Eloy Cuadra Pedrini / Comunicado.- O dicho con otras palabras: una televisión al servicio de un grupo político y unos intereses determinados. Algo que habríamos de aguantar en una sociedad donde impera la propiedad privada, si dicha televisión fuera también privada. Pero da la casualidad que se trata de la televisión que pagamos con nuestros impuestos todos los canarios. Y cuando se mueren dos seres humanos abandonados y miserables en las calles de una de sus capitales tan sólo le dan un mínimo espacio en algún noticiario, como si se tratara de un fallecimiento en accidente de tráfico o algo similar. Y me llaman del telenoticias para tomarme declaración, y como ya los conozco porque no es la primera vez que cortan y usan de mis testimonios lo que más interesa al político en cuestión, únicamente les digo: “el asunto es muy grave y encierra un profundo calado social, se están presentando denuncias y se van a seguir presentando más, por eso invito a la TVAC, la tele de todos los canarios, a que aborde el asunto en uno de sus espacios de debate, y llame a debatir conmigo al señor concejal o a cualquier otro cargo político que lo estime conveniente”. Lógicamente, nada sacaron en el telenoticias de mis declaraciones, o al menos yo no las ví.
Pero vuelven a la carga y viendo que el asunto sigue en los medios me vuelven a llamar, esta vez para tratarlo en un programa de sucesos, de puro morbo y sensacionalismo, con tan sólo unos segundos más de tiempo que en el telenoticias. Yo no quería hablar, porque ya los conozco, y porque no es ese el programa en el que hay que tratar este asunto. Pero mi amiga Rosy Cubas me insiste y al final accedo. Y no andaba yo equivocado: la periodista sólo me hacía preguntas de un detalle circunstancial muy poco importante que no guarda relación con lo más grave y relevante de la muerte de Manuel Ramón. Sorprendido le digo que no voy a hablar de ese tema, que no es eso lo importante. Entonces todo cambia, apenas me dejan que diga un par de frases y la periodista vuelve con el mismo asunto del que le había dicho que no hablaría. Le digo que pregunte en la Fiscalía si tan interesada está en ese detalle, y con las mismas desconectan y se van. ¿Imaginan a quién favorece hablar de ese detalle verdad?
Sencillamente indignante, vomitivo, repugnante, y me quedo sin calificativos. Minutos antes de que comenzara el acto de duelo por la muerte de dos seres humanos tenía que aguantar un burdo intento de manipulación de un medio de comunicación pública. ¡Pública… digo pública, léanlo bien! Inadmisible, impresentable, inconcebible, pero cierto, es cierto, y está pasando en Canarias desde hace ya mucho tiempo. No caí esta vez, pero cuantos no hay que caen y habrán caído en tantos años. ¿O acaso no se han fijado en la programación de nuestra televisión pública canaria? Todo es folklore, telebasura, fiestas, deporte, propaganda política y miedo. Miedo sí, nos lo meten con los telenoticias y otros programas como el mismo para el que me requerían, abundando en atracos, robos, atropellos, palizas, siempre malas noticias. Ideal para asustar a la gente y tenerla en su casa calladita, y de paso hacernos creer en la necesidad imperiosa de dotarnos de más policía y dar así entrada con argumentos a la nueva Policía Canaria. Casualmente, según un informe reciente del Ministerio del Interior Canarias es una de las CCAA con el índice de criminalidad más bajo de toda España. Pero claro, de eso no se habla en nuestra televisión pública, tampoco de los muchos índices que sitúan a Canarias a la cola en Educación, Sanidad, Ley de Dependencia, y a la cabeza en contaminación, paro, corrupción política, obesidad, fracaso escolar, pobreza, etc., etc. Lo dicho: manipulación autonómica canaria. Y bueno, si no lo sabían, ahora al menos ya lo saben. Ténganlo en cuenta si no les gusta ser manipulados.
Eloy Cuadra Pedrini
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