Todo para la clase obrera / Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC).- El pasado 22 de septiembre, en Las Palmas de Gran Canaria, el PCPC celebró un mitin bajo el lema "Todo para la clase obrera", en el que volvió a explicar que el problema es el capitalismo.
El lema viene a significar la necesidad de poner todos los recursos del país a disposición de las soluciones que los problemas de las grandes mayorías demandan en contraposición a las políticas del Gobierno y de la Unión Europea, todas dirigidas a facilitar que los capitalistas se hagan más ricos, puedan explotar más intensamente a la clase obrera y demás clases populares y saquear ampliamente los presupuestos del Estado, engrosados, en un altísimo porcentaje, por los impuestos pagados por las clases trabajadoras.
En el mitin intervinieron los miembros del PCPC Paqui Sánchez, Juan Rafael Lorenzo y Carmelo Suárez.
Con pacto social y sin lucha obrera no habrá trabajo decente
Fruto de su profunda crisis estructural, el sistema capitalista necesita hoy elevar las condiciones de sobreexplotación de la fuerza de trabajo a un grado nunca conocido hasta ahora. En el tránsito de ese camino, el capital y sus gobiernos no están dudando ni un solo momento en llevar a la clase obrera y al conjunto del pueblo trabajador a unas condiciones de vida y de trabajo cuyo horizonte es la miseria.
Para ello, se han ido poniendo en marcha reformas que van liquidando uno a uno todos los derechos conquistados durante muchas décadas de luchas obreras:
- Sucesivas reformas laborales, que han acabado con la seguridad en el empleo, y cuyo último exponente es la que permite pagar un 25% menos a los trabajadores menores de treinta años, mientras se elimina la aportación patronal a los seguros sociales.
- Reforma de las pensiones, que tendremos que seguir pagando en cuantía similar durante nuestra vida laboral (que se alarga hasta los 67 años, mientras más de cinco millones de personas engrosan las filas del paro), pero que, al alargarse el período de computo, no llegará para cubrir nuestras necesidades básicas en la vejez, induciéndonos a contratar planes privados de pensión de muy dudosa viabilidad y solvencia económica.
- Reforma de la negociación colectiva, permitiendo descuelgues salariales por parte de las empresas, limitando el derecho de huelga, desarmando, así, a la parte obrera de su principal método de presión, acabando con la vigencia indefinida de los convenios mientras no se negocie uno nuevo, etc.
- Se van recortando y privatizando la sanidad, los servicios sociales y la educación, mientras se aumentan impuestos indirectos -que pagamos todos por igual, independientemente del nivel de ingresos- y se han entregado miles de millones a la banca privada para recapitalizarla, descapitalizando con ello las arcas del Estado y generando deuda pública.
Pero a lo que estamos asistiendo no es consecuencia de una maldición divina, ni de la especial avaricia de unos pocos especuladores, ni de la mala gestión de algunos gobiernos, sino de la lógica de un modo de producción que, por mucho que intente maquillarse, necesita de la barbarie para mantenerse en pie. Lejos queda ya el mito de la posibilidad de un capitalismo con rostro humano que, poco a poco, iría convirtiéndose en socialismo. Aquellos reformistas, instalados ya claramente en la renuncia ideológica, prestan su último servicio al capital intentando asegurar la paz social, mientras se van imponiendo las medidas que garantizan la sobreexplotación de la fuerza de trabajo y el robo al pueblo.
Intentan convencernos aún que otro capitalismo es posible y que las movilizaciones no han de salirse del marco de búsqueda de un pacto social que haga posible un marco laboral con condiciones de trabajo decente. Olvidan mencionar que durante las tres últimas décadas, cada vez que se produjo un pacto social, fue a costa de la pérdida o disminución de algún derecho para la clase trabajadora, y donde, en cada uno de ellos, los reformistas han actuado al servicio del capital.
Por ello, los trabajadores y trabajadoras no debemos creer más a los reformistas “modernos” y aprender de la historia que con pacto social y sin lucha obrera no existen condiciones de trabajo dignas. Los únicos avances para las posiciones obreras vendrán de la articulación de las más amplias movilizaciones.
Saludamos, por ello, todos los esfuerzos unitarios que se den de cara a la convocatoria de movilizaciones unitarias, las cuales consideramos deben profundizar en la unidad de acción y en la articulación de una plataforma reivindicativa común, en una estrategia de movilización sostenida y acumulación de fuerzas que permita crear las condiciones para la convocatoria de una huelga general en todo el Estado español.
Por otro lado, hacemos un llamamiento a los trabajadores y trabajadoras más conscientes a participar en la creación de Comités para la Unidad Obrera, como organizaciones de base que superen, por la vía de la práctica, el fraccionamiento de las siglas sindicales y vayan abriendo el camino a la unidad del conjunto de la clase trabajadora en la lucha por sus intereses.
PAN, TRABAJO Y DERECHOS
AUTODETERMINACIÓN Y REPÚBLICA SOCIALISTA
A LUCHAR POR LA REVOLUCION OBRERA Y POPULAR
Partido Comunista del Pueblo Canario
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