Podcast / Planeta Musical Sur.- A lo largo de la historia de los movimientos sociales, la música ha sido utilizada como herramienta para lograr la transmisión de los ideales políticos de un grupo o facilitar su integración. Los partidos comunistas en concreto, tienen una fuerte tradición de música de masas que se ha hecho presente en todos los momentos clave de su existencia. Sin embargo, la persecución política a la que fue sometido el Partido Comunista Estadounidense desde su constitución oficial en 1923, evitó que la organización desarrollara expresiones artísticas propias. La mayoría de las canciones que entonaba en sus movilizaciones políticas (en caso de que se entonara alguna) eran las heredadas por los Partidos Europeos, o las inventadas por los soldados estadounidenses que pelearon en la Primera Guerra Mundial.
Producción: Radio Calf-Universidad FM 103.7
La Gran Depresión tuvo por lo menos, un efecto no catastrófico en la sociedad estadounidense: despertó la conciencia de clase en un pueblo de tradición profundamente liberal. El período posterior a la crisis coincidió con un auge de las corrientes políticas de izquierda y principalmente del comunismo identificado con Stalin. Durante pocos años, el partido socialista estadounidense conquistó algunos escaños en la cámara de representantes y recibió amplio apoyo, por lo menos a nivel local. Este auge del socialismo (y poco después del comunismo) fue posible en gran medida por el apoyo que recibió de un sector del movimiento laborista. Los intelectuales estadounidenses de izquierda vieron en los sindicatos un perfecto caldo de cultivo para las ideas marxistas, e intentaron por todos los medios acercarse a ellos. Los radicales estadounidenses se tardaron casi una década en producir su propia música de protesta. Pero una vez que el Partido pudo consolidar su presencia al interior de las sociedad estadounidense (durante la llamada Década Roja) y tomando como base las ideas marxistas de que las expresiones artísticas también obedecen a las divisiones de clase, se empeñó en buscar la verdadera música del pueblo, que estuviera en franca oposición con las expresiones burguesas que acaparaban los medios entre 1930 y 1940; principalmente Frank Sinatra, Bing Crosby y Glen Miller.
En la primera etapa de la búsqueda por una expresión artística propia, el género Folk jamás fue contemplado como una opción, debido a que la gente no veía cómo era posible que la música tradicional tuviera alguna relación con las expresiones de protesta. Sin embargo, cuando los radicales de izquierda notaron que era más fácil que los proletarios analfabetos obtuvieran información de las canciones que cantaban mientras trabajaban, que de panfletos o los periódicos oficiales del Partido, el rechazo se transformó en aceptación, por lo menos por parte de un sector del movimiento. El folk se volvió, entonces, el lenguaje de la propaganda del Partido Comunista y el primer grupo que tomó la misión de esparcir el pensamiento radical mediante la música fue The Almanac Singers. Ellos se veían a sí mismos no como un grupo de música, sino como organizadores de los eventos conducidos por el partido. Su papel era el de estimular el entusiasmo de los trabajadores durante las reuniones sindicales o las manifestaciones antifacistas que se multiplicaron durante la guerra. El éxito que el grupo tuvo entre 1940 y 1942 pareció comprobar que el Folk era la música del pueblo. Se trataba un género radicalmente diferenciado de las tradiciones burguesas, que además tenía su origen en la cultura asociada con las clases bajas rurales. Las canciones populares producidas por los trabajadores del campo y rescatadas por los Almanac Singers (sumadas a las creaciones originales de Guthrie y Seeger), contenían temas relacionados directamente con la vida diaria de los sectores de la población que el Partido pretendía atraer.
La historia de la agrupación comenzó cuando Seeger, un estudiante de Harvard, perdió la beca con la que lograba pagar la universidad por estar muy involucrado en actividades de corte social. Imposibilitado para seguir con sus estudios y mucho más interesado en llevar la vida de un músico errante, Seeger decidió viajar por el territorio norteamericano con la expresa intención de absorber el espíritu de la música Folk. En medio de su peregrinar, conoció a Woody Guthrie, que casualmente se había propuesto la misma misión cultural. En 1940, ya instalados en Nueva York, reclutaron a otro desertor universitario, Lee Hay, y comenzaron a presentarse en el bohemio barrio de Greenwich Village bajo el nombre de The Almanac Singers. Su repertorio incluía todas las canciones aprendidas durante sus viajes por el Estados Unidos profundo -principalmente de trabajadores negros y pequeños propietarios blancos- así como algunas composiciones originales. Entre 1940 y 1942 The Almanac Singers se dedicaron a viajar nuevamente por la unión americana y parte de México, musicalizando las reuniones sindicales y funcionando como grupo de propaganda para el Partido Comunista Estadounidense.
El comienzo de la Segunda Guerra Mundial les trajo, en principio, un éxito rotundo debido a la clara orientación antifascista de sus canciones (como la que escuhamos recién, Round and round Hitler’s grave), que fueron utilizadas en varias ocasiones por la radio estadounidense para abrir y cerrar los reportes noticiosos sobre el desarrollo del conflicto. La publicación de su álbum Dear Mr. President, cuyo tema que le da título escucharemos a continuación, lleno de canciones de guerra en repudio a Hitler y Mussolini, permitió que la audiencia de The Almanac Singers cambiara de ser exclusiva de un sector de intelectuales radicales, a popularizarse entre la sociedad norteamericana. Sin embargo, el éxito comercial y político del grupo fue fugaz. Y es que antes de ser sindicalistas y laboristas, The Almanac Singers eran comunistas, lo cual les trajo problemas con el Estado y la opinión pública, quienes a partir de 1942 empezaron a tacharlos de tener intereses contrarios a los del pueblo norteamericano. Pero por otro lado, también tuvieron problemas con la dirigencia del Partido Comunista, (del que extrañamente ninguno era miembro), debido a que, incluso antes de ser comunistas, Guthrie y Seeger eran artistas con almas libres. En febrero de 1942 un columnista del New York Post inició una escalada mediática en contra de The Almanac Singers, provocando durante los meses siguientes que varios medios y voceros de la derecha estadounidense los tacharan de ser ideológicamente peligrosos.
El origen de la crítica fue que Guthrie y Seeger habían comenzado manifestándose contra la intervención de E.U. en la guerra, pero cambiaron su discurso después de la invasión alemana a Rusia. Según los propios artistas el cambio obedeció a que no habían podido permanecer impasibles ante el avance mundial del fascismo. Sin embargo, los conservadores estadounidenses sostenían que el abandono del pacifismo de los Almanac Singers obedecía a su completa identificación con el régimen estalinista, que antes de 1941 intentaba evitar a toda costa que Estados Unidos se involucrara en la Guerra, consintiendo con su intervención posteriormente. la crítica se sumaron intelectuales que cuestionaban el valor cultural del grupo, afirmando que más que verdaderos representantes de la música folk estadounidense, los Alamanc eran simples propagandistas. A final de 1942 el grupo se disolvió. Comentarios basados en un ensayo publicado en el sitio es.wordpress,com sin autor. Y las canciones que se escuchan fueron grabadas por The Almanac Singers durante los años 1941 y 1942, y reeditadas bajo el titulo Songs of Protest, por el sello Prism en Diciembre de 2001. Ellos son: Woody Guthrie (guitarra, harmonica y voz), Pete Hawes (voz y guitarra), Lee Hays y Millard Lampell (en voces), y Pete Seeger (banjo y voz). Es una realización de Jorge Laraia.
La ONU advierte de que el Ártico podría quedarse sin hielo en 2030
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha advertido hoy de que "el Ártico se está calentando más rápido que cualquier otro lugar en la Tierra" y "podría quedarse sin hielo para 2030". Tras visitar en los últimos días la base internacional de Ny Ålesund (Noruega), donde ha observado el impacto del cambio climático sobre el Ártico, Ban ha llegado a Ginebra para participar en la Conferencia Mundial sobre el Clima.
En el mismo foro, el presidente del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) ha ido más allá y ha advertido de que la supervivencia de las especies, incluida la humana, depende de lograr un gran acuerdo sobre el cambio climático.
En un discurso ante más de un millar de participantes en este foro, Ban ha instado a los Gobiernos a lograr en la conferencia internacional sobre cambio climático prevista para diciembre próximo en Copenhague un acuerdo que permita "profundos recortes en las emisiones" de gases contaminantes. Reconoce, en ese sentido, que esas negociaciones van con retraso: "solo quedan 15 días de negociaciones, quince días para resolver algunos de los asuntos más complejos", señala.
En el mismo sentido se ha expresado el presidente del IPCC. Rajendra Pachauri ha afirmado que la supervivencia de las especies, incluida la humana, depende de un acuerdo sobre cambio climático que permita estabilizar la temperatura media del planeta.
Ante el mismo amplio foro que Ban, Pachauri ha asegurado que el mundo cometerá "un gran error" si no utiliza la oportunidad que ofrece la próxima conferencia sobre cambio climático de Copenhague en diciembre.
"Nuestra supervivencia, la de nuestros hijos y nietos, así como de todas las especies, depende de ello", ha advertido. Y ha pedido a los Gobiernos que adopten un acuerdo que "signifique un verdadero cambio" en la conferencia de Copenhague y los ha instado a dejar de lado consideraciones e intereses políticos para actuar guiados por el beneficio común.
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Publicado por: www.videoinformatica.net 20100922 | 22/09/2010 en 01:44 p.m.