Sanidad canaria / Foro Ciudadano contra la Incineración Tenerife.- No es de extrañar que cuando uno de los pacientes salía de la consulta sobre las dos y media de la tarde, después de haber soportado un plantón desde antes de las ocho de la mañana para que lo atendiera el cardiólogo por una cita urgente, se fuera redondo al suelo con un infarto -aparentemente- de caballo. Enseguida se movilizó todo en centro de salud de San Benito y el primer gesto del médico que acudió urgentemente fue aflojarle un puñetazo en el pecho a ver si su maltrecha 'máquina' reaccionaba, pero no sabemos cómo terminó el asunto porque después de un revuelo considerable el enfermo fue trasladado en ambulancia, supongo que al Hospital Universitario.
Pero quizás esa fue la 'anécdota', bastante desagradable para todos los presentes pero especialmente para el afectado como es natural, del auténtico drama que padecieron las decenas de 'personas humanas' que este viernes se vieron metidos en una verdadera ratonera porque como falló el cardiólogo que tenía que pasar consulta el jueves (una situación perfectamente prevista pero que no hizo que se sustituyera a esa persona por aquello de ahorrar en lo que no se debe ahorrar), no tuvieron otra ocurrencia que juntar a los del jueves con los del viernes sin más por aquello también de no incrementar las listas de espera asunto de que a Paulino le cuadren las estadísticas. Las consecuencias, obviamente y como siempre ocurre en estos casos, las sufrieron los pacientes especialmente, pero suponemos que también los trabajadores que tuvieron que mamarse ese marrón el viernes. Que ya no sólo es la indecencia que representa tener a una persona, en muchos casos enferma y con problemas circulatorios y demás, durante ocho horas sentados en una silla de plástico sino que también representa un riesgo evidente las condiciones en las que son atendidas en un momento dado por un personal sanitario completamente saturado de trabajo y con una presión con las que se nos antoja bastante difícil se pueda atender a nadie en condiciones.
Claro que ninguno de estos personajes que nos gobierna se ha visto jamás en circunstancias parecidas, para ellos no existen las colas. ¿O acaso alguien ha visto a Paulino Rivero o a Melchior esperando en unas consultas de un hospital? En absoluto, de hecho se cuenta que en el caso del segundo se armó una buena tangana cuando, sin hacer cola ni nada, los pacientes que esperaban pacientemente -nunca mejor dicho- en una consulta especializada del Hospital observaron cómo entraba como San Juan por su casa delante de sus narices. Eso por no contarles cuando nada menos que ¡ambulancias medicalizadas! del SUC han ido a trasladar a personajes de éstos a los hospitales por un simple dolor en el pecho cuando, les cuento mi experiencia particular, en mi casa se murió un familiar por un infarto y no sólo no vino la medicalizada a ver si se podía hacer algo sino que al médico tuvimos que irlo a buscar nosotros mismos, en este caso un vecino, al centro de salud porque de lo contrario no venía. Tan real y tan patético como la vida misma en algunas ocasiones, por no contarles la media hora que tardó una medicalizada en llegar a Nuevo Obrero mientras una niña de siete años se desangraba sobre el piche tras un atropello a escaso medio kilómetro de la Residencia Sanitaria. Y en estas estamos con esta chusma que hemos puesto a 'gobernarnos' a nosotros pero al servicio de ellos y de quienes les financian las campañas y otras cosas aún menos confesables, supongo.
----
Si desea ampliar la información y acceder a los enlaces e imágenes que acompañan a este artículo en su fuente original, toda la información se encuentra disponible haciendo clic aquí.
Comentarios