Francisco González Tejera * / Artículo de opinión.- La reciente aprobación en el Parlament catalán de una Iniciativa Legislativa Popular que prohíbe las corridas de toros en toda esta nación, viene a confirmar el avance de las ideas que fomentan la liberación y el respeto a los animales. Este acontecimiento histórico echa por tierra las posturas medievales de los "no violentos según pa lo que sea", PSOE-PP, donde sus máximos dirigentes defienden las corridas de toros como parte de la tradición cultural de su España más casposa, la de la peineta, el tricornio y la tortura en sucias comisarías.
Estos partidos han demostrado que la España cañí sigue vigente y que sus dirigentes con sus sueldazos y presuntas corruptelas apoyan el maltrato animal, usando argumentos ridículos basados en que las tradiciones hay que mantenerlas para honor y gloria de sus ardores guerreros más facciosos, defendiendo lo indefendible para beneficio de empresas de comunicación como el Grupo Prisa y otras que televisan al mundo esta horrenda atrocidad, donde la sangre y el dolor son los inevitables protagonistas, siempre para morbo de espectadores que gozan con el sufrimiento de animales inocentes.
En Las Palmas de Gran Canaria tenemos un claro ejemplo de incultura política y falta de sensibilidad con nuestros hermanos de planeta, donde el gobierno municipal del PSOE financia cada año un circo con animales, cuando ha quedado demostrado que detrás de estos circos están los traficantes internacionales de animales salvajes, el maltrato permanente en los adiestramientos y traslados y un largo etcétera de humillaciones que han hecho que muchos países y ciudades del mundo los hayan prohibido.
En otros municipios del estado español se siguen desarrollando y se subvencionan con dinero público, con la excusa de la tradición, otras horrendas atracciones donde la diversión central es el maltrato animal, como es el caso de los espectáculos taurinos (encierros, toro de fuego, vaquillas con espuma, toro al agua, fútbol-vaca, corridas…), o se abusa de forma irrespetuosa y cruel de caballos, cabras, carneros, bueyes, etc. El sangriento ritual de estas violencias institucionalizadas en las fiestas locales también se da en la práctica de decapitar aves (gallos, gansos, pavos…), que se ha extendido en muchos pueblos de Castilla La Mancha y otros puntos de la geografía de este sangriento país. En otros lugares son los burros, los gatos, los perros o los cerdos los seres vivos que sufren las atrocidades humanas bajo el lado hedonista y festivo del “pasarlo bien”.
La iniciativa catalana es un inmenso paso adelante en la lucha contra el maltrato animal y se ha aprobado gracias al esfuerzo desinteresado de miles de personas, un ejemplo a seguir en otros puntos del estado y que demuestra el nivel de conciencia de todo un pueblo.
En Canarias otras iniciativas legislativas populares no se han dejado ni tramitar, aquí la mafia política campa a sus anchas y la “Cosa Nostra” sigue vigilante, siempre defendiendo los intereses de grandes constructores y empresarios que les pagan sus vicios y pelotazos varios, no quedándoles a estos mercachifles ni rubor para tener vergüenza, abochornando a cualquier persona honrada y sensible que se sienta al margen de tanta ignominia.
Sigamos el ejemplo del hermano pueblo catalán, esa debe ser la línea a seguir, la lucha organizada para cambiar el mundo, para acabar con tantas injusticias y brutalidades con nuestros compañeros de planeta, ha llegado el momento de reflexionar profundamente y avanzar hacia unas instituciones públicas y una administración local libre de espectáculos con animales, donde se opte por los valores de la vida animal, por una ciudadanía responsable, solidaria e innovadora en sus costumbres y tradiciones.
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Francisco González Tejera
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