En estas circunstancias, ¿no les parece una indignidad la pose de la fotografía que ilustra estas líneas? ¿Qué pensará de la misma doña Sofía, la reina que posa abrazada a los cachorros de oso panda?
Cristina Calandre Hoenigsfeld
Fuente: Diario del Aire
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