Indignados / Cuarto Poder.- No era necesario que el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, enviara a sus observadores a la Puerta del Sol para concluir que “la policía no está para crear problemas”. ¿Querían los magistrados del Tribunal Supremo provocar una masacre? Más pegados al terreno –como si hubieran leído a Albert Camus y supieran que la indignación es una fuerza ingobernable–, hasta los dirigentes de los sindicatos policiales se pronunciaron contra la intervención de los antidisturbios. Y, por supuesto, IU recurrió la resolución del Supremo que tachaba de ilegales las manifestaciones. Y Jueces para la Democracia consideró legítima la protesta y entendió que no vulnera derecho electoral alguno como horas antes había afirmado la Junta Electoral Central.
Mientras los partidos cerraban sus campañas, el movimiento de los indignados que estalló el 15 de mayo seguía creciendo de un modo imparable. En la Puerta del Sol había a las diez de la noche más de 25.000 jóvenes. El efecto de la protesta se expandía como un tsunami y saltaba las fronteras: Londres, París, México, Nueva Yok…
Si el XX fue el siglo del átomo, el XXI es ya, como ha dicho Nicolás Negroponte, el del byte, el ciberespacio que no conoce fronteras ni Estados ni límites territoriales. La onda expansiva de la protesta autoconvocada por Internet, al margen de las direcciones y estructuras de los partidos, sindicatos y medios de comunicación clásicos, seguía creciendo y es muy probable que tenga un fuerte impacto en las elecciones locales y autonómicas del domingo y se refleje en la abstención y el voto nulo.
Anoche, a los 25.000 concentrados en Madrid había que sumar más de 30.000 en toda Cataluña, desde los miles de jóvenes concentrados en la Plaza de España de Barcelona hasta los que en Girona protagonizaban una cacerolada, en Tarragona secundaban la acampada y en Lleida, Mataró, Tarrasa, Manresa, Reus, Sabadell…, emprendían pacíficas asambleas. Los Mossos, para intimidar, exigían la documentación a los que empuñaban altavoces.
En Galicia las protestas saltaban de A Coruña y Vigo a las villas. Cambados, Villagarcía de Arousa, Ponteareas y Carballo registraban concentraciones y asambleas de jóvenes indignados. Las concentraciones eran masivas en Santiago, Pontevedra, Vigo, y con menor afluencia en Orense y Lugo.
En la Plaza de Arriaga de Bilbao, los congregados eran más de cinco mil a las 22:00 horas, y en el kiosco del Boulevard de San Sebastián había unos dos mil jóvenes a la misma hora. La Ertzaintza dijo que no intervendría si no había desórdenes. No los hubo. La web del movimiento, tomalaplaza.net, iba informando de las horas y los lugares de concentración.
En Valencia unas 10.000 personas abarrotaban la plaza del Ayuntamiento a las diez de la noche. Durante la jornada, un grupo de 200 jóvenes recorrieron el centro de la ciudad gritando, altavoz en mano, contra la usura bancaria. Varios entraron pacíficamente en la sede central de una entidad al grito simbólico: “Manos arriba, esto es un atraco”. La plaza del Ayuntamiento fue bautizada con una pegatina reglamentaria como plaza del 15M.
En Zaragoza, la asamblea ocupó la explanada de la basílica del Pilar. En Sevilla, más 8.000 jóvenes se concentraron en lo que llaman Las Setas, el flamante edificio de oficinas y comercios que inauguró el alcalde saliente en la plaza de la Encarnación el día antes de que comenzara la precampaña electoral.
La manifestación más numerosa se registró en la plaza de la Constitución, de Málaga, con unos diez mil asistentes. Por la noche seguían las asambleas en Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz, Huelva, Almería y Jaén para decidir las marchas y actos de este fin de semana.
sábado tenía registradas 544 concentraciones en otras tantas ciudades de los cinc continentes. Para ver
más: www.thetechnoant.info/campmap/..............................................................................................
En Londres, medio millar de personas se concentraron ante la embajada española en señal de solidaridad y al grito de “también los exiliados estamos indignados”. En el Teachers College de Nueva York, unos cuarenta activistas se reunieron ayer para seguir la protesta que comenzó en Washington Square en Manhattan.
También se registraron protestas en Bruselas –un millar de personas–, Lisboa –unas doscientas–, Milán, Atenas, Budapest, París, Berlín, Roma y ante el consulado español en Tánger. Los lemas contra la corrupción, el bipartidismo, el desempleo, la especulación financiera y los recortes de derechos sociales derivados del sistema económico se repitieron con expresiones más o menos hirientes e imaginativas en todas las concentraciones.
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