La Laguna / Foro Ciudadano contra la Incineración Tenerife.- Javier Abreu está que se sale con su nuevo carguito en el Ayuntamiento de La Laguna después del susto que se llevara cuando se vio fuera del pleno porque los vecinos le han dado al PSOE lagunero el mayor castigo desde que la gente tiene la opción de meter una papeleta en la urna, tras la muerte en la cama del dictador. Y tal fue el disgusto que, después de que no funcionaran las trampas con las que pretendieron mamarle un concejal a Santiago Pe, el bueno de Gustavo Matos tuvo que montar un numerito con no sé qué de la 'coherencia' que le impedía pactar con ATI en La Laguna pero no así en el Gobierno de Canarias donde ha trincado carguito también a fin de que quedara libre un puestito en La Laguna para Abreu al que los votantes pusieron en la puta calle. Y todavía no se le debe haber pasado el susto (que no el disgusto) después de que Ana Oramas le enseñara a vivir a cuerpo de rey sin dar un palo al agua durante la pasada legislatura como agradecimiento por dejar al principal partido de la oposición hecho un solar a mayor gloria de ATI.
Y fíjense ustedes lo fantástico que está el tío que va prometiéndole por ahí a la gente de todo, aunque con las perritas públicas al más puro estilo de Miguel Zerolo de quien se dice que era el tipo más generoso del mundo (de hecho se lo pasaba en Los Limoneros invitando a éste y aquél a base de bien incluso con la 'emergencia social' declarada). Y, de esta forma, el hombre se ha pasado por el arco del triunfo las ordenanzas municipales en materia de limpieza, que obliga a los propietarios a tener más o menos decentes las propiedades que lindan con las vías públicas, y se ha metido con un montón de operarios a limpiar una finca privada (con foto institucional incluida) en el entorno del barranco de La Carnicería. Y si eso no es malversar el dinero público es el diablo por ella. Que, si me apuran, hay en el Código Penal otros apuntes, del tipo prevaricación y demás, que le encajarían como anillo al dedo al funcionario público que utiliza consciente y deliberadamente las perritas pública en beneficio privado cuando, además, se trata de cuestiones perfectamente reguladas en la normativa municipal y que no se le pueden aplicar a unos sí, a otros no y a otros dependiendo de dónde esté soplando la brisa. Vamos, que si les prometió a los vecinos que iba a limpiar una finca privada sólo tiene dos alternativas: O lo hace conforme a la normativa aplicable o se planta allí con el comité local del PSOE a limpiarlo personalmente por las tardes.
¿Qué es eso de que 'la próxima vez' obligarán al dueño a hacerse cargo? ¿Dónde dice en la Ordenanza que la primera vez es gratis? ¿Entenderán estos personajes que están gobernando una entidad pública o ven esto como su chiringuito privado? ¿Por qué tengo que pagar yo, que no tengo fincas de ningún tipo, la limpieza de las tierras de nadie con mis impuestos? La realidad, estimados amigos, es que buena parte del déficit público de los ayuntamientos tiene que ver con el hecho de que, pese a disponer de las ordenanzas y demás que regulan casi todo, buena parte de las veces se actúa con total discrecionalidad, a la policía local lo que le gusta es hacer de hombres de Harrelson y nada de dedicarse a su principal función, que es velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales de las que generalmente no tienen ni puta idea. ¿Ha visto usted a algún guindilla multando o llamando la atención a alguien por arrojar una colilla al suelo, por depositar la basura fuera de hora, por lavar el coche en la calle con la manguera o por tener la enredadera del chalet ocupando parte de la acera? Pues nada de eso, y quizás hacen bien en pasar de todo si después llegan personajes como el Abreu que le aplica la normativa a quien le parece y cuando le parece o, en otros casos, meten las denuncias de unos al fondo del cajón mientras otras las tramitan con una eficacia nórdica. ¡Porca miseria!
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