Francisco González Tejera * / Artículo de opinión.- (...) En este juicio hará de público la historia y el pueblo será el juez de tus delitos. Me empiezo a preguntar que le dirás si en tu frente llevas el sello como aquel llamado Caín...
Taburiente - El nuevo Caín.
Aquel constructor que forjó su fortuna amparado en las cacicadas de un conde y de su padre testaferro de tantos terrenos robados a los pobres, edificó un imperio de especulación y robo en aquellas tierras indígenas de paz y armonía con la madre naturaleza. Supo aprovechar sus buenos “contactos” con los cárteles de la droga colombiana para financiar con dinero negro toda su maquinaria destructiva, arrasando por playas, espacios protegidos y gran parte de un territorio isleño entregado por los políticos de la dictadura y de la posterior pseudo democracia, siempre a cambio de maletines repletos de millones de pesetas.
De abusadores y maltratadores mayordomos franquistas en los tomateros de los terratenientes, pasaron muchos de estos personajes a vestirse con chaqueta y corbata para codearse con la mafia política en los casinos de la zona turística. Comenzaron a llenarse los bolsillos con los primeros pelotazos urbanísticos y cambiaron el derecho ancestral de pernada por el contrato basura, por los chantajes sexuales, por los ajustes de cuentas, por la compra de votos en los pueblos del sur y del norte para elegir "obedientes "alcaldes, siempre dispuestos a la vergonzosa venta de su pueblo por un plato de lentejas monetarias ingresadas en paraísos fiscales.
Ahora con el paso de los años son tipos respetables y miembros de la alta “suciedad”, se les ve en los cócteles organizados por gobiernos y corporaciones, en la inauguración de nuevos hoteles con spa y puerto deportivo, en las ferias internacionales de turismo. Tienen hilo directo con los presidentes autonómicos para llamarlos a cualquier hora y corregir la estrategia de la inminente recalificación, del último chanchullo, del “como va lo mío”, para seguir haciéndose cada vez más ricos y empobreciendo el mundo con tanta avaricia y corrupción.
Se amparan en la generación de empleo para garantizar su status, sus ganancias ilimitadas, fulminando de un plumazo la identidad de todo un pueblo, arrasando por las tierras de nuestros antepasados, convirtiendo zonas de alto valor natural en nidos de cemento y ladronismo.
Para ellos va este artículo escrito por alguien hijo y nieto de quienes sufrieron el terror de la esclavitud y la explotación, descendiente directo de hombres y mujeres sometidas al yugo de los poderosos. Que sepan que aquí estamos y seguimos resistiendo ante tanta desolación y destrucción de una tierra que nos pertenece, que jamás nos será arrebatada porque su magma rebelde navega en nuestra sangre.
Francisco González Tejera
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http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com/2011/12/la-zafra-rebelde.html
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