Fernando Báez / Artículo de opinión.- No es la primera vez, que subo a la Montaña de Gáldar. La primera vez, fuí a dar una charla de Yoga a un AA.VV.; la segunda y tercera, fueron ambas veces que subí a la montaña de Ajódar, y bajé por sus faldas, hasta el centro de Gáldar; y la cuarta vez, fue hoy, a visitar a un amigo. Siempre me impresionó, ver desde arriba, esos enormes huecos vacíos y que en otro tiempo retenían el agua para plataneras y otros cultivos, pero nunca como hoy, reparé en esas oquedades abiertas en la tierra, en un desuso incomprensible; y viéndolos desde la azotea de mi citado y buen amigo, me acordé de Curitiba, una ciudad del Brasil, en la que un joven arquitecto (Lerner), con una simple cartulina, se presento -me lo contó personalmente- para alcalde, doce días antes y sin ser conocido por nadie, prometiendo lo que dibujaba en la misma, lo que haría si le votaban. Salió Alcalde tres veces consecutivas y finalmente Gobernador dos veces. Y, todo lo que hizo, fue tan simple como reutilizar los huecos vacíos -entre otras obras- en su región o provincia, como podía ser: transformar el vacío dejado de una cantera en un polideportivo; el vacío de un estanque, transformarlo en un teatro; y así fue dibujando y proyectando y cambió, en uno de los lugares más hermosos del mundo (el 5º lugar del mejor urbanismo del mundo), donde antes habían lugares de basura, en desuso y sin utilidad. Por eso, cuando mi amigo, esta tarde me preguntó: "Padre Báez, ud, ¿qué haría en estos estanques vacíos?" No dudé un segundo, para -remedando a Lerner- decirle: "¡ahí, yo haría un teatro!" Y es, mis amigos, que mucho me temo, que a pesar de la masificación en la que vivimos -hecho que afecta negativamente en la sociología, en la psicología, y demás, los alcaldes de turnos y los por venir, no vean en esos espacios vacíos, sino un lugar donde edificar, y ya sea bien para vivienda o para comercio -a pesar de los que se están cerrando, por la gran competencia, y por la crisis- en lugar de hacer algo por y para la cultura, sigan especulando y castigando al pueblo.
Pude saber, que el que propongo, para teatro mayor de Gáldar y de todo el Norte o su comarca, sea el estanque, conocido y llamado "La Rebeca"; y ello, por una película, que en su tiempo se proyectó en el lugar, y fue tanto el éxito, que de ese dinero, el dueño hizo el estanque o albercón, al que bautizó con ese nombre; aunque Rebeca, no era pieza de ropa, sino nombre de mujer. Y, se da la circunstancia, que por estar justo detrás de Las Princesas, éstas bailarían o danzarían de alegría, si en lugar de algo comercial o con otros fines, se destinara éste y otros albercones o estanques, a espacios culturales. Hecho éste, que ennoblecería más aún si cabe, a la que fue la primera capital de Canarias, y sede del Reino Guanche; que merece se tenga en cuanta más la cultura, que es la que realmente engrandece a un pueblo (en este caso a la ciudad de Gáldar [no me olvido, que recientemente, se inauguró el teatro junto al Ayuntamiento (donde dicho sea de paso Pepe Dámaso, se inspiró en un de mis libros, para pintarlo), pero no cabe la menor duda, es un nido, en comparación de ese enorme espacio que ofrecen los albercones, que por otra, tiene los mejores cimientos, las mejores paredes, y solo necesitan techo -no como el de "La Cueva Rayada", ¡por favor!-, y los muebles pertinentes, porque tienen en el escalonamientos para los palcos, pasarelas y demás.
Cito en segundo lugar -y hay más- :"El albecón del Inglés", y les ahorro el topónimo (por razón de brevedad); pero ahí está ese otro espacio, que en un concurso de ideas, seguro, saldrían distintas a las de casas, pisos o viviendas, y menos almacenes o áreas comerciales, de las que se está ya tan sobrado por todas partes.
En fin locura me parece, no se haga en estos espacios o lugares (albercones o estanques) lo citado o algo afín.
Locura me gustaría padeciera toda Gáldar, y no falte un alcalde o candidato, que prometa -como en Curitiba Lerner- convertirlos en centros culturales.
El Padre Báez, que en esta ocasión, no es nada original, y simplemente plagia una idea, que en otro sitio ha dado tan buen resultado (hoy Curitiba, es un lugar visitado, por esas obras hechas en lugares vacíos, que de no, estarían de basureros -como los albercones, y peror, si meten en ellos negocios-, que van contra la ciudad y los ciudadanos).
P.D.- Recomiendo, al amable lector de este artículo, entre en Google, y busque a Jaime Lerner.
Fernando Báez
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