Canarias Insurgente: África: ¿Ayuda o justicia?

Carmen Moreno Martín / Artículo de opinión.- Siempre me ha resultado muy chocante la palabra ayuda en su utilización falaz para encubrir situaciones de injusticia social y humana. Esa utilización sibilina de “ayudar” para aplacar la conciencia y conseguir que todo siga igual. Y eso precisamente es lo que ocurre con África, y con los llamados países desfavorecidos en general.

Cada año el G8, el G20, y las diferentes “G” se reúne y acuerda aumentar “la ayuda” en dinero para el continente africano. Este año, la crisis ha reducido la ayuda comprometida, han acordado una cifra. Y cada año ocurre lo mismo: lo que realmente se da, se da para que gobiernos africanos corruptos a los que les interesa bien poco lo que les pueda ocurrir a los países que representan y a sus ciudadanos, sigan abriendo cuentas en Suiza.

Se da para que esos gobernantes sigan extendiendo licencias de explotación de recursos, a los países ricos.

Se da, para que esos señores de la oscuridad, sigan permitiendo la importación de excedentes desde el mundo rico, y penalizando el comercio autóctono y para que sigan posibilitando la continuidad de cultivos extensivos, según los intereses de los países ricos, monocultivos extensivos que empobrecen cada día más la tierra del continente africano.

Se da para que esos gobernantes ejemplo del desgobierno y de la ambición desmedida, sigan permitiendo que las multinacionales farmacéuticas sigan tomando por cobayas a los africanos y permitiendo que mueran de SIDA a montones, con tal de no abaratar los medicamentos.

Se da, para que sigan permitiendo la acción de las mafias a lo largo y a lo ancho del continente con todos los tráficos inherentes a las mismas, y sigan permitiendo las ventas de armas indiscriminadas.

Se da, para sigan manteniendo a sus países en una carencia absoluta de infraestructuras de todo tipo: energética, de comunicaciones y transportes, sanitaria, educativa y escolar, etcétera, para que sea imposible revertir la situación de subdesarrollo total en la que viven y la neocolonización neoliberal y neocapitalista prosiga por los siglos de los siglos amén.

Porque, no nos engañemos, para eso y no para otras cosas son esas “ayudas maquilladoras”, y en el supuesto de que surgiera algún día alguna democracia real con dirigentes honestos en alguno de esos países, ya se encarga y/o se encargará –como ya se ha encargado en el pasado– a CIA y sus homónimos, o esos “dirigentes democráticos” de los países ricos, en desestabilizar el país “ayudándolo más” para que todo siga igual.

Total, que las ayudas a los países pobres son para que los países ricos sigan siéndolo. Para que sus economías brillen, y se expandan. Para que nunca se hallen carentes de materias primas a costes irrisorios. Para que nunca se les acabe la mano de obra barata, así sean esas manos de niños y niñas de siete años a catorce o de adolescentes o de ¡qué más da!. Y para todas esas “minucias” más, para las que bien pueden se pueden prescindir de unos cuantos millares de millares de millones de euros. Total, si lo comparamos con, por ejemplo, el gasto militar de esos países ricos, la “ayuda” no es más que una limosnita a modo de “premio” para que todo siga igual.

Y mientras, que esos 800 millones de ciudadanos del continente africano, se las apañen con sus vidas y con sus muertes; con sus suelos ricos y sus poblados míseros. Total, si se mueren todos, mejor, porque entonces las materias primas les saldrán gratis –aunque ya les salen–. Y que no se les ocurra escapar al destino que los países ricos les han asignado, ni en pateras ni en nada; porque, claro, eso es un grave problema para sus asesinos planes.

En fin, que menos ayuda y más justicia.

Carmen Moreno Martín alias Hannah
16 de octubre de 2010