Por Andrés Gómez*. Mientras recientemente en el Sur de la Florida, el flamante alcalde de la ciudad de Hialeah junto con el resto de los miembros del Ayuntamiento de esa ciudad, hacen alto honor al terrorista mayor, el asesino Luis Posada Carriles, entregándole la Llave de esa ciudad.
Mientras muere en Miami, no hace mucho tiempo, en la más absoluta libertad, y de muerte natural, el otro terrorista mayor, el maldito Orlando Bosch. Mientras, además, el resto de los consortes terroristas de estos dos perversos también viven libremente, a sus anchas, continuando planificando más de sus pérfidas acciones.
Mientras, las autoridades federales siguen protegiendo a esas fieras del rigor que las leyes determinan sobre estos odiosos crímenes y criminales, y así también la prensa miamense y los prohombres, y supongo las "promujeres", de la fauna política de la derecha cubano americana, tratan a esas fieras como patriotas y de dignos ¨luchadores por la libertad¨.
Mientras todo esto pasa, entonces, subrepticiamente, calladito, la víbora de Mario Díaz Balart, a escondiditas, coló en un importante proyecto de ley de presupuesto para el año fiscal entrante una enmienda que prohibiría nuevamente los viajes de los cubanos residentes en Estados Unidos a Cuba, reimponiendo las medidas del 2004 del segundo presidente Bush que fueron descartadas por el presidente Obama en el 2009.
Calladito quieren mantener las víboras cubano americanas quienes tienen representación en el Congreso esa moralmente repugnante ley que prohibiría nuevamente a todos nosotros poder ver, compartir, ayudar, a nuestros seres queridos en Cuba: a nuestras madres, nuestros padres, hijos e hijas, nietas y nietos, hermanos y hermanas, primos, amigos, a todos a los que queremos en Cuba.
Mario Díaz Balart, siguiendo la funesta tradición de su familia y sus consortes batistianos, sirve de punta de lanza en este infame intento en contra de los más sagrados intereses de la familia cubana.
Estos seres, moralmente depravados, consortes de terroristas -entre otras muchas cosas-, se atreven a mantener en su prensa miamense que las medidas de prohibiciones de viaje a Cuba, que ellos quieren volver a imponernos, cuentan con el apoyo prácticamente absoluto de la comunidad cubana en Estados Unidos.
¿Cómo pueden ser tan descaradamente mentirosos esas víboras? ¿A quiénes pretenden engañar?
No va ser a los más de 300 mil cubanas y cubanos, mujeres y hombres, viejos y jóvenes que vivimos en Estados Unidos y que hemos viajado a Cuba, después del levantamiento de las restricciones de viaje en el 2009, o sea, en menos de dos años?
Como tampoco van a pretender engañar a las decenas de miles que viajaremos durante las próximas vacaciones de verano. A nosotros no va a ser.
¿Entonces a quienes pretenden engañar con esa mentira? ¿Quizás a sus aliados republicanos y demócratas en el Congreso o aquellos otros congresistas y demás políticos que sacrificarían nuestro sagrado derecho de viaje por ciertas prebendas que nada tienen que ver con nuestros más fundamentales intereses?
Todo esto está muy turbio. Y para poder derrotar esta otra infamia tenemos que movilizarnos. Y movilizarnos con determinación. Tenemos que tener presente que esas víboras tienen poder. Como también tienen mucho odio acumulado en contra de los nuestros, en contra de todo el pueblo cubano.
(*) Andrés Gómez periodista cubano, residente en Miami y director de Areítodigital
Foto © Virgilio PONCE
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