J.M. Álvarez * / Artículo de opinión.- Dicen que en la Cumbre del G8, celebrada recientemente en Ontario, el Presidente Obama advirtió a los asistentes, que el desastre petrolero del Golfo de México matará, con enorme probabilidad, a millones de personas en el futuro.
Ahora, ha dictado una norma que convierte en delito el hecho de que periodistas, fotógrafos o ciudadanos corrientes, se acerquen a cualquier operación de limpieza del petróleo que fluye descontrolado por el Golfo. Dicho delito está sujeto a prisión y multa de hasta cuarenta mil dólares.
A saber qué estará ocurriendo en la zona que los oligarcas no quieren testigos. En todo caso, enseñarán lo que les venga en gana. ¿A quién de la British Petroleum (BP) iba usted a patearle el culo, señor presidente?
J.M. Álvarez
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