Documentales / Memorias del subdesarrollo.- Memorias del Subdesarrollo es un largometraje cubano de 1968. Fue dirigido por Tomás Gutiérrez Alea, y está basado en la novela de Edmundo Desnoes. Es, posiblemente, la obra más conocida a nivel mundial de Gutiérrez Alea. La película obtuvo varios premios en festivales internacionales.
Argumento:
Que las contradicciones del burgués pueden reflejar como en un espejo las de la sociedad donde la burguesía ha llevado la voz cantante, lo demuestra esta historia de razonamiento e ironía. Una historia personal que hubiera sido intrascendente de no ocurrir en los vertiginosos días de la Revolución, cuando todas las contradicciones se pusieron al rojo vivo. La película entrega un monólogo interior con mirada a la calle, como es la novela homónima de Edmundo Desnoes.
En febrero de 2009, la primera encuesta mundial sobre los 100 mejores títulos del cine iberoamericano, entre los lectores del portal de información cinematográfica NOTICINE.com, ha elegido a la película cubana "Memorias del subdesarrollo", dirigida en 1968 por Tomás Gutiérrez Alea, como la cinta latina más destacada de la Historia.
Ficha:
- Sergio Corrieri (Sergio Carmona Mendoyo)
- Daisy Granados (Elena)
- Eslinda Núñez (Noemi)
- Omar Valdés (Pablo)
- René de la Cruz (Hermano de Elena)
- Yolanda Farr
- Ofelia González
- Jose Gil Abad
- Daniel Jordan
- Luis López
- Rafael Sosa
SIN NOTICIAS TRÁGICAS
Metido entre blanco vino
mar y montañas,
entre copas lujosas
que albergan cruceros de tinto
Navego etílico entre caldos
de lujo, como un brujo
que hace magia y no plagia
Y en su mediodía telúrico
con veneno barbitúrico
agilizo mis pasiones,
entre vegetación
y cantos de gallo
Y unas horas más tarde
al pasear por sus calles,
sin dar ya más detalles,
me detengo perverso
a escribir este verso
que sin bolígrafo late
Con la mente en el olvido
de la realidad mundana
pasan las horas
del fin de semana
Henchido de mar y cebada
Ahíto de queso y de pata
renazco en Icod de los Vinos,
entre taxis nocturnos
con destino San Marcos,
donde esperan los barcos
de somnolienta mirada,
donde suenan acordes
de playa acostada
JULIÁN VENTURA VENTURA(al pueblo de Icod de los Vinos).
Publicado por: JULIAN VENTURA VENTURA | 24/01/2012 en 12:58 p.m.
COMUNISMO CIENTÍFICO Y CINE CUBANO
De todas las películas cubanas que he visto, propiamente dichas, u otras rodadas en cuba por realizadores digamos externos, todas tienen algo en común : una manera diferente de vivir, de sentir... Sería una simplona intentona por mi parte intentar sacar conclusiones de apenas media docena de films visionados de diferente temática (Fresa y Chocolate, Guantanamera, Habana Blues, La lista de espera...). Pero sí que se percibe en general un tufillo a nostalgia, un romanticismo pasional en un universo sensiblero, una sinrazón que atrapa las pasiones por encima de los convencionalismos -con esa mirada mujeril tan cubana-, con esa percepción del modelo felicitario por encima de todo. No voy a entrar en un análisis exhaustivo del comunismo cubano - ni siquiera en sí es una fábrica de hacedores de vagos, vividores y gentes de mal vivir -,cuestiones que se vislumbran en algunos aspectos tanto en las películas de Alea como en las de Tabío u otros notorios realizadores cubanos: pues se nos ofrece en general a una panda de pícaros dispuestos al mínimo esfuerzo para vivir de la menor manera posible, lo cual es un síntoma de inteligencia. Tampoco voy a entrar en si la Revolución fue buena o mala, o en si fue justa -que de todo hubo y se persiguió la disidencia y la sigue persiguiendo-, tampoco voy por ahí. La cuestión sería, entroncando con el subdesarrollismo cubano que ya desde los años sesenta propone la película, si podría extrapolarse el modelo de subsitencia cubano, que pervive como un canto al romanticismo eventual y al turismo sexual. Y hemos visto que no, pues ha caído el Segundo Mundo, el de los países del Este del Bloque Comunista y lo que queda son minireductos con los años contados de ese corte ideológico, donde la marcialidad militar es terrible, como base fundamental para el mantenimiento de su eje.
La sensualidad cubana en su vivir distinto y distante en el tiempo atrapan al visitante, pero el subdesarrollo y el militarismo alejan a muchos cubanos al tiempo que a turistas no tan encantados con ese peculiar isleño caribeño sentir, un tanto trasnochado de ron y malecón. En cualquier caso sirva esta pequeña reseña crítica para magnificar la obras, casi artesanales, de cine cubano que han dado pie al mundo del conocimiento de una realidad que, increíblemente, pervive.
La literatura comunista, el cine comunista como forma de perpetuación propagandística, las canciones de Silvio Rodríguez y otros, han hecho una labor de enorme calado político en la sociedad cubana, pero yo me quedo con el título del ya viejo libro, de cine, de Guillermo Cabrera Infante -que ahora ya, como el diría es puro humo-, Cine o Sardina.
Publicado por: JULIAN VENTURA VENTURA | 31/12/2011 en 12:22 a.m.