Paco Déniz(*) / Artículo de opinión.- Hay muchos argumentos a favor de quienes sostienen que esto no es democracia ni es nada. Y muchos argumentos a favor de quienes pretenden deslegitimar las instituciones por la vía abstencionista o del voto nulo. Si tuviéramos un estamento político sensible con los mensajes ciudadanos, sería factible un potente movimiento de desacreditación institucional. Si hubiera una democracia que tuviera en cuenta la participación ciudadana, también tendría sentido un voto nulo. Si esta democracia tuviera una cláusula que admitiera la nulidad de las elecciones alcanzando cierto grado de abstención, sería factible un potente movimiento abstencionista. Pero no es así, al estamento político le importa un carajo el hastío ciudadano y no le salen sarpullos por mucho que sea el más repudiado. Por eso, no comparto el llamamiento al voto nulo. Si hubiera un movimiento social articulado, organizado, con capacidad para hacer un recuento del voto nulo y ofertarlo como propuesta de cambio y acreditación democrática real, contribuiría a construir ese movimiento, pero no lo hay. Sólo sería posible en el contexto de una sociedad muy politizada, y no es el caso del país canario.
En cambio, sí hay gentes que llevan inmersos desde hace 5 años en la construcción de un frente político social que viene planteando, tanto en la calle como en la pugna electoral, la exigencia de democracia real. Porque, no seamos ilusos, la democracia real sólo se consigue peleando, conquistándola, no basta con un lavado de conciencia el día de las elecciones y vivir regocijado con los amigos por la hazaña de depositar un voto nulo. Creo que la mejor manera de pegar un puñetazo en la mesa electoral es votando a ese frente político y social de Alternativa Sí se puede, que intenta reconstruir contra viento y marea la dignidad ciudadana desde sus propias organizaciones. El gran capital lo sabe, muchas de sus apuestas de infraestructuras para seguir haciendo negocio con la explotación intensiva de mano de obra y el deterioro del terruño dependen de que los tres grandes partidos, y alguna de sus escisiones, sigan gestionándole sus intereses, y no le conviene que un movimiento como Sí se puede alcance las instituciones. Porque ese es el problema, la sociedad canaria sigue confiando en las instituciones como fórmula de organizar la vida, y es desde ahí desde donde, también, hay que introducir a la disidencia política, que haberla la hay. No es fácil, cuesta muchísimo alcanzar un escaño que represente a quienes discrepan en la calle, pero la voluminosidad sociológica crítica creciente en Tenerife no debe diluirse en un acto individual de conciencia relajada (denominada en otros tiempos pequeño burguesa), sino que debe consolidar esta etapa de acumulación de fuerzas en la consecución de representación política en algunas instituciones. No se va a cambiar el mundo, pero Sí se puede caminar en esa dirección.
El almendrero de Nicolás.
* Paco Déniz es miembro de Alternativa Sí se puede por Tenerife y profesor de Sociología de la ULL.
DEMOCRACIA REAL Y DEMAGOGIA MESIÁNICA
La alternativa de Paco Déniz no me aporta nada nuevo , como no me lo aportó el 15 M, ni nada parecido. Todo lo que sostienen es el modelo de crítica paulatina, sin soluciones al margen, eso sí criticando a la banca- que me parece bien hasta cierto punto, pero que sin ella así nos va, habría que limitar sus funciones-. Esta democracia se puede mejorar, a base de legislación y a base de ética política, y de regulaciones de patrimonio y de estabilidades presupuestarias. No a base de ataques mediáticos a todo lo establecido per se, ni a base de barricadas caseras ni panfletarias hojas volanderas. Claro que se puede, claro. Claro que se puede , el voto nulo es eso, una nulidad, una autoanulación de un sistema mayoritariamente votado, eso o la creencia en una élite nula -desde una perspectiva sociológicamente aristocrática-. Algunos aprovechan la Universidad como foro progagandístico, escudados en la trasnochada perspectiva de izquierdas basada en la honestidad personal, y eso ya está muy visto. Le comen el coco a gente que no tiene aún las ideas claras y que supura idealismo por doquier -a saber-. La edad les irá marcando el camino a esos jóvenes y a los otros espabilados ávidos de gobernar -maduren y no se disfrazen, que el caudillismo mesiánico también está visto-. La dialéctica se les vuelve en contra después de siete años y pico pico, donde todos han picado menos los que tenían que picar, y la retórica retro del falso progresismo también. A esperar, no se hizo Roma en un día, eso y a enseñar el modelo primario ... Y el secundario y el terciario, si los hay...
El modelo político actualmente vigente se lo han cargado el socialismo y el pactismo autonómico , incapaz de creer más allá de su propia visión patrioterista. Y ahora estamos pagando esas deudas. Eso y la imbecilidad consustancial de los actuales dirigentes y pasados. NO ESTÁBAMOS DE ESTA MANERA, NO SE OLVIDE.LA IZQUIERDA PUEDE SER MUY DESTRUCTIVA Y LO HA SIDO... AHORA AJO Y AGUA...
Publicado por: JULIAN VENTURA VENTURA | 31/01/2012 en 10:50 a.m.
Respetando mucho a la gente que está movilizándose, reconozco que Paco Déniz tiene razón en su artículo.
Publicado por: García | 20/05/2011 en 12:58 p.m.
Con los COMUNISTAS si se puede CAMBIAR EL MUNDO
Publicado por: DARIO | 19/05/2011 en 05:28 a.m.