Podcast / Planeta Musical Sur.- Cuando uno dice Calle 13 lo relaciona con un género que a muchos no les gusta, y en seguida los rechaza. Y no gusta el reggaeton (esa adaptación del reggae jamaiquino a la cultura latina en Panamá.), no por su música, sino por sus letras, generalmente vulgares y hasta obscenas, que siempre giran sobre lo mismo y que si algunas veces hacen gracia, la mayoría dan lástima. Pero con Calle 13 ha pasado algo. A lo largo de su discografía, se puede ver una línea de transformación en cuanto a estilo musical e ideológico, que ha hecho que la última producción discográfica cuyo nombre es “Entren los que quieran”, presenta a un Calle 13 totalmente renovado. Tal vez, la principal diferencia entre sus orígenes y la actualidad, es que cada vez se muestran más radicales, y hacen de lado temas o clichés de una banda normal, para resaltar y rescatar la problemática y la identidad de la sociedad de Latinoamérica.
El cambio en el hábito de la lectura de noticias en papel, por la práctica de la lectura online, modifica bastante más que la venta de diarios y revistas. Un diario abierto sobre la mesa podía hacer que los más chicos de la casa se toparan con algún hecho relevante de la política mundial. En cambio, una ventana con un artículo similar en Internet tiene, por lo común, un sólo destino: ser cerrada para habilitar el ingreso a alguna red social o servicio de mensajería instantánea. Así es que la recorte de la noticia se ha vuelto mayor en la juventud, algo facilitado por otros factores también. Pero, por suerte, aún existen en la música ciertos espacios, con la capacidad de contar cosas el mundo más allá de las idas y vueltas de un amor no correspondido. Entre el collage furioso de remeras de Los Piojos, Almafuerte, Los Redondos y Charly García, en el pasado festival Cosquín Rock, apareció una remera con la inscripción “Uribe paramilitar” en un pibe de 15 años, que no estaba demasiado al tanto sobre las FARC o la guerrilla narco. Era simplemente un acto reflejo de imitación a su nuevo ídolo, el Residente de Calle 13, que usó una prenda con el mismo diseño en la entrega de los Premios MTV de 2009. Lo notable es que el pibe no es el único que transformó su mirada sobre América Latina, a partir de la irrupción de la última gran cosa en la música de la región.
Aunque, tal vez, la transformación más profunda haya sido la del propio grupo Calle 13. En sólo un lustro, Calle 13 pasó de ser la banda que aportaba temas a las fiestas, como su primer éxito Atrévete-te-te, que estamos escuchando, o La cumbia de los aburridos, a ser una de las pocas que se oponen a la fiesta de las compañías, a los “artistas ladrones”, a los gobiernos y a los servicios secretos de los Estados. Tal vez la única, que en el último par de años haya criticado abierta y documentalmente (porque queda en sus discos) a todos ellos, y seguramente una de las poquísimas bandas latinas que se lanzan contra la casa central de la violencia, la guerra y el hambre, ubicada allá en el Norte, aun teniendo el apoyo de las estructuras del Norte: sus canales de videoclips, sus compañías, sus gurúes industriales y sus artistas. Aunque todo eso vaya a quedar en revisión desde ahora. Los de la Calle 13 siempre se han identificado con las minorías del mundo y mientras se encontraban de gira por algunas regiones de Latinoamérica, aprovecharon para realizar un registro fílmico sobre la vida de los indígenas en estas latitudes. “El documental, titulado “Sin mapa”, no es de Calle 13, explicó “Residente”, es más bien de América Latina. Está chévere, es como educativo, a los chamaquitos les va a interesar ahí y a todo el mundo también”. No es la primera vez que estos puertorriqueños se acercan a los pueblos originarios del mundo. Hace algún tiempo, René se solidarizó con los Mapuches de Chile grabando un mensaje de respeto. Y en diversas entrevistas con los medios o en cualquier oportunidad pública, ha manifestado su apoyo a las causas populares. América latina tiene unas venas abiertas por las que circula sangre indígena, y unos ríos abiertos por las que todo el continente queda conectado en una suerte de red real, también tiene los oídos abiertos por los que circula la riquísima música popular de estas tierras. Era menester, entonces, que Calle 13 apareciera en su segunda etapa, y que se evidencia en algunas de las mejores canciones incluidas en su último disco Entren los que quieran. Ahora, con el próximo tema La bala, una alusión al recorrido épico de la violencia mundial, con Latinoamérica, que es una enumeración hermosa y precisa de las bondades de nuestros pueblos; y con el mesiánico Calma pueblo, Calle 13 lleva un par de años centrado en dos o tres líneas de acción bien claras: bajar caretas, sacar del medio a los ladrones que manejan el futuro de los trabajadores y, claro, seguir provocando el baile, pero también llamándoles la atención a las venas todavía cerradas de la América latina. De cara a su segundo disco, el atravesar países, la radicalización de las políticas en Puerto Rico, cada vez más lejanas de las clases obreras, y el creciente resquemor contra el Norte, habían transformado a Calle 13 en una banda más peligrosa, sobre todo ahora que la industria los reconocía con premios, y que el público se habían anoticiado de ellos no sólo como músicos, sino también como ciudadanos de Latinoamérica no dispuestos a callarse las molestias impuestas por el resto. Se habían convertido en un grupo caliente, más que en un grupo de música caliente. Comentarios basados en un artículo de Luis Paz para el Suplemento No del diario de Bs.As. Pagina/12. Y a lo largo del programa hemos escuchado los siguientes temas de Calle 13: Atrevete te te, Me voy pal norte (con el grupo cubano Orishas), Querido FBI, La ley de gravedad, La perla, La Bala, Digo Lo Que Pienso, Calma Pueblo (con Omar Rodriguez), Cancion para un niño en la calle (con Mercedes Sosa), El Hormiguero y para el final cerraremos el programa con esa hermosa canción que es Latinoamérica. Los audios con la voz de Residente son extractos del documental de Calle 13 “Sin mapa”. Es una realización de Jorge Laraia.
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