Luis Alberto Henríquez Lorenzo / Artículo de opinión.- Afirman no pocos fieles católicos que a raíz de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II (1962-1965), las celebraciones eucarísticas han ido desmisterizándose en el seno de la Iglesia católica (véase la Constitución litúrgica del Vaticano II Sacrosanctum Concilium). ¿Como consecuencia de los procesos de secularización, extremadamente agudizados en las últimas décadas del siglo XX y en lo que llevamos de siglo XXI? ¿Como consecuencia de unas disposiciones conciliares en materia litúrgica mal entendidas y peor asimiladas? ¿Resultado todo ello de un excesivo hincapié en conceptos como “inculturación litúrgica y de la fe, participación del Pueblo de Dios, democratización en el seno de la Iglesia universal, ecumenismo e influjo protestante en la liturgia católica”?
Podría ser que sí, o que no; en un caso u otro, no es el espacio de esta reflexión el propicio para teorizar sobre la génesis de esa problemática. Aunque valga de entrada lo siguiente: a mi juicio, que ha de ser inevitablemente subjetivo y mejorable, una celebración eucarística “normal, ordinaria”, hecha según el rito que la Iglesia católica se dio a sí misma a raíz de la reforma conciliar y que quedó universalizado desde el año 1970, puede ser completamente digna, litúrgicamente rica y fecunda, sacramental y espiritualmente hablando. No obstante lo dicho, lo cierto también es que por las razones o causas que sean, una cierta pérdida del “sentido del misterio” es palpable en las celebraciones eucarísticas católicas de nuestros días. No hay más que compararlas, pongamos, con una celebración eucarística ortodoxa: en estas, lo mistérico, lo apofático, la presencia del Espíritu de Dios se hacen mucho más “palpables, visibles”.
Los ortodoxos y en general los católicos de rito oriental unidos a Roma, celebran la Eucaristía como si quisieran adelantar con esa celebración un trozo de la gloria futura, vamos, un “trozo de cielo”. De ahí esa reacción del Vaticano aprobando, a través de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, la instrucción Universae Ecclesiae. Mediante ésta, que prolonga el motu propio Summorum Pontificum de Benedicto XVI publicado en 2007, queda prácticamente en pie de igualdad con la forma litúrgica ordinaria actual, la celebración en toda la Iglesia universal, bajo ciertas condiciones mínimas, de la popularmente conocida como misa en latín o “preconciliar”, que pasará a tener, insistamos, un estatus casi de paridad con la forma ordinaria de la liturgia que hoy tiene la Iglesia católica desde el año 1970. Con todo, “preconciliar” y en latín, ciertamente, pero qué curioso: celebrada siempre por alguien como el beato Juan XXIII, papa que normalmente es aclamado, por buena parte de la progresía eclesial, como paradigma del progresismo católico en oposición a los “retrógrados” Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Aunque he asistido a un par de misas según ese rito extraordinario en latín, no soy muy partidario de ellas. Es algo estrictamente personal, expresado con voluntad de respetar a los que sí son fervientes partidarios de la misma, y que, como simple opinión mía, no irá a misa, nunca mejor dicho, ni pretende poner en solfa la calidad de la fe católica de los fieles devotos de la misa en latín. Me permitan: considero que soy bastante capaz de apreciar el rico tesoro espiritual que conserva y propone para la Iglesia universal, para el Pueblo de Dios, ese rito litúrgico extraordinario. Sin embargo, hay en ellas algo que me chirría, que no me gusta. A saber: el modelo de Iglesia que proponen, el modelo de seglar que defienden los que creo son sus partidarios, excepciones de rigor aparte, me quiero suponer. Es decir, hasta donde alcanza mi conocimiento: el llamado rito tridentino lo aprecio como inseparable de un modelo de Iglesia entendido y vivido no en claves de Pueblo de Dios como comunidad fraterna de iguales, y sí entendido de manera soberanamente jerárquica, piramidal, clerical, casi en la línea eclesiológica del Concilio Vaticano I cuando en uno de sus documentos el mismo planteaba que “la Iglesia católica es una comunidad de desiguales: la jerarquía, que gobierna y enseña, y el pueblo seglar, que obedece acatando lo enseñado y mandado por la jerarquía”. De ahí tal vez el hecho de que en lo tocante a lo económico y a lo social sean sectores católicos muy conservadores, muy de derechas, en perfecta sintonía con ese modelo de Iglesia también eminentemente conservador, los principales valedores de la llamada misa tridentina. Según este modelo, los cardenales habrían de seguir siendo tratados como eminencias reverendísimas, pongamos, y el Papa, obvio, como santísimo padre, etcétera. Y esto, ciertamente, no me cuadra si trato de resituar o enmarcar la realidad de la misa tridentina en la perspectiva del Evangelio, vale que según mis cortas luces, según mi manera subjetiva y no dogmática ni magisterial de entender estos asuntos. Quiero decir que toda esa hermosa parafernalia litúrgica (ciertamente hermosa), no me casa nada o muy poco con el tipo de comunidad y de celebración de la fe que brotan, repito que siempre según mi subjetiva manera de entender y sobre todo de creer, del proyecto fundacional de Jesús de Nazaret a la luz del testimonio de los Evangelios y el de las primeras comunidades cristianas.
Lo anterior apuntado es el nudo gordiano del problema. Además, y aun aceptando que no tendrá por qué ser así considerando exclusivamente la dimensión sacramental de la misa según el llamado rito tridentino, repito la idea de que mi experiencia personal me sigue llevando a la siguiente constatación: todos los fieles que hasta hoy he conocido devotos de la misa tridentina son ideológicamente de derechas y aun de extrema derecha. O lo que es lo mismo: se trata de personas que se muestran como por sistema tremendamente críticas con el PSOE, las izquierdas políticas y sociales, el movimiento obrero y los sindicatos, la mayoría de los movimientos sociales (sobre este particular añadiré un comentario al final en el apartado Postdata), incluso aunque muy claramente las plataformas ideológicamente de izquierdas hagan las cosas bien, a los ojos de una mayoría de ciudadanos y ciudadanas. Es decir, que entre esos fieles ideológicamente de derechas lo que parece predominar es una sistemática oposición a todo lo que procede o proceda de las izquierdas; si bien, todo hay que reconocerlo, idéntica “debilidad” tendenciosa e ideológica se da entre las fuerzas de la izquierda con respecto a todo lo que procede o proceda de las derechas. Vamos, que sectarismos y actitudes excluyentes los hay por todas partes, a lo largo y ancho de todo el espectro ideológico, y en las mejores familias. Tal vez es que esto no es sino algo propio de la condición humana, que no en balde es constitutivamente falible.
A modo de conclusión
Volviendo al asunto de la misa tridentina, veremos con el tiempo cuál va a ser su desarrollo, su implantación en la comunidad cristiana, el grado de aceptación de la que va a gozar. ¿Mucha gente del Pueblo de Dios se animará a participar en esa liturgia, incluidos los más pobres, incluidos los más críticos, los más comprometidos en los movimientos sociales y solidarios? Lo dudo en grado sumo, pero todo podría ser. Máxime si consideramos que esta reflexión escrita mía no pasa de ser eso, una simple opinión de un seglar de a pie.
A este respecto, consideremos que el papa Benedicto XVI en varias ocasiones ha declarado y, asimismo, tiene escrito eso mismo declarado en alguna modalidad de sus escritos que ahora mismo no recuerdo, que a través del culto eucarístico se llega fácilmente a Dios, surgen vocaciones, y en general se acrecienta el fervor de la vida de fe. Podría ser: lo asegura el Papa, nada menos, que tiene un ministerio sencillamente irreemplazable en la Iglesia universal. Sin embargo, pregunto: ¿no tienen las misas preconciliares o misas en latín algo así como un regusto a conservadurismo eclesial, teológico, económico, sociológico y hasta cultural? Afirma el Papa que ese rito es muy digno y recomendable; no voy a ser yo, indigno católico de a pie, quien le enmiende la plana a Benedicto XVI, a nuestro Santo Padre, sólo que entonces, dignísimo papa Benedicto, te pregunto, como sucesor de Pedro que eres y porque nos confirmas-confirmes en la fe: el rito ordinario actual católico, que se ha ido incardinando en las comunidades misioneras, en las comunidades de base, en las que casi siempre lo que se celebra es la fe de comunidades perseguidas o empobrecidas, ¿no es acaso más expresión de la fe en un Dios que es justicia, vida y dignidad para los pobres, que la expresión de fe a que nos puede llevar ese otro rito que, ciertamente, es estéticamente bello, pero que no suele expresar una fe que se hace militante, misionera, compasiva sino más bien una fe de conservación y aun de conservadurismo?
Postdata: En un artículo titulado “Los antisistema están en el sistema”, el conocido bloguero Eleuterio Fernández Guzmán “arremete” contra grupos de extrema izquierda metidos o implicados en el movimiento social Democracia real ya. El artículo de marras aparece fechado el 18-5-2011 en Infocatólica, un portal de Internet que acusa a Religión Digital (dirigido por José Manuel Vidal y Jesús Bastante), acaso el portal de información religiosa en Internet más visitado en España, de fomentar el relativismo teológico, la disidencia doctrinal, la heterodoxia, al tiempo que Religión Digital acusa a Infocatólica de portal cavernícola, integrista, de extrema derecha. A su vez, el señor Eleuterio Fernández Guzmán no esconde sus simpatías por el Opus Dei, por las fuerzas ideológicas de la derecha y aun de la extrema derecha, ni sus furibundas diatribas contra teólogos progres como José María Castillo (recientemente nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada), Leonardo Boff, Juan José Tamayo, Pedro Casaldáliga (obispo misionero y poeta), y un largo etcétera, que incluye cardenales al parecer “tibios” y condescendientes con el progresismo eclesial
En “Los antisistema están en el sistema”, la diana de sus críticas es un pequeño grupo de jóvenes al parecer radicales o antisistema que, este pasado domingo 15-5-2011 en que comenzaron por toda España las manifestaciones-concentraciones de los grupos aglutinados en torno a Democracia real ya, boicoteó, insultando a los fieles, la procesión celebrada para recordar el medio siglo de la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Rosario. Ésta quedó paralizada durante 20 minutos, y tuvo que intervenir sin mayores incidencias la Policía Local.
Coincido con el parecer del señor bloguero Eleuterio Fernández en denunciar esos hechos. Me parecen irrespetuosos, lamentables. Pero no creo necesario para ello utilizar, como el susodicho hace en su artículo para referirse a esos jóvenes exaltados, la expresión “matarifes izquierdosos” (sic). Porque además, quien estas líneas escribe respeta y valora las procesiones católicas pero, a la vez, reconoce lo que a menudo son o vienen a ser: un desfile de vanidades, de políticos del “sistema”, de hipocresías, de religiosidad popular que no asume en serio la fe cristiana, etcétera. Contra esto, ni una palabra de autocrítica del señor Eleuterio Fernández en su artículo. Y sí críticas y más críticas no solamente a ese grupúsculo de jóvenes radicales o antisistema sino a todo el movimiento Democracia real ya en bloque. Y esto último sí que es, me parece, lo más lamentable de su artículo. Dicho de otra manera: ¿no tomarse suficientemente en serio ese actual movimiento de protesta ciudadana por el simple hecho de que un grupúsculo de jóvenes radicales boicotearan en Granada este pasado domingo 15 de mayo una procesión católica? Dios mío, de ser así como sospecho, ¡qué planteamiento más reaccionario el del señor Eleuterio Fernández!, sospechado esto que sospecho sin querer zaherir al bloguero Eleuterio Fernández ni poner en solfa su buena labor apologética católica. Como si todo valiera con tal de defender a la Iglesia católica, aun al precio de despreciar -como de hecho el ilustre bloguero hace en su artículo, echando mano de expresiones ofensivas contra todo el movimiento de jóvenes y no tan jóvenes de Democracia real ya- iniciativas sin duda interesantes como ese movimiento ciudadano recién iniciado estos días pasados. Sin duda yo mismo, que he tenido ocasión de hacerme presente ya dos veces en Las Palmas de Gran Canaria en concentraciones-manifestaciones de Democracia real ya, ni estoy ni estaría de acuerdo con todas y cada una de las propuestas ideológicas, morales, estratégicas, etcétera, del ideológicamente heterogéneo movimiento Democracia real ya, pero de ahí a comenzar a sospechar, como creo está comenzando a hacer ya alguien como Federico Jiménez Losantos, que se trata de un movimiento de protesta orquestado-manipulado politiqueramente... por partidos de izquierda. O descalificarlo en bloque como hace en su artículo el señor Eleuterio Fernández, conocido bloguero que no duda en despreciar a ilustres teólogos católicos como José María Castillo -con algunas de cuyas opiniones teológicas e ideológicas yo mismo no estoy de acuerdo, sin por ello tener que despreciarlo ni mucho menos considerarlo un mal teólogo, enemigo de la Iglesia, etcétera- so pretexto de defender la ortodoxia de la fe católica, aunque pare ello tenga que negar el pan y la sal a todo lo que provenga de las fuerzas de la izquierda aupando todo lo que proviene o provenga de la derecha.
Comoquiera que sea, la angustia existencial y la pérdida de la ilusión en estos momentos que afecta a varios millones largos de personas en España por causa de la crisis económica, es un hecho tan dramático, tan real y angustiosamente dramático, que ni siquiera quienes la han ocasionado y mal gestionado, me refiero a la crisis... Los jóvenes implicados en lo que ya comienza a conocerse como Movimiento 15 de mayo, pese a ese supuesto o real grupito de radicales que tanto ha molestado la sensibilidad católica del señor bloguero Eleuterio Fernández, lo que reivindican es, en no pocos aspectos, utópico y eutópico. Por pedir piden la luna, esto es, parecen querer ser realistas pidiendo lo imposible, incluso haciendo brindis al sol, como en el Mayo francés: pacifismo, ecologismo, independencia política partidista, crítica al bipartidismo PSOE-PP, rechazo de los inmorales privilegios de la casta política, poner fin a los ilegítimos privilegios de la clase política, servicios públicos de calidad, transparencia en la gestión de las administraciones públicas, acabar con los pingües beneficios de la Banca, apuesta por las energías renovables, iniciativas económicas cooperativas, sancionar el transfuguismo político, crítica a la reciente reforma laboral del Gobierno de Zapatero, exigencia de un código ético para los partidos políticos, más justo reparto de la riqueza...
Desde luego, aunque mucho haya molestado a la sensibilidad muy católica del señor bloquero Eleuterio Fernández el boicot anticatólico perpetrado por parte de un minoritario grupito de radicales en la procesión en Granada del pasado domingo 15 de mayo, día en que precisamente se inició o presentó en la sociedad española el movimiento ciudadano de Democracia real ya, a mí me parece que Jesús de Nazaret, judío piadoso pero a la vez rebelde que no tenía ni dónde reclinar la cabeza (sería hoy día un sin techo, un homeless), ni trabajo estable (debió conocer el paro y el trabajo precario), estaría totalmente de acuerdo con las protestantes juveniles y no tan juveniles aglutinadas en torno a Democracia real ya. Obviamente, todo ello sin entrar a dilucidar aquí y ahora si detrás de ese movimiento de protesta se agazapa un grupo ideologizado de extrema izquierda, empeñado en controlar los hilos.
Ciertamente, me faltan datos para afirmar que es en efecto es así, esto es, que existe esa conexión. Parafraseando los versos de un soneto de Jorge Luis Borges incluido en su libro El hacedor, “ignoro qué dios detrás de Dios la trama empieza”, es decir, quién está detrás de los indignados que desde el pasado 15 de mayo se manifiestan y concentran por toda España y por diversos países del mundo. Desde mi idealismo personal y el reconocerme interesado en las propuestas del Movimiento 15 de Mayo y puede que incluso desde una cierta dosis de ingenuidad por mi parte, mi opción de momento es clara: apoyo con entusiasmo la movida Democracia real ya, sin que tal apoyo mío me lleve a valorar y aceptar de igual modo todos y cada uno de los puntos decididos y altavoceados en asamblea.
Y con respecto a Federico Jiménez Losantos, una anécdota. Hace cosa de dos años, aún el ilustre escritor y periodista zaragozano como una de las estrellas mediáticas de La Cope, acerté a escuchar un sábado por la mañana dos entrevistas de Jiménez Losantos, seguidas, las dos en el mismo paquete, como sin solución de continuidad. ¿Saben ustedes, atentos lectores, a quiénes? A José Manuel Soria, ínclito político del Partido Popular en Canarias, más concretamente en Gran Canaria, y a Miguel Zerolo, de Coalición Canaria en Tenerife, vía ATI (Asociación Tinerfeña de Independientes). Recuerdo perfectamente la “actitud” transmitida a través de las ondas radiofónicas por el ilustre Federico Jiménez Losantos -cuya erudición y cuya solvencia periodística no quisiera ni debiera poner en duda-, a saber, una clarísima sintonía o empatía con la línea ideológica de ambos políticos canarios. Increíble. Ambos están imputados por causa de su respectiva actividad política partidista no una ni dos veces sino… Desde luego, hace tiempo que, de cumplirse uno de los puntos del programa de los jóvenes de Democracia real ya (sacar de la política partidista activa a todos los políticos imputados), hace muchos años que ambos, Soria y Zerolo, deberían estar fuera de circulación de la política activa o partidista en Canarias. Porque ambos además, por si lo anterior fuera poco, entienden la política no desde el servicio a los intereses de la mayoría de los ciudadanos, especialmente de los menos favorecidos, y sí desde la defensa de los intereses partidistas, individuales y de los sectores más pudientes de la sociedad canaria.
Por ende, por ello mismo no puedo sino preguntarme: y ese periodista que tanta simpatía-empatía mostró, en la entrevista de marras de hace dos años, hacia esos dos maquiavélicos de la política canaria tan aburguesados ambos y tan imputados por delitos de malversación de fondos públicos, etcétera, ¿cómo se atreve a proferir expresiones despectivas contra grupos de jóvenes movilizados en torno a Democracia real ya? Esos grupos de jóvenes indignados quieren ser la voz de tantos puteados por la ineficacia, desidia y corrupción políticas. Por la de la Coalición Canaria, por ejemplo, cuya ínclita consejera de Educación, Universidades y Cultura, la señora Milagros Luis Brito, ha mandado al paro a más de mil docentes de Primaria y Secundaria en Canarias mientras ella, eso sí, y todo su equipo de Gobierno con el señor Paulino Rivero a la cabeza y resto de políticos de Coalición Canaria (alcaldes, consejeros, diputados...), pueden sortear perfectamente la angustiosa crisis económica blindados con sueldos de 5.000, 7.000, 10.000 euros mensuales (dietas y demás privilegios del cargo aparte). Así cualquiera.
Sin embargo, un último apunte. En toda España, el Partido Popular ha sido el claro vencedor en las elecciones autonómicas y municipales celebradas este pasado domingo 22 de mayo. También, en Canarias. Monumental descalabro del PSOE, como era previsible. En Canarias, altísima abstención, rayana en los 5.00.000 ciudadanos electores o votantes. En Tenerife, sorprendente ascenso de plataformas políticas nuevas como Socialistas por Tenerife. Como era de prever, partidos políticos minoritarios como Alternativa Nacionalista Canaria, PUM+J (Partido Por un Mundo Más Justo), etcétera, no obtienen representación política alguna: con pequeñas variaciones, las mismas caras, los mismos políticos que van a seguir chupando de la teta... Y eso que se han hinchado a repetir durante la campaña preelectoral vacuidades como: “Pedimos, como representantes políticos que somos, a los ciudadanos y ciudadanas, que acudan a las urnas, que ejerciten su derecho al voto; porque hoy es el día de los ciudadanos... Mediante el voto se puede cambiar la sociedad.”
Mentira (casi siempre). La democracia formal, también llamada representativa o burguesa, es sólo un mal menor, puesto que sin duda es mejor sistema de gobierno que las dictaduras, sean del signo que sean, de derechas o de izquierdas. Pero la democracia formal o burguesa, que es indirecta, o sea, representativa, en comparación con la democracia directa o autogestionaria... Sólo que, como la democracia directa y autogestionaria es el viejo sueño irrealizable de la utopía eutópica... “Es el día de los ciudadanos”, se han hinchado a repetir los políticos: una vez cada cuatro años ejercemos nuestro derecho al voto, sí, para que luego los políticos electos, salvo honrosas excepciones, hagan lo que les sale de las pelotas, se suban el sueldo cada vez que lo deseen... y nada sustantivo o substancial cambie. Ni en la política partidista en sí ni en la sociedad ni, mucho menos, en las condiciones económicas de tantos ciudadanos. A mi juicio para mal, las fuerzas políticas más valoradas en Canarias han vuelto a ser el Partido Popular y ATI-Coalición Canaria. No en balde, las fuerzas políticas más caciquiles. No lo entiendo: me figuro que una mayoría de docentes de la escuela pública canaria debe estar muy a disgusto con la nefasta gestión de la consejera Milagros Luis Brito. No lo entiendo: 5.000.000 de parados en España y la movilización por toda España, desde el pasado 15 de mayo, de Movimiento 15 de Mayo, y resulta que el PP obtiene mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por los pelos no la alcanza en el Cabildo de Gran Canaria, donde pasará a ocupar la presidencia... Es decir, que pese a todo el apoyo mediático de que ha gozado la movida Democracia real ya, el voto mayoritario en Canarias ha sido un voto conservador.
Más de lo mismo: partitocracia dentro del sistema establecido. Por tanto, ¿de qué han valido las concentraciones y manifestaciones de Democracia real ya?, ¿volverán a caer en saco roto sus reivindicaciones? Y en cuanto a partidos políticos “alternativos” como PUM+J, Alternativa Canaria Nacionalista, etcétera, ¿de qué puede valer votar por esos partidos si a la hora de la verdad casi siempre salen los mismos, al tiempo que sigue sin ser reformada la actual ley electoral, o sigue sin haber listas abiertas...?
Increíble. Pienso en miles de docentes de la escuela pública canaria. Estoy seguro de que soñaron para estas elecciones municipales y autonómicas, con un panorama político resultante diferente. Pero lo que hay y habrá es, me temo -y ojalá me equivoque-, más de lo mismo para rato: rabia, angustia existencial, desesperación y nubarrones en el horizonte para millones de españoles.
Gran Canaria, mayo de 2011
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