Fernando Báez / Artículo de opinión.- ... estructuras metálicas en edificios, se hacen vías (férreas) para el tren, los coches, los puentes (a no ser que sean de palos), las torres (Eiffel, y otras), los barcos, los contenedores, las plataformas petrolíferas, los andamios, los motores, modernos edificios, esculturas, vagones, postes, columnas, vigas, materiales de ferretería (picos, azadas, mazos, etc.), comprensores, palas mecánicas, murallas, cárceles, jaulas para fieras, circos, canales, túneles, tuberías, cubiertas, explanadas, etc., etc., (el listado, puede ser enorme); pero jamás, ni antes ni después y en ningún sitio del mundo -fuera de aquí-, se usó las planchas de hierro (corten) en restaurar yacimientos arqueológicos, dado que un fondo tan natural y frágil, no necesita de un material artificial y tan pesado, y menos aún, cuando se pretende -y se hace- sustituir una senda, camino, paso, vereda, acceso, etc., en entrada, o en el interior de un yacimiento, que lo tiene ya configurado con el lugar y materia, ya que un yacimiento no es una entelequia bajada del cielo, sin más, sin acceso, sin entradas, sin salidas, sin cruces, sin comunicación, etc., pues si ya las tienen, ¿a qué viene ese doblar o duplicar lo que ya existe?
El Padre Báez, que no va a agotar los argumentos -pues son infinitos (y no he hecho sino comenzar)- en contra de algo que fragantemente insulta y degrada, estropea y daña a nuestro rico patrimonio arqueológico, cultural e histórico.
NOTA.- Entiendo el artista haya metido cuanto hierro haya querido en su ojo u obra, pero que un arqueólogo, meta en un yacimiento todo el hierro que quiera y más, como que ni procede, ni es de recibo, ni... ¡ni mucho menos que el patrimonio, se lo autorice, por ir contra la filosofía del yacimiento en sí, contra su estética, funcionalidad, esencia, constitución, etc., etc.! Y, aún a riesgo de repetirme: vean -una vez más- el resultado: chorrea el herrumbre.
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