Orestes Martí* / Artículo de opinión.- Hemos dado un amplio recorrido sobre los mitos que la organización de veteranos y miembros en servicio activo que se oponen a la guerra March Forward!, describió en el documento Afghanistan war myths: 'The truth is killing us' (Afganistán mitos de guerra: "La verdad no está matando") y que abordamos en nuestros artículos anteriores (Mito 1: Estamos luchando para derrotar a los talibanes; Mito 2: Estamos luchando para derrotar a Al Qaeda; Mito 3: Estamos en Afganistán para defender los derechos de las mujeres y los derechos humanos; Mito 4: Estamos luchando en defensa propia; Mito 5: Vamos a salir de Afganistán; Mito 6: La guerra en Afganistán se puede ganar.); toca el turno ahora al último de tales mitos; toca el turno ahora al último de tales mitos: Mito 7: El Talibán es igual a la resistencia a la ocupación de EE.UU.., es decir, la Resistencia, es el Talibán.
No hay que decir que este último "mito" es más bien un gran embuste que se pretende utilizar como cortina de humo para contribuir a ocultar (junto a los seis anteriores) lo que verdaderamente sucede en Afganistán o los grandes escándalos por el desvío o malversación de inmensos recursos económicos. En este sentido recientemente ha quedado al descubierto -según una investigación, cuyos detalles, sin embargo, no se expondrán hasta 2031- que uno de cada 6 dólares invertido en Iraq y Afganistán ha sido malgastado.
Por otra parte y si bien es cierto que según la prensa hoy los talibanes en Afganistán son más populares que en 2001, no se puede afirmar que esa fuerza equivale al conjunto de la resistencia a la ocupación del país; es más, algunos analistas afirman que incluso son minoría.
La realidad es que las condiciones socio políticas del país son las que generan tal resistencia. Quizás una expresión que pudiera resumir lo que piensa la inmensa mayoría del pueblo afgano, es la que -según Ría Novosti- expresó una colaboradora del Ministerio afgano de Cultura e Información: "Pensábamos que la llegada de los americanos era un golpe de suerte después de los talibanes pero resultó que nos esperaba un futuro sombrío y brutal”, dijo. La propia Novosti señala que "También se agrava la tensión entre las principales etnias que habitan Afganistán: pastunes, tayikos, hazaras y uzbecos"... "El descontento que se siente en Afganistán es tan generalizado que el retorno de los talibanes al poder, a juicio de muchos analistas, sólo es una cuestión de tiempo"...
Veamos ahora, lo que describe el documento de "March Forward".
Mito 7: El Talibán es igual a la resistencia a la ocupación de EE.UU..
El talibán sólo compone una parte de la resistencia a la ocupación. El General del Ejército de EE.UU. Ben Hodges admitió que sólo "un quinto [de los combatientes] o probablemente menos son en toda regla, insurgentes talibanes ideológicamente motivados" (PBS, 26 de febrero).
Después de la invasión de 2001, un gran número de grupos armados se formaron por afganos de a pie. De acuerdo con estimaciones militares oficiales, hay 1.800 diferentes organizaciones de la resistencia que combaten a la ocupación.
Esto demuestra que la resistencia es una rebelión popular generalizada, en contra de lo que la gran mayoría del pueblo afgano con razón ven como una brutal ocupación de un invasor extranjero dirigida a dominar su tierra.
No están motivados por la lealtad a los talibanes, si no al deseo de defender la independencia de Afganistán. Cada nación tiene el derecho a la autodeterminación. Imagínense la clase de oposición masiva que produciría si los Estados Unidos estuvieran bajo una ocupación.
La resistencia no tiene ninguna intención de atacar al pueblo de los Estados Unidos, sólo defender su país contra la agresión de los militares de EE.UU.. Hay decenas de miles de afganos involucrados en los grupos armados. Aunque se oponen al imperialismo, no tienen ningún tipo de odio ideológico contra el pueblo de los Estados Unidos. Ellos simplemente quieren vivir su vida en paz, libres de la dominación extranjera.
Los miembros de las organizaciones de la resistencia son generalmente gente pobre y trabajadora, que tienen que luchar cada día para sobrevivir. Son explotados y empobrecidos, y pocos tienen acceso a una atención digna o a la educación. Las tropas tienen más en común con los luchadores de la resistencia que con los altos mandos militares privilegiados que nos manda a matar y a morir en una guerra injusta e imperialista. No tenemos absolutamente ninguna razón para luchar contra nuestros hermanos y hermanas en Afganistán.
Estimado lector, hemos visto algunos mitos sobre la impopular guerra de Afganistán (que algunos denominan la Guerra de Obama); recordemos entonces que los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad y dado su carácter fantástico algunos consideran que son mentiras y por eso utilizan el término como sinónimo. No son los únicos "mitos" desarrollados por los tanques pensantes y los laboratorios de guerra psicológica; sobre otros mitos, volveremos en otra ocasión.
Notas: March Forward! Against War and Racism! Marcha Adelante Contra la Guerra y el Racismo. Lista de vídeos (inglés y español).
* Orestes Martí, periodista y escritor cubano residente en Canarias.
Las Palmas de Gran Canaria
09 de diciembre de 2011
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