Corrupción de menores / Diario de Avisos.- Por Marta Plasencia. Antonio Toscano lleva casi dos meses en Tenerife con un equipo de psicólogos y peritos judiciales de la Asociación de Víctimas de la Corrupción Infantil (Avicsin), la cual preside, investigando los casos de abusos sexuales acaecidos en el Hogar Sagrada Familia, ahora conocido como Casa Cuna, durante cinco décadas. Por el momento, ya se han puesto en contacto con la asociación 150 supuestas víctimas.
- ¿Qué le impulsó a crear Avicsin y luchar contra los abusos y la corrupción de menores?
"Cuando estuve trabajando como corresponsal en Colombia, acompañando a las FARC, vi muchas injusticias. Allí utilizaban a los niños para atravesar campos de minas y para cavar zanjas, se los quitaban a sus madres con 10 años para entrenarlos como sicarios matando perros. Pero lo que realmente me llevó a actuar de una vez por todas fue darme cuenta de que en Panamá, México o en la misma Colombia, las penas por los delitos de explotación de menores eran durísimas y sin embargo, en España, no lo eran. Quise eso para mi país y entonces monté la ONG".
- Avicsin también es la propulsora del proyecto de ley T.E.S.I.S. ¿Qué se pretende con esta iniciativa?
"Queremos más protección para el menor y condenas más duras para los pederastas, pedófilos y traficantes de pornografía infantil. Ya se han aprobado ciertos puntos de la ley, pero son sólo parches de la justicia. Avicsin quiere que todas las ayudas que se han dado en los casos de violencia de género, se apliquen también a los menores. Por ejemplo, que haya fiscales y abogados especializados en abusos a menores, casas de acogida para los niños y penas más fuertes. Igualmente, que los delitos de este tipo no prescriban".
- Avicsin lleva alrededor de 10 años luchando por los derechos de los menores y colaborando en casos importantes de abusos sexuales en todo el mundo. ¿Cómo se produce esa colaboración?
"Pues sencillamente nos llaman. Saben que nosotros lo que hacemos es investigar y hacer las cosas abiertamente para que la policía pueda hacer el trabajo lo mejor posible, que de hecho lo hace, pero a lo mejor hay pequeñas cosas que no ‘agarran’ bien, y nosotros lo que hacemos es tirar del hilo. Nuestro trabajo, al fin y al cabo, es buscar datos e investigar el caso a fondo, y después trasladamos esa información".
- De hecho, Avicsin colaboró en el caso de la desaparición de Madeleine McCann...
"Sí y yo fui la primera persona en decir que a la niña siempre le daban pastillas para dormir, que los padres la dejaban sola,...eso lo averiguamos nosotros y todo el mundo dijo que era mentira, cosa que se demostró después que era cierta. Y también hicimos dimitir a Alipio Ribeiro, jefe de la Policía Judicial lusa, y al comisario Gonçalo Amaral, que tenía un historial delictivo a sus espaldas increíble. De hecho, el equipo de personas de Policía Judicial también estaban metidos en el caso de la Casa Pía, donde policías, presentadores de televisión y fiscales están acusados de abusos sexuales a menores".
- Hasta que ustedes llegaron, parecía que el caso Casa Cuna iba a quedar en el oscurantismo. Con la publicación de las cuatro denuncias, el acusado Julio Carrillo en libertad y el silencio del Cabildo de Tenerife, ¿Ahora mismo, como están las investigaciones?
"A día de hoy, 150 personas se han puesto en contacto con nosotros para contarnos que fueron víctimas de abusos sexuales en el Hogar Sagrada Familia, ahora Casa Cuna, dependiente del Cabildo. Eso era y es una casa de tortura. Y te digo una cosa, hay mucho silencio alrededor de esto. Cuando vas a mirar algo o necesitas una información o dar con alguien,...hay silencio. Me han llegado a decir que estoy abriendo puertas que no ha abierto nadie".
- ¿Y en cuanto al proceso judicial?
"Pues en octubre vamos a presentar ante el primer bloque de denuncias, unas 20, para que se de cuenta el fiscal y el juez de que esto no es una broma. Denuncias con documentación, con peso, con nombres y apellidos y todos los datos posibles. Esto ha pasado, está ahí y hay documentación que lo acredita. Todavía hay culpables que están vivos y los que no, pues vamos a dar sus nombres para que la sociedad canaria sepa lo que ese señor hacía con los menores. Y si hay una manzana podrida en el Cabildo, un responsable que sabía lo que ocurría, por supuesto que va a ir a juicio y va a ser imputado".
- Este no es su primer caso en Canarias. Avicsin también estuvo colaborando en la desaparición de Yeremi Vargas...
"Sí, hicimos algunas cosas y la familia es gente muy agradable. El problema del caso Yeremi es que se está investigando como si ya estuviera muerto y yo, sinceramente, creo que sigue vivo. Tengo que tener fe en eso, pero es que hay gente que da el caso por perdido.".
- ¿Puede haber una red de tráfico y prostitución de niños detrás del caso Yeremi?
"Pues mira, en los dos últimos años hubo 400 detenciones de pedófilos, pederastas y gente que traficaba con pornografía infantil en Canarias. Si hay 400 detenciones en 24 meses ¿qué puede estar pasando en las Islas? Cuando en la Península desaparece un menor hay mucha alarma social, pero aquí es muy pequeña y me gustaría cambiar eso".
- ¿No le cansa esta lucha constante por defender al menor?
"Es muy sacrificado y por suerte tengo el apoyo de mi familia. Yo soy una persona de corazón y alma, y lo que más me llena es luchar porque se haga justicia por una persona que ha sufrido una injusticia. Y mucho más si se trata de un niño. Hay gente que me pregunta si este esfuerzo lo hago porque fui un niño maltratado. Para nada. Lo que me marcó para ser un luchador nato por los derechos de los menores, fue ver en Colombia cómo le decían a un niño que pasara él primero por un campo de minas. No pretendo ser el salvador del mundo. Sólo soy una persona más, sólo uno de los que lucha. Y para los que dicen que trabajo para un partido político o que el Cabildo me paga el hotel, pues decirles que no, que yo soy apolítico y totalmente libre".
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