Yo y el mundo circundante / Tiempos modernos.- Los demócratas de toda la vida desde el año 1976, se han puesto de acuerdo para afrontar una reforma constitucional con éxito al margen de los ciudadanos dadas las exigencias franco-alemanas en materia de déficit. Una reforma donde cedemos parte de soberanía porque nos demuestra fehacientemente que estamos gobernados fuera de aquí por un mercado insaciable y todos aquellos países que se han puesto a su servicio como pueden ser el gobierno alemán o francés. Gobernados a fin de cuentas por alguien que los ciudadanos no hemos elegido pero que son los que dictan las normas que debemos de aplicar en nuestro suelo patrio. Por esta razón como ciudadano pido que los españoles podamos votar en las elecciones alemanas o francesas ya que son esos gobiernos los que dirigen la maltrecha e inexistente Unión Europea y por añadidura también a España.
Esta reforma encorseta a los gobiernos del futuro para que en tiempos de crisis capitalista, cuanto más hay que apostar por políticas sociales, puedan excederse presupuestariamente cuando tenga que acudir al rescate de sus ciudadanos en situación de pobreza, apostando por un capitalismo atroz y un modelo que va claramente a la deriva.
El PSOE, que es quien gobierna la nave, con encefalograma plano, respiración asistida, buscando su razón de ser ideológica, haciendo el trabajo sucio a la derecha (al fin y al cabo es lo mismo) y en tiempo de descuento, hace como último servicio a España (por eso los ciudadanos con España no tienen nada que ver) con una reforma constitucional habiendo convocado elecciones para el 20-N y estando más deslegitimado que nunca de cara a los ciudadanos. Reforma constitucional que nace de unas Cortes Generales con un sistema electoral entrampado con una representación donde todos los votos nos valen lo mismo.
Los ciudadanos no podemos elegir, no estamos capacitados para decidir sobre la cuestión económica y de cómo queremos que sea nuestro futuro. Por eso los dos grandes partidos democráticos (¿?) lo van a hacer por nosotros robándonos la capacidad que tienen los pueblos para decidir democráticamente. Somos tontos los sabemos y no tenemos nada que ver con los que nos gobiernan, ellos son de otra casta.
Muchas veces pienso que puestos a gastar menos podría haber metido mano a todas las administraciones públicas limitando los salarios de presidentes de comunidades autónomas, alcaldes, concejales y toda esa ralea manirrota con salarios de príncipes, y quitando la capacidad a los diversos plenos de las diversas administraciones la competencia sobre los salarios de los detentadores de los diversos poderes.
Como ciudadano libre pensador y tremendamente de izquierdas estampo mi firma en actuable.es para pedir por lo menos que se nos escuche. Les animo a todos ustedes a hacer lo mismo.
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