Operativo nevadas / Foro Ciudadano contra la Incineración Tenerife.- Este domingo he tomado la firme determinación de no salir más nunca al camino, al menos por senderos donde pueda caer en manos de los manejos de éstos del Cabildo que entiende esto como una finca -motivos tienen por lo del tiempo que llevan apoltronados ahí- y como tal pretenden gestionarla sin el más mínimo respeto o consideración por nadie. Y no lo digo sólo por lo de la famosa 'operación nevadas' sino porque un tropiezo inesperado con uno de esos agentes de medio ambiente que Wladimiro tiene sueltos por ahí, medio chulescos algunos de ellos con sus todoterrenos de lujo, estuvo a puntito de conducirme a un embolado del que probablemente, eso espero, me haya salvado la intervención de un vecino que me echó un capote porque el personaje venía a por mí con la escopeta cargada por un simple error. O supuesto error, mejor dicho, pero de eso les hablaré otro día porque lo de la nevadita y los cortes de tráfico de Melchior...
Y es que resulta ser que este domingo, y según dicen los periódicos este sábado también, de lo menos que se veía en las carreteras de acceso al Teide era la nieve que había desaparecido después de la nevada que cayó el miércoles. Y mi intención, que jamás he tenido la ocurrencia de meterme en ese Teide con nieve un sábado o un domingo a medio día porque eso me parece una locura, era la de cruzar desde La Esperanza hacia Vilaflor saliendo un poco antes de las ocho de la mañana para evitarme problemas con la intención de hacer un poco de bicicleta por el municipio chasnero. Y cierto es que a esas horas de la mañana muy poco tráfico, condiciones meteorológicas estupendas, sin excesivo frío y nieve muy poca, o casi ninguna, con lo que resultaba bastante sorprendente el montaje para impedir que la gente diera la vuelta sobre sus pasos y obligar a un tipo de Santa Cruz o de Güímar a volver por La Orotava o a un tipo de Icod a subir nada menos que por La Esperanza.
Pero lo que nunca me pensé, se los juro por lo más sagrado, es que estos personajes cortasen cualquier posibilidad de que se pudiese cruzar hacia Vilaflor o Chío desde en Norte o al revés, incluso me paré y pregunté a los vigilantes del Cabildo -que ya a esas horas se aplicaban el protector solar para resistir el día allí arriba- si podía pasar en bicicleta y me dijeron rotundamente que prohibido, mientras decenas de personas dejaban sus coches en los aparcamientos de los bares -jodíendoles el negocio- para salir caminando por la carretera sólo el Altísimo sabe hacia donde porque allí no se veía nieve por ninguna parte.
En fin, que yo me quedo verdaderamente asombrado con lo que estos chicos de Melchior son capaces de hacer sin que nadie chiste. Si usted se lee el comunicado del Cabildo observará que dan instrucciones concretas pero alternativas ninguna. Si el tranvía llegara al Teide verían ustedes cómo allí arriba no subiría ni un coche a base de propaganda e imposición (véase como llevamos meses debatiendo sobre cómo salvar al tranvía durante los Carnavales cuando TITSA tiene capacidad para acabar con el problema de un plumazo si hubiera el más mínimo interés), pero como lo que suben son las guaguas (a las que también se le ponen zancadillas con la 'operación nevadas') el Cabildo no tiene el más mínimo interés en hacer lo que tiene que hacer de una vez por todas, dejándose de tanta machangada y tanto gasto absurdo incluso cuando no hay nieve como este fin de semana, donde lo más sencillo sería decirle al personal que no haga el pinga subiendo porque no va a encontrar otra cosa que un poco de hielo en las cunetas y la posibilidad de abrirse el culo contra una piedra tirándose por donde se tira la gente provocando un impacto inasumible en un Parque Nacional del valor del Teide.
Y alguien, yo no sé quién porque estos políticos lo que quieren es ganar elecciones como sea con mucha propaganda, tendrá que ponerle las cosas claritas al personal sin dar lugar a espectáculos peligrosísimos como el ocurrido el pasado dos de febrero. Por un lado limitando el acceso al Teide después de determinar una capacidad de carga más o menos razonable con nieve o sin ella, favoreciendo el trasporte público en guagua y no despreciándolo o puteándolo como hasta ahora (también para las guaguas turísticas que en estos días también tienen prohibido el acceso con lo que eso representa para nuestra economía) y, en definitiva, adoptando medidas sensatas que deben incluir una vigilancia y control que impidan los espectáculos de destrozos y basura que hemos tenido que padecer para nuestra vergüenza estos días, igualito que en años anteriores, porque con tal de no incomodar al personal, y menos en vísperas electorales, éstos están más por el espectáculo que por asumir sus responsabilidades de una vez por todas.
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