Fernando Báez / Artículo de opinión.-Todo el mundo, está pendiente del rescate de los mineros de San José, en Chile, en españa, se obviaría el nombre de la mina, para dejarla con el solo "de Chile", lo de "San", aquí, por aconfesional, laicismo, ateísmo, e indiferencia religiosa, no se puede citar o nombrar lo santo, o lo que haga referencia a lo divino. Y es el caso, que en el día de la Hispanidad, con recordatorio de los soldados muertos, se oyó, sin dar la cámara la imagen del clérigo, que pudo dar una mínima plegaria de escasos quince segundos, al tiempo que nos metían por un tubo, banderas, soldados, abucheos, etc., pero no hay una referencia a Dios, ni por equivocación. Es decir, vivimos envueltos en el mayor de los paganismos, vivimos en el mayor de los salvajismo, vivimos en el mayor de los odios a la religión, se ignora a Dios. Y, he aquí, que mineros atrapados, y hasta el presidente de Chile, cuentan con Dios, al que técnica aparte, todos ellos, manifestando la fuerza y confianza en Dios, a quien no cesan de agradecer y nombrar, como el gran Artífice de la doble salvación.
Aquí no, aquí Dios, ha desaparecido, y así, se nos ha muerto Adán Martín, aquel que no se perdía Misa en fiestas patronales y otras, y se le ha enterrado, y hemos visto fotos de los que llevaban la caja, políticos, familiares, economistas, productores, besos, abrazos, lloros, elogios, coronas, paraguas, caras circunspectas, imágenes retrospectivas, industriales, la Reina, la torre de Gando, otros ex-presidentes, aplausos, el edificio de la presidencia, y más y más fotos, y páginas y páginas en la prensa, más otros medios, etc., etc., pero no ha habido ni una sola imagen de algún clérigo en la Misa, responso, rezo, bendición, cruz, o algo que suene a Iglesia, salvo un altar tan lejos, que casi se confunde y no se ve a nadie, a nadie se distingue, sino los hombros y espaldas en perspectiva, pero nada de nada, que referencie la más mínima religiosidad, pero ¡claro, cómo extrañarse de esto, cuando las esquelas mortuorias, que en el 99, 99 %, vienen con la cruz respectiva, salvo algún hindú, árabe o de otra religión, o sin ella, pero que las esquelas del finado, vinieran sin ese signo y señal de los cristianos, va y sorprende, que los que las pagan, además ocupando cada una de ellas, media página de los periódicos, es decir, con un montón de espacio en blanco, al ahorrarse y quitar lo de "la petición de oración", que ninguno pide, y hasta le han quitado a las esquelas, el clásico "descanse en paz", y ni de compromiso, aquello de: que falleció, "después de la bendición apostólica y los santos sacramentos", ¡quia!, ¡nada que suene a religión. Pero, todo ello, venido del presidente, comité y Pleno de la Cámara Oficial atea de Comercio, Industria y Navegación (ya sin la Virgen del Carmen) de Gran Canaria, sin cruz; el alcalde y la corporación del M.I. Ayuntamiento de Telde, se suma a la aconfesionalidad, y le quita la cruz a su esquela a Adán Martín, q.e.p.d. -digo yo-; que media página de esquela, le dedica el presidente y corporación del cabildo de gran canaria, que agnóstico ellos o laicistas, también se cargan la cruz de la esquela; otro tanto -es decir; borran la cruz, de la suya, lo hace la coalición canaria, que se suma a los que no creen en Jesús, ni en su Iglesia, aunque presiden fiestas religiosas, ¡ah bellacos!; pero, qué distintas siguen siendo las cosas en Tenerife: también los de allá, les dedican al difunto, un par de esquelas, que ocupan toda una página en los periódicos, es decir, la mitad para cada uno; una la del presidente y los miembros del gobierno de canarias, que estos sí, le ponen la cruz de rigor; y otro tanto hace el presidente, la mesa, los portavoces, los y las diputados y diputadas, y los ex-diputados la las ex-diputadas del parlamento de canarias, que tampoco se avergüenzan de la cruz de Jesucristo. Y claro, tal bochorno (esquelas sin cruces) merece un comentario, pero pongo un ejemplo más, que es el del masón -por tanto no católico- jerónimo saavedra, que le regala al que fuera como él, también presidente de Canarias, su esquela -por supuesto sin cruz- pero con un "rembumbante" nomenclatura de títulos barrocos al referirse al ajunta y miento capitalino, en el que -sin cruz, repito- sin venir a cuento, escuchen lo que mandó poner: "el alcalde y la corporación de la muy noble -ja-ja-, y muy leal -ja-ja- ciudad real -ja-ja- de las palmas de gran canaria, y bla, bla, bla, pero nada de oración, ni nada de fe, ni de religión. Pues, que algo se debe orquestar, para que se desaparezca la Iglesia, que les da de comer a los que ellos paran y mandan a la crisis y al hambre; que silencian todo lo que suene a trascendencia, y así nos tienen sin moral, sin principios, sin valores, sin norma, sino en la degeneración, extravagancias, en el absurdo de creer y enseñar que parejas de lo mismo es matrimonio, y un bien matar a los hijos antes de nacer. Un mundo sin Dios, y haciéndose ellos dioses, y todo, por seguir e imitar al cabeza chica del Zapa, que ateo refinado él, está imponiendo el barrido de todo lo que suene a Dios, Iglesia, religión, espiritualidad..., y así, obedientes los chicos de la prensa, obvian cualquier imagen que suene a cura, sacerdote o presbítero, y llegando a confundir ya si se celebra una Misa, decir y poner, que la preside el sr. alcalde o alcaldesa, ¡no te digo! Sí, y el cura o el obispo de monaguillo. Pues, éstas tenemos, y la cosa va a más, que como decía el otro, "al medir, contaremos", las calles se nos llenan de acuchillados, y nadie da u timbalazo en el campo vacío y quieto. Mal, muy mal, cuando la cruz se la destierra, y se abre las puertas a la luna aunque sea la mitad, ¡ya me entienden!,¿no? Pues eso, cabalgue el Islam, los velos, los viernes, los ayunos del mes del ramadán, el no comer carne, el rezar cinco veces al día, el suprimir a las mujeres, y se destierre a la liberadora y salvadora cruz, la señal de nuestra cultura y fe.
El Padre Báez, que les pide disculpas, por las minúsculas, y por la falta de puntos y apartes: es que el Saramago ateo aquel, también lo hacía así (¡y era Nóbel portugués, que no de Lanzarote!), y dejó aquí sus huellas sin Dios.
Fernando Báez
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