Salvador López Arnal * / Artículo de opinión.- Los servicios sociales de Hospitalet de Llobregat denegaron cualquier ayuda, pero tras el trágico suceso ofrecieron su apoyo a los familiares.
Tomo pie en una información de Raquel Quelart –“Vivía ocupando un piso de alquiler de ADIGSA [1] en el barrio de la Gornal de l'Hospitalet” aparecida en La Vanguardia del 13 de junio de 2010 [2]. En la sección de “Sucesos” si no ando errado.
Era un ciudadano de 45 años de edad, un trabajador electricista. De l’Hospitalet de Llobregat, una ciudad obrera pegada a Barcelona con alcaldesa socialista. Del PSC-PSOE quiero decir. L’Hospitalet es la segunda ciudad de Catalunya por el número de habitantes, más de un cuarto de millón, y una de las ciudades europeas con mayor densidad demográfica. El trabajador fallecido vivía desde hacía nueve meses ocupando, "de patada" apunta Raquel Quelart, un piso vacío de protección oficial. Con su mujer y su hija menor de edad.
Era electricista. Se convirtió en “ocupa”, conversión nada fácil para él seguramente, después de haber agotado el paro y no poder pagar el piso de alquiler donde vivía anteriormente. Cobraba una pensión de unos 300 euros. Sufría una depresión. No lograba encontrar trabajo. A principios de este mes recibió una orden de desahucio: tenía que abandonar la vivienda de manera inminente. El 10 u 11 de junio, por la tarde, no puedo precisarlo, tomó la decisión ahorcarse en plena calle. En el parque de las Setas de la calle Juan de Juanes, en el barrio del Gornal. ¿Qué pudo pasar por su cabeza en aquellos momentos?, ¿qué grado de desesperación alcanzó? Nunca lo sabremos con precisión. Tenemos sin embargo alguna pista: Juan Álvarez, el presidente de la asociación de vecinos del barrio, ha señalado que poco antes de suicidarse le llamó por teléfono para transmitirle su desesperación. Estaba nervioso, le dijo que se había tomado unas pastillas. Álvarez intentó calmarle. Le dijo que le esperara “en la plaza para hablar sobre su situación e intentar encontrar una solución al problema”. Llegó tarde, demasiado tarde.
El trabajador fallecido se había personado esta misma semana en el Ayuntamiento. Solicitó que realojaran a su familia en un albergue. ¿Por qué? Con las palabras que Álvarez recuerda: "porque hacía mucho frío para quedarse tirado en la calle con su familia". Los servicios sociales del consistorio denegaron su petición. Desconozco las razones. Según el presidente de la Asociación, el ciudadano fallecido se personó en dos ocasiones en esos servicios “para reclamar una demora de un mes en la ejecución del desahucio”. La última, el mismo día del suicidio Al no lograr una respuesta afirmativa, a las cinco de esta tarde salió con una cuerda de la vivienda que ocupaba. Se ahorcó a escasos metros del piso que en pocas horas tenía que abandonar.
Tenía que hacer frente a un juicio por ocupación ilegal. Adigsa, una empresa de la Generalitat de Catalunya, reclamaba a la familia 9.000 euros, su pensión de 3 años. ¿Por qué? por haber entrado "de patada" al piso. ¿Se puede entender una reclamación así? Sin temblor en el rostro, con mano de hierro. Después del suicidio, los responsables de los servicios sociales del Ayuntamiento se presentaron en casa de los familiares para ofrecer su apoyo. ¿Qué tipo de apoyo? ¿Después del suicidio?
La Asociación de Vecinos del barrio asegura, por otra parte, que en las últimas semanas se han producido un gran número de desalojos forzosos. Se trata de personas que estaban ocupando viviendas vacías de ADIGSA. Insisto: viviendas vacías.
Uno de ellos afecta a Manuel Torres, un padre de familia que se quedó en paro hace más de dos años. Como hiciera el trabajador fallecido, decidió entrar "de patada" en uno de los pisos vacíos que hay en la zona. Hace poco le llegó la notificación de desahucio. Será ejecutada próximamente. Por otra parte, la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia le ha convocado a una reunión para hablar de la custodia de sus dos hijos. Como en Ladybird. Vive en un piso sin agua de ADIGSA. No puede hacer frente a lo que cuesta un alquiler en l’Hospitalet, en torno a 500 euros, con la ayuda de 426 euros para parados. Manuel Torres lo ha expresado así: "somos padres de familia necesitados y aunque queramos, no podemos irnos de los pisos". ¿Alguien, alguna familia puede vivir hoy en España con 426 euros mensuales?
¿Querían algún argumento más para apoyar la acampada del martes 14 de junio que han convocado los indignados en el Parc de la Ciutadella de Barcelona? ¿Les faltaba alguna razón para intentar impedir que el Parlament apoye los recortes el próximo miércoles o cuanto menos que se les caiga a tierra, rota en mil pedazos, la cara de vergüenza si tal cosa es pensable? ¿Tenían alguna duda sobre la enorme, sobre la decisiva importancia de la manifestación del próximo domingo 19 de junio en Barcelona y en otras ciudades españolas y europeas? ¡Hay que tomar la calle como nunca hasta ahora se haya visto!
Algunos acampados y acampadas lo han expresado con la belleza de las síntesis verdaderas: no es la crisis, afirman, es el capitalismo. Mejor imposible. ¿No se ubican estas muertes y desesperanzas en el debe, en el inconmensurable pozo de tragedia del capitalismo realmente existente y de unas instituciones públicas o semipúblicas que o no tienen medios o no están a la altura de las circunstancias? Mientras tanto, eso sí, el gobierno convergent-unió-pp de la Generalitat, con el apoyo entusiasta de los chicos y chicas alegres y felices del PP, recorta todo lo que puede los presupuestos en las partidas sociales y abona a un tiempo, sin que su cara enrojezca, una contrarreforma fiscal y la liquidación del impuesto de sucesiones con la urgencia exigida, casi manu militari, por el señor Duran i Lleida y su “partido” unionista-fundamentalista, fiel servidor de esos sectores privilegiados catalanes que ríen y ríen a calzón quitado. Por ahora.
Notas:
[1] ADIGSA es una empresa de la Generalitat de Catalunya: “ADMINISTRACIO, PROMOCIO I GESTIO, S.A”. Su actividad es la administración del patrimonio inmobiliario del Institut Català del Sol, un “organismo autónomo” de la propia Generalitat.
[2] Andrés Martínez Lorca me he llamado la atención, su permanente tensión enrojecida, sobre esta noticia. http://www.lavanguardia.com/sucesos/20101111/54067710058/un-padre-de-familia-a-punto-de-ser-desahuciado-se-ahorca-en-plena-calle.html
Salvador López Arnal
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* Profesor-tutor de Matemáticas en la UNED y enseñante de informática de ciclos formativos en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Colabora normalmente en la revista "El Viejo Topo" y es coguionista y coeditor, junto con Joan Benach y Xavier Juncosa, de "Integral Sacristán" (El Viejo Topo, Barcelona, en prensa).
Canarias Insurgente ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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